DÓLARES, HASTA EN
LAS LLANTAS
Atestada la garita
en pleno lunes 23 de septiembre de 2013, minutos antes de las ocho en Mexicali.
Era el panorama en la garita centro de cruce hacia Calexico, y en la fila
estaba un joven de 27 años residente de Coachella, manejaba un Volkswagen
Passat 2001. Lo pasaron a revisión
secundaria. En un compartimiento “hechizo” del auto, los agentes de aduanas
localizaron 10 paquetes de metanfetamina que sumaron seis libras.
Apenas el miércoles
18 del mismo mes habían detenido a otro joven de 24 años residente de Calexico.
Manejaba un pick up Ford Ranger negro modelo 2000 donde los aduanales
encontraron 14 paquetes de cocaína pura que sumaron 33 libras.
Días antes, por el
mismo punto de revisión, los aduanales norteamericanos inspeccionaron el pick
up tipo Silverado, 1980 que conducía un hombre de 69 años residente de
Mexicali.
En el auto
detectaron anomalías en el tanque de gasolina y lo pasaron segunda revisión.
Ahí descubrieron 25 paquetes de mariguana y un paquete de metanfetamina,
instalada en una caja metálica soldada al tanque. Entre ambas sumaron 77 libras
de droga.
“No hay un perfil,
hay de todos tamaños, figuras y ocupaciones”, explica el oficial de Aduanas y
Protección Fronteriza John Campos en relación a quienes han sido detenidos
tratando de cruzar droga hacia el Valle Imperial. “Hay abogados, maestros,
oficiales de policía –que residen en– ambos lados (de la frontera)”, dice el
oficial de aduanas del gobierno norteamericano en entrevista con ZETA.
Respecto a las
formas de trasiego, el funcionario dice también son diversas. En los autos, en
las llantas, en el tanque de gasolina, en los neumáticos extras, en las
baterías del vehículo, en la parte del motor.
De quienes cruzan
caminando –con cantidades más pequeñas de droga, regularmente mariguana– la
esconden en la ropa interior, en las partes íntimas. O quienes intentan cruzar
caminando pero no por las garitas, como el grupo de seis indocumentados que
fueron detenidos al Este de la Garita II, con paquetes de mariguana
implementados como “back packs” con tape gris.
También han
recurrido a formas, entre sofisticadas y curiosas, como el intento de cruzar
sobre la barda una camioneta con droga, le pusieron un par de canaletas
metálicas pero el auto se atoró, quedando sobre la barda.
O el uso de
“cañones” hechizos, un tubo alimentado con aire comprimido a través de un
compresor y operado con la batería de un auto, para lanzar pelotas de droga
hacia el lado americano.
Otro, el detectado
por policías municipales de Mexicali donde, a unas cuadras de la Garita I
sorprendieron a sujetos lanzando –tipo beisbol– pelotas de mariguana.
O el caso
excepcional de un ultraligero que fue localizado hace un mes cerca de la zona
de Salton Sea –al Norte de Brawley– cargado con cerca de 200 kilos de
mariguana.
Otro más, apenas la
madrugada del domingo 29 de septiembre de 2013 cuando agentes de la Patrulla
Fronteriza detectaron dos autos cruzando la frontera por la zona de Ocotillo.
Dos camionetas, una
tipo Jeep Cherokee y otra Toyota Four Runner fueron abandonadas cargadas con
mil 881 libras de mariguana. Tres individuos huyeron corriendo hacia el lado
mexicano pero uno de ellos –40 años, sin documentos– fue detenido.
FLUJO DE IDA Y VUELTA: INCESANTE
También usuarios de SENTRI
trasiegan
El 18 de enero de
este año, una carga de cajas con pepinos fue revisada en la Garita Comercial
Mexicali-Calexico. Eran 336 paquetes de la carga, pero entre los pepinos los
agentes aduanales localizaron 2 mil 791 libras de mariguana.
Y no ha sido la
carga más grande, a mediados de julio por esa misma garita fue revisado un
camión de carga tipo Kenworth que transportaba monitores de computadora.
Entre el equipo
electrónico encontraron 2 mil 471 paquetes perfectamente acomodados, pero
repletos de mariguana. Sumaron 35 mil 274 libras, más de 17 toneladas.
A la par también hay
envíos de regreso, por eso la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha
implementado un operativo de revisión en los carriles de autos que desde
Calexico llevan hacia Mexicali.
En esa revisión no
permanente el sábado 30 de agosto de 2013, quince minutos antes de las 6 de la
mañana revisaron un pick up Toyota Tacoma 2001 donde encontraron 654 mil
dólares en efectivo.
Un mes antes, el
miércoles 17 de julio revisaron un Honda 2005 Accord. En el tanque de la
gasolina, en bolsas de plástico selladas al vacío había 42 paquetes con
billetes que sumaron 762 mil 930 dólares.
