La lista
incluye a una niña, un ecologista, un músico y 7 presuntos narcomenudistas
encabezados por Héctor Manuel Diarte Aguilar “El Cleto”. Por lo pronto, la
PGJE, encontró la osamenta de quien fue identificado como Ingin Joel Bautista
Hamburgo “El Hamburgo”
Con el hallazgo de
la octava fosa clandestina del año, la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE) de Baja California Sur resolvió el 30 de septiembre el caso de la
desaparición del joven Ingin Joel Bautista Hamburgo “El Hamburgo”, considerado
en el último mapa delictivo elaborado por autoridades federales y militares,
como parte de la estructura criminal de la banda de Héctor Manuel Diarte
Aguilar “El Cleto”.
El delito de la
privación ilegal del joven de 26 años era investigado bajo el número de
averiguación previa LPZ/804/AMP5/2012, después de que la noche del 23 de
diciembre del 2012, fuera levantado de un cajero de Banorte, localizado en la
oficina de Servicios Públicos Municipales al sur de la ciudad de La Paz, y
desde entonces no se supo de él.
Según las primeras
investigaciones de la PGJE, y con base a testimonios, la última persona con la
que tuvo contacto “El Hamburgo” fue con la joven Xóchitl Isbeth Diarte Ramírez
“La Cletita”, hija de “El Cleto” y de Francelia Ramírez Ramírez “La Cleta”,
actual jefa de la plaza del narcomenudeo en Todos Santos.
La noche en que
desapareció –de acuerdo a testigos de cargo—“tres personas de aspecto joven
habrían participado en el levantón de El Hamburgo y quienes portaban una
pistola y un arma larga”.
La PGJE supo de la
última fosa cuando agentes de investigaciones capturaron a Sergio Espinoza
González “El Coruco” o “El Tamalero”, quien después de ser sujeto a un largo
interrogatorio, terminó por confesar y confirmar haber participado en el
levantón, crimen e inhumación de Ingin Joel Bautista Hamburgo.
Según el expediente,
los investigadores del caso ya lo tenían bajo la mira porque había testimonios
y evidencias de ser uno de los responsables de la desaparición del joven.
Tras ser detenido,
en su confesión el delincuente dijo que en el homicidio también participaron
dos personas más: Pablo Alejandro Salas Chávez “El Guayabo” y Federico Jackes
Mejía “El Soldador” o “El Contador”, quienes actualmente están presos en el
Centro de Readaptación Social (CERESO) de La Paz por los delitos de robo con
violencia y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
El criminal dijo
recordar dónde habían enterrado a su víctima y llevó a los agentes
investigadores hasta un terreno localizado a 50 metros de una brecha que
conduce a una zona conocida como “Cañada de Palo Verde”, pasando la comunidad
de Los Planes al sureste de La Paz.
Sin necesidad de
presionarlo, expuso que primero lo levantaron, luego lo ejecutaron de un tiro
en la cabeza con una pistola 45; posteriormente lo sepultaron, enseguida
abandonaron el vehículo de la víctima y le prendieron fuego para borrar
evidencias por la carretera a la comunidad de San Antonio hacia La Paz.
La tarde en que fue
detenido “El Coruco” o “El Tamalero”, los agentes investigadores de la PGJE
iniciaron la excavación que terminó un día después con el hallazgo de la
osamenta de “El Hamburgo”.
En la escena del
crimen, los agentes encontraron un agujero de 2 metros de largo por 50 de ancho
y una profundidad de un metro. Dentro había restos humanos, la ropa y el
orificio en la cabeza coincidieron con la versión del criminal confeso.
Por lo pronto, la
PGJE preparaba la osamenta y los restos de la víctima para ser enviados a un
laboratorio de genética y ser sometidos a un estudio de ADN y confirmar que
efectivamente se trata de los restos de Ingin Joel Bautista Hamburgo; los
resultados podrían estar entre 30 y 45 días.
Durante el
interrogatorio, Sergio Espinoza González “El Coruco” dijo que los tres
presuntos responsables del crimen de “El Hamburgo” operaban para la banda del
ex jefe de la plaza de La Paz, Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco”, pero
después de haber sido asesinado el 15 de agosto del 2012, y tras quedarse a la
deriva, empezaron a delinquir por su cuenta, cometiendo robos, asaltos y
asesinatos por encargo.
El criminal confesó
saber de otros narcomenudistas que estaban en la misma situación y citó el caso
José de Jesús Vázquez Torres “El JJ”, hijastro de la regidora del PRI, Norma
Alicia Castañeda Quintero, quien es sujeto a investigación por la desaparición
de otras personas.
Al cierre de esta
edición, “El Coruco” fue sujeto a un arraigo de 30 días dentro del Centro de
Ejecución y Medidas Cautelares de la PGJE, donde podría surgir más información
sobre fosas clandestinas.
En tanto “El
Guayabo” y “El Soldador, rendían sus primeras declaraciones entorno al caso del
crimen de “El Hamburgo”.
