martes, 8 de octubre de 2013

10 DESAPARICIONES SIN RESOLVER



La lista incluye a una niña, un ecologista, un músico y 7 presuntos narcomenudistas encabezados por Héctor Manuel Diarte Aguilar “El Cleto”. Por lo pronto, la PGJE, encontró la osamenta de quien fue identificado como Ingin Joel Bautista Hamburgo “El Hamburgo”

Con el hallazgo de la octava fosa clandestina del año, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Baja California Sur resolvió el 30 de septiembre el caso de la desaparición del joven Ingin Joel Bautista Hamburgo “El Hamburgo”, considerado en el último mapa delictivo elaborado por autoridades federales y militares, como parte de la estructura criminal de la banda de Héctor Manuel Diarte Aguilar “El Cleto”.

El delito de la privación ilegal del joven de 26 años era investigado bajo el número de averiguación previa LPZ/804/AMP5/2012, después de que la noche del 23 de diciembre del 2012, fuera levantado de un cajero de Banorte, localizado en la oficina de Servicios Públicos Municipales al sur de la ciudad de La Paz, y desde entonces no se supo de él.

Según las primeras investigaciones de la PGJE, y con base a testimonios, la última persona con la que tuvo contacto “El Hamburgo” fue con la joven Xóchitl Isbeth Diarte Ramírez “La Cletita”, hija de “El Cleto” y de Francelia Ramírez Ramírez “La Cleta”, actual jefa de la plaza del narcomenudeo en Todos Santos.

La noche en que desapareció –de acuerdo a testigos de cargo—“tres personas de aspecto joven habrían participado en el levantón de El Hamburgo y quienes portaban una pistola y un arma larga”.

La PGJE supo de la última fosa cuando agentes de investigaciones capturaron a Sergio Espinoza González “El Coruco” o “El Tamalero”, quien después de ser sujeto a un largo interrogatorio, terminó por confesar y confirmar haber participado en el levantón, crimen e inhumación de Ingin Joel Bautista Hamburgo.

Según el expediente, los investigadores del caso ya lo tenían bajo la mira porque había testimonios y evidencias de ser uno de los responsables de la desaparición del joven.

Tras ser detenido, en su confesión el delincuente dijo que en el homicidio también participaron dos personas más: Pablo Alejandro Salas Chávez “El Guayabo” y Federico Jackes Mejía “El Soldador” o “El Contador”, quienes actualmente están presos en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de La Paz por los delitos de robo con violencia y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

El criminal dijo recordar dónde habían enterrado a su víctima y llevó a los agentes investigadores hasta un terreno localizado a 50 metros de una brecha que conduce a una zona conocida como “Cañada de Palo Verde”, pasando la comunidad de Los Planes al sureste de La Paz.

Sin necesidad de presionarlo, expuso que primero lo levantaron, luego lo ejecutaron de un tiro en la cabeza con una pistola 45; posteriormente lo sepultaron, enseguida abandonaron el vehículo de la víctima y le prendieron fuego para borrar evidencias por la carretera a la comunidad de San Antonio hacia La Paz.

La tarde en que fue detenido “El Coruco” o “El Tamalero”, los agentes investigadores de la PGJE iniciaron la excavación que terminó un día después con el hallazgo de la osamenta de “El Hamburgo”.

En la escena del crimen, los agentes encontraron un agujero de 2 metros de largo por 50 de ancho y una profundidad de un metro. Dentro había restos humanos, la ropa y el orificio en la cabeza coincidieron con la versión del criminal confeso.

Por lo pronto, la PGJE preparaba la osamenta y los restos de la víctima para ser enviados a un laboratorio de genética y ser sometidos a un estudio de ADN y confirmar que efectivamente se trata de los restos de Ingin Joel Bautista Hamburgo; los resultados podrían estar entre 30 y 45 días.

Durante el interrogatorio, Sergio Espinoza González “El Coruco” dijo que los tres presuntos responsables del crimen de “El Hamburgo” operaban para la banda del ex jefe de la plaza de La Paz, Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco”, pero después de haber sido asesinado el 15 de agosto del 2012, y tras quedarse a la deriva, empezaron a delinquir por su cuenta, cometiendo robos, asaltos y asesinatos por encargo.

El criminal confesó saber de otros narcomenudistas que estaban en la misma situación y citó el caso José de Jesús Vázquez Torres “El JJ”, hijastro de la regidora del PRI, Norma Alicia Castañeda Quintero, quien es sujeto a investigación por la desaparición de otras personas.

Al cierre de esta edición, “El Coruco” fue sujeto a un arraigo de 30 días dentro del Centro de Ejecución y Medidas Cautelares de la PGJE, donde podría surgir más información sobre fosas clandestinas.

En tanto “El Guayabo” y “El Soldador, rendían sus primeras declaraciones entorno al caso del crimen de “El Hamburgo”.

