martes, 1 de enero de 2013

"MI HIJO YA DESCANSA CON SUS ABUELOS, PERO ESO A MÍ NO ME SATISFACE", MADRE DE JOVEN LINCHADO EN TEPITO



Guadalupe Balderas, madre de joven linchado en Tepito. A 3 días de su muerte, la familia de Josafat continúa el novenario en honor del joven.

Una unidad del sector Morelos lo rescató, sin embargo, perdió la vida camino al Ministerio Publico, que se ubica en la calle de Peralvillo casi con Granada de la colonia Morelos, delegación Cuauhtémoc.

Leticia Fernández
Ciudad de México • En la habitación permanece el estetoscopio y el baumanómetro, un bafle, las pesas, el teclado y la computadora. 

Las credenciales que lo acreditan como estudiante de medicina y pasante en el Hospital General Valle Ceylán.

La ausencia de Josafat Hasan López Balderas en la casa que compartía con su madre es patente, todas sus cosas están ahí, las fotografías cuando era bebé, la bicicleta con la que solía transitar en sus ratos de ocio.

Afuera, en la calle, quedó estacionada la camioneta que habían comprado para él, un premio que Guadalupe, su progenitora, le entregaría el mismo viernes en que fue asesinado en el Barrio Bravo de Tepito.

“Era un chico muy deportista, muy alegre, muy estudioso, estaba enamorado de su carrera futura, ya iba a pasar al sexto semestre, estaba haciendo su servicio en el Hospital Ceylán iba a pasar al Hospital de Balbuena”, recuerda la mujer.

Hasan era alumno de la universidad Justo Sierra, todos sus compañeros estuvieron en su funeral, incluso el director de carrera. También sus amigos de la infancia, su familia, pero faltó su novia. Ella está en Yucatán haciendo su servicio social.

La frase es dura pero cierta: “Estoy con Dios y con mis abuelos”. Así se lee en un lienzo que pende de la cruz de flores que compraron para montar el altar del joven universitario.

Ahí, sobre el piso está otra cruz más, la hicieron de cal y pétalos de rosas, la rodean decenas de flores y un silencio que noche a noche se pierde con los rezos del novenario.

La madre de Hasan se dice fuerte pero anuncia el principio y fin de su familia tras el homicidio de su hijo menor a manos de comerciantes que fueron alertados erróneamente de que se trataba de un ladrón.

Su marido está enfermo, es diabético y tiene un marcapasos. Guadalupe augura que en un futuro cercano él y ella, quizá, alcancen a su hijo que hoy pernocta en la tumba con sus abuelos en un panteón alejado de la ciudad, está en Milpa Alta, sobre la carretera federal a Oaxtepec.

Frente al altar que montó, la mujer presume que el viernes 28 de diciembre, cuando su hijo llegó a Tepito, fue víctima de un asalto y al oponerse los agresores le aplicaron la “llave china”.

“Estoy segura que él quiere que yo este tranquila incluso se decidió enterrarlo junto con mis padres, el ya está descansando con mis padres, mis padres lo querían mucho, pero eso a mí no me llena, eso no me lo va a revivir”, reitera.

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