LOS CASOS
PENDIENTES
Independientemente
de Ingin Joel Bautista Hamburgo, la PGJE todavía tiene 10 casos de
desapariciones sin resolver donde destaca una niña, un ecologista, un músico y
7 presuntos narcomenudistas. Son los siguientes:
1.- Juan
Carlos Pérez Cano “El Cacachi” o “El Muñeco”, desaparecido el 13 de abril del
2010.
2.- Lisset
Soto Salinas, desaparecida el 14 de octubre de 2010.
3.- Roberto
Romero Espinoza, desaparecido el 22 de noviembre de 2010.
4.- David
Sosa, desaparecido el 23 de octubre de 2011.
5.- Víctor
Hugo Soto Ortiz, desaparecido el 10 de julio de 2012.
6.- Héctor
Manuel Diarte Aguilar “El Cleto”, desaparecido el 10 de septiembre de 2012.
7.- Félix
Beltrán Beltrán, desaparecido el 15 de octubre de 2012.
8.- Omar
Cabrera Valencia “El Chino”, desaparecido el 11 de enero de 2013.
9.- Luis
Eduardo Higuera Peralta “El Gordo”, desaparecido el 5 de febrero de 2013.
10.- José
Isidro Castrejón Navarro “El Chilo”, desaparecido el 8 de marzo de 2013.
En suma, 3
desapariciones en 2010, 1 en 2011, 3 en 2012 e igual cantidad en 2013, las
cuales a 4 años de distancia no se han podido resolver, a pesar de que como en
el caso del narcomenudista Juan Carlos Pérez Cano “El Cacachi” o “El Muñeco”,
existen testimonio que apuntan hacia el ex secretario estatal de Seguridad
Pública, Lennin Rodríguez Aguilar y al agente de la Policía Estatal Preventiva,
Antonio Sánchez Hirales.
La propia esposa de
la víctima, Irasema Aguilar Aguilar, expuso en su declaración que “el día en
que su pareja desapareció recibió más de 10 llamadas del policía y le comunicó
que el funcionario quería verlo, porque pretendían que regresara a vender droga,
después de haber desertado para terminar su carrera en derecho”.
La mujer relató que
vio cuando su esposo se reunió Sánchez y Lennin, a quien se llevaron en una
patrulla de la Policía Estatal Preventiva la noche del 13 de abril de 2010;
desde entonces, no saben de él.
Pero junto a
historias como la de “El Cacachi” existen otras, donde los familiares y amigos
aportaron datos y ofrecieron nombres y apellidos de los presuntos responsables.
Sin embargo, de acuerdo con el Subprocurador de Investigaciones Especiales de
la PGJE, Isaí Arias Famanía, “los casos siguen bajo investigación, sobre todo
por la privación ilegal de todas estas personas, trabajando sobre las líneas de
investigación y poder dar en su momento con el paradero de los desaparecidos”.
Los criminales
Un integrante del
Grupo de Coordinación de Seguridad Pública puso en tela de juicio las
indagatorias y el avance en las investigaciones de la Subprocuraduría de
Investigaciones Especiales (SIE), en torno al caso de las desapariciones.
Y es que -de acuerdo
al miembro de este grupo interinstitucional-, la desaparición de Ingin Joel
Bautista Hamburgo “El Hamburgo”, pudo haber quedado resuelto desde enero de
2013, cuando dos de los tres presuntos responsables del crimen fueron detenidos
como autores materiales del delito de robo con violencia en agravio de dos
gasolineras de La Paz.
Los detenidos Pablo
Alejandro Salas Chávez “El Guayabo” y Francisco Jackes Mejía “El Soldador” o
“El Contador” tenían todavía en su poder la pistola escuadra calibre 45 con la
que se presume fue ejecutado “El Hamburgo”.
Según el integrante
del Grupo de Coordinación, el arma no fue sometida a una prueba de balística
para ver si “había sido utilizada en otro delito”, la cual pudo haber sido la
prueba clave para saber y confirmar que ambos detenidos -desde entonces-,
estaban implicados en el crimen del joven de 26 años.
El arma es “una
pistola corta tipo escuadra, color cromada, marca Ruguers, matrícula 6066 y
calibre 45”, la cual traía consigo “un cargar vacío y otro abastecido con 5
tiros”.
Los dos presuntos
responsables del crimen -la vez del asalto-, también fueron detenidos en posesión
de 2 rifles AK-47, calibre 7.62 milímetros x 39, color negro y dos cartuchos
abastecidos, con el número de serie D10283 y DT7479F, cuyo armamento fue puesto
a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación de la
Procuraduría General de la República (PGR).
Los delincuentes,
junto con un menor de nombre Kevin Daniel, atracaron dos gasolineras obteniendo
un botín de 7 mil 400 pesos, los cuales fueron capturados tras haber sido
perseguidos y sitiados en las calles de Unión y Bandera Nacional de la colonia
Diana Laura de La Paz.