 LOS CASOS PENDIENTES

Independientemente de Ingin Joel Bautista Hamburgo, la PGJE todavía tiene 10 casos de desapariciones sin resolver donde destaca una niña, un ecologista, un músico y 7 presuntos narcomenudistas. Son los siguientes:

1.- Juan Carlos Pérez Cano “El Cacachi” o “El Muñeco”, desaparecido el 13 de abril del 2010.

2.- Lisset Soto Salinas, desaparecida el 14 de octubre de 2010.

3.- Roberto Romero Espinoza, desaparecido el 22 de noviembre de 2010.

4.- David Sosa, desaparecido el 23 de octubre de 2011.

5.- Víctor Hugo Soto Ortiz, desaparecido el 10 de julio de 2012.

6.- Héctor Manuel Diarte Aguilar “El Cleto”, desaparecido el 10 de septiembre de 2012.

7.- Félix Beltrán Beltrán, desaparecido el 15 de octubre de 2012.

8.- Omar Cabrera Valencia “El Chino”, desaparecido el 11 de enero de 2013.

9.- Luis Eduardo Higuera Peralta “El Gordo”, desaparecido el 5 de febrero de 2013.

10.- José Isidro Castrejón Navarro “El Chilo”, desaparecido el 8 de marzo de 2013.

En suma, 3 desapariciones en 2010, 1 en 2011, 3 en 2012 e igual cantidad en 2013, las cuales a 4 años de distancia no se han podido resolver, a pesar de que como en el caso del narcomenudista Juan Carlos Pérez Cano “El Cacachi” o “El Muñeco”, existen testimonio que apuntan hacia el ex secretario estatal de Seguridad Pública, Lennin Rodríguez Aguilar y al agente de la Policía Estatal Preventiva, Antonio Sánchez Hirales.

La propia esposa de la víctima, Irasema Aguilar Aguilar, expuso en su declaración que “el día en que su pareja desapareció recibió más de 10 llamadas del policía y le comunicó que el funcionario quería verlo, porque pretendían que regresara a vender droga, después de haber desertado para terminar su carrera en derecho”.

La mujer relató que vio cuando su esposo se reunió Sánchez y Lennin, a quien se llevaron en una patrulla de la Policía Estatal Preventiva la noche del 13 de abril de 2010; desde entonces, no saben de él.

Pero junto a historias como la de “El Cacachi” existen otras, donde los familiares y amigos aportaron datos y ofrecieron nombres y apellidos de los presuntos responsables. Sin embargo, de acuerdo con el Subprocurador de Investigaciones Especiales de la PGJE, Isaí Arias Famanía, “los casos siguen bajo investigación, sobre todo por la privación ilegal de todas estas personas, trabajando sobre las líneas de investigación y poder dar en su momento con el paradero de los desaparecidos”.
 Los criminales

Un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública puso en tela de juicio las indagatorias y el avance en las investigaciones de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales (SIE), en torno al caso de las desapariciones.

Y es que -de acuerdo al miembro de este grupo interinstitucional-, la desaparición de Ingin Joel Bautista Hamburgo “El Hamburgo”, pudo haber quedado resuelto desde enero de 2013, cuando dos de los tres presuntos responsables del crimen fueron detenidos como autores materiales del delito de robo con violencia en agravio de dos gasolineras de La Paz.

Los detenidos Pablo Alejandro Salas Chávez “El Guayabo” y Francisco Jackes Mejía “El Soldador” o “El Contador” tenían todavía en su poder la pistola escuadra calibre 45 con la que se presume fue ejecutado “El Hamburgo”.

Según el integrante del Grupo de Coordinación, el arma no fue sometida a una prueba de balística para ver si “había sido utilizada en otro delito”, la cual pudo haber sido la prueba clave para saber y confirmar que ambos detenidos -desde entonces-, estaban implicados en el crimen del joven de 26 años.

El arma es “una pistola corta tipo escuadra, color cromada, marca Ruguers, matrícula 6066 y calibre 45”, la cual traía consigo “un cargar vacío y otro abastecido con 5 tiros”.

Los dos presuntos responsables del crimen -la vez del asalto-, también fueron detenidos en posesión de 2 rifles AK-47, calibre 7.62 milímetros x 39, color negro y dos cartuchos abastecidos, con el número de serie D10283 y DT7479F, cuyo armamento fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación de la Procuraduría General de la República (PGR).

Los delincuentes, junto con un menor de nombre Kevin Daniel, atracaron dos gasolineras obteniendo un botín de 7 mil 400 pesos, los cuales fueron capturados tras haber sido perseguidos y sitiados en las calles de Unión y Bandera Nacional de la colonia Diana Laura de La Paz.
Dejan ir a “El Gordo Vega”

Ciudad Constitución, Baja California Sur.- El narcomenudista Miguel Ángel Vega Ramírez “El Gordo Vega” solo duró nueve días tras las rejas.

