El gobernador Graco Ramírez negó que Morelos viva una guerra
generalizada entre cárteles del narcotráfico, en alusión a las siete
muertes violentas ocurridas este fin de semana en la entidad.
El sábado, cuatro hombres fueron ejecutados a tiros luego de que un grupo armado penetró al Tianguis de Autos, en el municipio de Jiutepec, y disparó contra un grupo de vendedores.
“No está más grave que antes… Se trata de un ajuste entre bandas que son el remanente del desmantelamiento que hemos venido haciendo, y que ya tenemos ubicadas”, aseguró el mandatario.
En su informe de avances, realizado el pasado 1 de octubre, Graco Ramírez dijo que su administración descabezó y desarticuló a los dos principales cárteles que peleaban el territorio morelense -Los Rojos y Guerreros Unido—, y adelantó que los siete delincuentes más peligrosos de Morelos serían detenidos por la policía.
Según el mandatario estatal, la violencia que vive la entidad es producto de la desesperación de los delincuentes que quedaron huérfanos de cártel; ahora buscan otras actividades delictivas secundarías para financiar sus actividades.
Aseguró que la célula delictiva que acribilló a cuatro personas en el tianguis opera en el corredor conformado por los municipios de Jiutepec y Zapata.
También el fin de semana aparecieron los cuerpos de una pareja en el municipio de Coatlán del Rio, uno más en Puente de Ixtla.
(EL SUR DE ACAPULCO/ Redacción/ oct 8, 2013)
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