Dejan ir a “El Gordo
Vega”
Ciudad Constitución,
Baja California Sur.- El narcomenudista Miguel Ángel Vega Ramírez “El Gordo
Vega” solo duró nueve días tras las rejas.
Cuando fue detenido
el 18 de septiembre por agentes de la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE), el encargado de operaciones de la zona norte de Comondú de la
banda de Noé Fregoso Sosa “El Hitler”, anticipó a sus captores que rápidamente
“saldría libre”, porque pagaba protección y la organización criminal tenía una
larga cadena de complicidades en todos los niveles de gobierno.
Y efectivamente, el
27 de septiembre, el reincidente recuperó su libertad, en medio del más
absoluto silencio oficial.
El Juez Segundo de
Distrito de Baja California Sur, Francisco Javier Silva Anda, ordenó la
liberación de una de las principales células del Cártel Arellano Félix, mismo
que abandonó el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Ciudad Constitución.
El criminal obtuvo
su libertad porque -según el juzgador-, “no se comprobó en autos el delito
contra la salud en su modalidad de posesión de narcóticos, portación de armas
de fuego y posesión de cartuchos reservados para el uso exclusivo de las
Fuerzas Armadas”.
En el razonamiento
del dictamen, el representante del Poder Judicial de la Federación,
prácticamente expuso que ni la PGJE ni la PGR demostraron fehacientemente que
“El Gordo Vega” y su cómplice Tania Briseida Acosta Fierro “La Tania” eran los
propietarios de la droga y armas que llevaban en su vehículo cuando fueron capturados,
quienes llevaban consigo lo siguiente.
1.- Una
báscula gramera de color beige con negro marca Tanita modelo 1476N.
2.- Una bolsa
de plástico transparente conteniendo 22 cartuchos útiles calibre 7.62
milímetros.
3.- Un sobre
color amarillo con 9 gramos de cristal.
4.- Un rifle
de asalto AK-47 con cachas de color café, matrícula 1168, marca Woodland Hill
S.CA y cargador abastecido con balas calibre 7.62 milímetros.
El juzgador federal
basó su resolución en la tesis del principio de presunción de inocencia, que en
materia procesal penal impone la obligación de arrojar la carga de pruebas al
acusador.
Caso contrario
sucedió con el otro cómplice de “El Gordo Vega”: Elmer Said Velarde Tapia “El Elmer”,
quien -según el dictamen-, fue el único responsable de la portación de drogas y
armas, mismo que recibió el auto de formal prisión y enfrentará el proceso
desde prisión.
Dejan ir a “El Gordo Vega”
Ciudad Constitución, Baja California Sur.- El narcomenudista Miguel Ángel Vega
Ramírez “El Gordo Vega” solo duró nueve días tras las rejas.
Cuando fue detenido el 18 de septiembre por agentes de
la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el encargado de
operaciones de la zona norte de Comondú de la banda de Noé Fregoso Sosa “El
Hitler”, anticipó a sus captores que rápidamente “saldría libre”, porque pagaba
protección y la organización criminal tenía una larga cadena de complicidades
en todos los niveles de gobierno.
Y efectivamente, el 27 de septiembre, el reincidente
recuperó su libertad, en medio del más absoluto silencio oficial.
El Juez Segundo de Distrito de Baja California Sur,
Francisco Javier Silva Anda, ordenó la liberación de una de las principales
células del Cártel Arellano Félix, mismo que abandonó el Centro de Reinserción
Social (CERESO) de Ciudad Constitución.
El criminal obtuvo su libertad porque -según el
juzgador-, “no se comprobó en autos el delito contra la salud en su modalidad
de posesión de narcóticos, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos
reservados para el uso exclusivo de las Fuerzas Armadas”.
En el razonamiento del dictamen, el representante del
Poder Judicial de la Federación, prácticamente expuso que ni la PGJE ni la PGR
demostraron fehacientemente que “El Gordo Vega” y su cómplice Tania Briseida
Acosta Fierro “La Tania” eran los propietarios de la droga y armas que llevaban
en su vehículo cuando fueron capturados, quienes llevaban consigo lo siguiente.
1.- Una báscula gramera de color beige con negro marca
Tanita modelo 1476N.
2.- Una bolsa de plástico transparente conteniendo 22
cartuchos útiles calibre 7.62 milímetros.
3.- Un sobre color amarillo con 9 gramos de cristal.
4.- Un rifle de asalto AK-47 con cachas de color café,
matrícula 1168, marca Woodland Hill S.CA y cargador abastecido con balas
calibre 7.62 milímetros.
El juzgador federal basó su resolución en la tesis del
principio de presunción de inocencia, que en materia procesal penal impone la
obligación de arrojar la carga de pruebas al acusador.
Caso contrario sucedió con el otro cómplice de “El
Gordo Vega”: Élmer Said Velarde Tapia “El Élmer”, quien -según el dictamen-,
fue el único responsable de la portación de drogas y armas, mismo que recibió
el auto de formal prisión y enfrentará el proceso desde prisión.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA Investigaciones / 07 de Octubre 2013)
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