Cuando fue detenido el 18 de septiembre por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el encargado de operaciones de la zona norte de Comondú de la banda de Noé Fregoso Sosa “El Hitler”, anticipó a sus captores que rápidamente “saldría libre”, porque pagaba protección y la organización criminal tenía una larga cadena de complicidades en todos los niveles de gobierno.

Y efectivamente, el 27 de septiembre, el reincidente recuperó su libertad, en medio del más absoluto silencio oficial.

El Juez Segundo de Distrito de Baja California Sur, Francisco Javier Silva Anda, ordenó la liberación de una de las principales células del Cártel Arellano Félix, mismo que abandonó el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Ciudad Constitución.

El criminal obtuvo su libertad porque -según el juzgador-, “no se comprobó en autos el delito contra la salud en su modalidad de posesión de narcóticos, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos reservados para el uso exclusivo de las Fuerzas Armadas”.

En el razonamiento del dictamen, el representante del Poder Judicial de la Federación, prácticamente expuso que ni la PGJE ni la PGR demostraron fehacientemente que “El Gordo Vega” y su cómplice Tania Briseida Acosta Fierro “La Tania” eran los propietarios de la droga y armas que llevaban en su vehículo cuando fueron capturados, quienes llevaban consigo lo siguiente.

1.- Una báscula gramera de color beige con negro marca Tanita modelo 1476N.

2.- Una bolsa de plástico transparente conteniendo 22 cartuchos útiles calibre 7.62 milímetros.

3.- Un sobre color amarillo con 9 gramos de cristal.

4.- Un rifle de asalto AK-47 con cachas de color café, matrícula 1168, marca Woodland Hill S.CA y cargador abastecido con balas calibre 7.62 milímetros.

El juzgador federal basó su resolución en la tesis del principio de presunción de inocencia, que en materia procesal penal impone la obligación de arrojar la carga de pruebas al acusador.

Caso contrario sucedió con el otro cómplice de “El Gordo Vega”: Elmer Said Velarde Tapia “El Elmer”, quien -según el dictamen-, fue el único responsable de la portación de drogas y armas, mismo que recibió el auto de formal prisión y enfrentará el proceso desde prisión.

Dejan ir a “El Gordo Vega”

Ciudad Constitución, Baja California Sur.- El narcomenudista Miguel Ángel Vega Ramírez “El Gordo Vega” solo duró nueve días tras las rejas.

Cuando fue detenido el 18 de septiembre por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el encargado de operaciones de la zona norte de Comondú de la banda de Noé Fregoso Sosa “El Hitler”, anticipó a sus captores que rápidamente “saldría libre”, porque pagaba protección y la organización criminal tenía una larga cadena de complicidades en todos los niveles de gobierno.

Y efectivamente, el 27 de septiembre, el reincidente recuperó su libertad, en medio del más absoluto silencio oficial.

El Juez Segundo de Distrito de Baja California Sur, Francisco Javier Silva Anda, ordenó la liberación de una de las principales células del Cártel Arellano Félix, mismo que abandonó el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Ciudad Constitución.

El criminal obtuvo su libertad porque -según el juzgador-, “no se comprobó en autos el delito contra la salud en su modalidad de posesión de narcóticos, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos reservados para el uso exclusivo de las Fuerzas Armadas”.

En el razonamiento del dictamen, el representante del Poder Judicial de la Federación, prácticamente expuso que ni la PGJE ni la PGR demostraron fehacientemente que “El Gordo Vega” y su cómplice Tania Briseida Acosta Fierro “La Tania” eran los propietarios de la droga y armas que llevaban en su vehículo cuando fueron capturados, quienes llevaban consigo lo siguiente.

1.- Una báscula gramera de color beige con negro marca Tanita modelo 1476N.

2.- Una bolsa de plástico transparente conteniendo 22 cartuchos útiles calibre 7.62 milímetros.

3.- Un sobre color amarillo con 9 gramos de cristal.

4.- Un rifle de asalto AK-47 con cachas de color café, matrícula 1168, marca Woodland Hill S.CA y cargador abastecido con balas calibre 7.62 milímetros.

El juzgador federal basó su resolución en la tesis del principio de presunción de inocencia, que en materia procesal penal impone la obligación de arrojar la carga de pruebas al acusador.

Caso contrario sucedió con el otro cómplice de “El Gordo Vega”: Élmer Said Velarde Tapia “El Élmer”, quien -según el dictamen-, fue el único responsable de la portación de drogas y armas, mismo que recibió el auto de formal prisión y enfrentará el proceso desde prisión.

(SEMANARIO ZETA/ ZETA  Investigaciones / 07 de Octubre 2013)

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