Julio Antonio Molinet/ El Diario de El Paso |
Autoridades
del Distrito Escolar Independiente de El Paso (EPISD) identificaron al agente de
la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que aterrorizó al equipo de
basquetbol de la Henderson Middle School al bloquear y abordar el bus donde
viajaban los niños de entre 11 y 14 años de edad, el pasado jueves.
Se
trata de Miguel A. Delgado Jr., de 28 años, quien enfrentará los cargos
correspondientes a un delito menor clase C, castigado con una multa que no
excede los 500 dólares, situación que indignó a familiares, abogados y
derechohumanistas de la región.
“Esa sanción que le están dando es una
burla, es una ridiculez”, dijo indignado el padre de familia José Robledo, cuyo
hijo estaba en el autobús escolar.
“Yo pienso que la vida de los chavos
vale más; yo pienso que la vida de un hijo no tiene precio y ese hombre puso en
riesgo la vida de todos los que iban en el camión”, dijo.
Robledo
solicitó “una sanción más severa” para el oficial Delgado, para que “escarmiente
y no vuelva a cometer una negligencia como ésta”. Y sumó: “pero nosotros no
sabemos qué más hacer”.
Los padres entrevistados señalan que el pasado
jueves iban a bordo del camión alrededor de 35 estudiantes. Además del conductor
de la unidad viajaban otros tres adultos, dos coaches y la novia de uno de
estos.
El abogado Sergio Coronado estuvo en desacuerdo con el proceder
del agente de CPB Delgado. Sostuvo que aunque desconocía a profundidad el caso
“si existen algunos elementos que pudieran resultar cargos en contra de él
(Delgado)”. Citó que una de las posibles imputaciones pueden estar sustentadas
en el hecho de que el agente de CBP “se puso delante del camión para obstruir su
paso”. Y explicó: “Es un delito por manejar imprudentemente por lo que se le
puede penalizar con hasta 30 días en la cárcel y multa de 500
dólares”.
Coronado advirtió que otra de las imputaciones probables está
relacionada con “las ofensas dichas”. “Si particularmente los llegó a amenazar
estaríamos presente del delito de amenaza terrorista. Es un delito que pude
llevar cárcel y multa, pero tenemos que saber que sucedió en
realidad”.
De igual forma “si se metió delante del camión, lo hubiera
chocado, el auto que del agresor puede considerarse como un arma mortal.
Estaríamos delante de un delito mayor, felonía, que implica prisión desde dos y
hasta veinte años y una multa que no exceda los 10 mil dólares”, dijo.
El
abogado Coronado insistió en que, este tipo de acciones “están fuera de lo
normal, es como retener a una persona”. Dijo que “el agente debió tomar los
datos del autobús, llamar a la Policía, decirles lo que pasaba y que ellos
fueran quienes se encargaran de detener el autobús e
investigar”.
Precisó: “Eso no estuvo bien, este hombre tomó la justicia
por sus propias manos y estuvo a punto de causar un daño mucho mayor del que él
supuestamente había recibido”. Finalmente, Coronado recomendó: “No debemos dejar
que el enojo se nos suba y dañemos a otras personas. Eso no lo aprueba la
ley”.
El director político de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos
(BNHR), José Manuel Escobedo, dijo que es entidad tiene “algunas personas que
ahorita están haciendo su investigación sobre ese incidente, pues lo que es
cierto es que si es una situación muy seria”.
Advirtió que “si nosotros
vemos que si hubo violación de los derechos civiles de las personas que iba en
el bus nosotros vamos a hacer todo lo posible porque se rindan cuentas”.
Escobedo dijo que las indagatorias se están llevando paso a paso con el objetivo
de “saber qué pasó y cómo pasó.
Reneé de Santos, vocera de EPISD, informó
que Delgado fue citado “por irrumpir en un autobús escolar. En las indagatorias
está participando Asuntos Internos de la oficina de Aduana y Protección
Fronteriza y las autoridades del distrito y del campus continuará reuniéndose
con los padres para atender sus inquietudes”, concluyó a través de un comunicado
enviado a esta redacción.
De acuerdo con la legislación vigente en Texas,
irrumpir en un transporte de manera intencional, impedir su circulación o
interferir cuando se están trasladando niños a la escuela o de regreso, o una
actividad patrocinada por una escuela en un vehículo privado u operado por un
condado o distrito escolar independiente, es un delito menor de Clase C y es
castigado con una multa que no exceda de los 500
dólares.
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