Se trata de un flujo
incesante, una suerte de juego del gato y el ratón donde los agentes de Aduanas
y Protección Fronteriza –CBP por sus siglas en inglés– deben estar alertas.
“No vamos a mostrar
los secretos que usamos”, sostiene el oficial John Campos, quien explica cómo
los oficiales de aduanas acuden durante cuatro meses a cursos de entrenamiento
especializados donde refuerzan sus habilidades. Aparte hay unidades caninas,
rayos X, bases de datos que son compartidas por las diversas agencias
gubernamentales.
El agente hace mutis
cuando se le pregunta si además reciben “tips”, avisos, sobre probable cruce de
droga.
El área de Customs
and Border Protection depende de la Oficina del Departamento de Seguridad
Nacional –Department of Homeland Security–, de donde también se deriva la
Patrulla Fronteriza, encargada de la instalación de varios Puntos de Revisión
además del resguardo de la frontera.
Eso implica que los
oficiales de la Patrulla Fronteriza –Border Patrol– no solo traten de evitar el
cruce de personas indocumentadas, sino además el cruce de drogas.
“Toda persona que,
en vehículo, caminando, en trasporte, con mercancía tiene que ser inspeccionado
por un oficial de Aduanas y protección fronteriza”, explica Campos, quien
refiere cómo se auxilian por aparatos de cada vez más sofisticada tecnología,
que van desde rayos X, sensores de densidad, sensores de radiaciones. Todo eso
implica que los vehículos –por ejemplo– pueden ser revisados de una manera más
rápida, aunque en caso de detectar “algo” los agentes tienen que confirmar ahí
mismo, antes de pasar los vehículos a inspección secundaria.
¿DÓNDE, CÓMO?
Metanfetaminas,
cocaína y mariguana decomisos comunes
Entre las mil
formas, intentos de cruce, resaltan algunos por ser relativamente novedosas.
Por ejemplo lo que ha sucedido con droga localizada en las baterías de uso del
vehículo.
Para eso arman una batería mucho más pequeña
–que es la que realmente funciona– y la ensartan en el cascajo de una batería
más grande, rellenando los espacios regularmente con paquetes de metanfetamina
o cocaína.
“Dime una parte del
vehículo y ahí encontramos droga”, asume el Oficial de Aduanas y se refiere a
compartimientos especiales, con mecanismos –incluso mixtos– para abrir, sea una
palanca, una luz, un freno, o los tres a la vez. O tanques de gasolina que son
revisados con cámaras de fibra óptica. O llantas, paredes dobles, extras.
“Nuestros agentes no
van a soltar un auto hasta estar seguros de que no hay nada”, advierte Campos,
y eso implica que pueden estar horas y horas buscando droga en el vehículo. Eso
sí, explica que hay un procedimiento administrativo , una suerte de seguro,
para que en caso de que el vehículo sea desarmado, incluso descompuesto y no se encuentre nada, el ciudadano pueda
reclamar un pago por indemnización, el cual lleva un trámite administrativo.
Pero en caso de
localizar alguna droga el auto pasa a la esfera del gobierno norteamericano, es
requisado junto con el estupefaciente.
A la vez los
detenidos son remitidos a otra instancia que se encarga de dar seguimiento a la
investigación en tanto los cruza droga son trasladados a una prisión local
primero y posteriormente a la federal, mientras sigue el proceso judicial.
El oficial Campos
comenta que “no hay muchos” pero si se han presentado casos de detenciones de
ciudadanos con tarjeta Sentri que han sido descubiertos al tratar de cruzar el
auto con enervantes.
El aduanal acepta que, pese a que han tenido
mucho éxito, hay droga que sigue cruzando.
“Es imposible para
nosotros, no se puede decomisar toda la droga”.
Es la zona del Valle
Imperial, misma que un tiempo fue conocida como “El corredor de la cocaína” y
donde a mediados de los 90 se detectaban toneladas de cocaína intentando ser
cruzadas hacia el Norte para un mercado que reclama además mariguana, heroína,
metanfetamina.
La frontera entre
Mexicali y Calexico es la tercera zona
más dinámica –en cruces– entre México y Estados Unidos, solo superada por la de
San Ysidro-Tijuana y la de El Paso-Ciudad Juárez.
“Es una de las más
dinámicas, con todo lo que eso implica”, resumió el oficial John Campos.
Los números
-Por las dos garitas
entre Mexicali-Calexico cruzaron el año fiscal 2012 un total de 7 millones 37 mil 33 autos y cinco millones
107 mil 250 peatones
-Datos de la
Patrulla Fronteriza muestran que en el Sector de El Centro –el Valle
Imperial, que incluye desde la sierra
hasta Yuma– en el 2010 decomisaron 5 toneladas de droga, y en el 2011 fue un
total de 25 toneladas, 17 de éstas fueron de mariguana.
(SEMANARIO
ZETA/ Sergio Haro / octubre 7, 2013 12:00 PM)
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