miércoles, 8 de febrero de 2012

GOBIERNO MAÑOSO


El 1 de febrero entró en vigor una ley estatal que grava con un 4.5 por ciento todo extracto que contenga una graduación de alcohol del 3 por ciento o más. 

Ante la inconformidad de los sectores vitivinícola y restaurantero el Gobierno de Osuna hizo un decreto para exentar el vino de esta tasación que si acaso generará 100 mil pesos de ingresos a Baja California.

Francisco Navarro Fausto
El gobierno de Baja California hizo un enredo fiscal. Creó un impuesto a bebidas con graduación alcohólica para supuestamente inhibir el consumo de las mismas, pero al mismo tiempo acordó con la cámara de diputados local que se publicaría un decreto para exentar el vino y evitar que los productores de otros licores se amparen ante la nueva ley de impuestos del estado.

Todo como una medida recaudatoria desesperada que ha generado más confusión en el sector vitivinícola y restaurantero. Y para colmo, su beneficio en cuanto a los recursos que podrá generar para la entidad está en tela de duda.

Desde el miércoles 1 de febrero entró en vigor el Impuesto Estatal a la Venta Final de Bebidas con contenido Alcohólico, que grava con un 4.5 por ciento todo extracto que contenga una graduación de alcohol del 3 por ciento o más.

Dicha reglamentación no considera que se cobre impuesto al vino nacional ni a la cerveza, con lo que no se afectará a los productores de vino de la región, pues será el consumidor final quien absorberá el costo, según dio a conocer el Secretario de Planeación y Finanzas, Manuel Aguilar Bojórquez.

De acuerdo con el funcionario, lo anterior está basado en un exhorto enviado el 30 de diciembre al Gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, para que publique un decreto administrativo y exente del pago por impuesto sobre producción, ampliación o transformación del alcohol y bebidas alcohólicas, los vinos de producción, sobre producción, ampliación o transformación del alcohol y bebidas alcohólicas, a los vinos de producción local; documento que se firmó el miércoles pasado y se espera sea publicado hoy viernes 3 de febrero.

Cabe recordar que el 30 de diciembre del año pasado, en el Diario Oficial del Estado se publicó la Ley de Ingresos para Baja California, y las reformas a la Ley de Hacienda del estado, mismas que consideraban incrementos en el pago de algunas contribuciones vigentes, debido a que en 2012, la entidad deberá contrarrestar un déficit de 970 millones de pesos dado que dejó de percibir recursos por el concepto de tenencia.

La desesperada medida del gobierno estatal por recaudar impuestos ya levantó ámpula en diversos sectores de la región. Y es que con este cobro, serían tres los impuestos que los comensales tendrían que pagar por una bebida que contenga alcohol, IVA (11 por ciento), IEPS (16.5 por ciento) y el impuesto estatal (4.5 por ciento), lo que eleva el precio del producto en un 40 por ciento.

De entrada, el pago de la contribución afectará al sector restaurantero porque ellos tendrán que trasladar el costo adicional al comensal. Así lo dio a conocer el Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en el Estado, César Escandón Ojeda.

Agregó que independientemente de que se cobre o no el nuevo gravamen al vino nacional la recaudación en impuestos a las bebidas alcohólicas que hace el gobierno federal eleva su costo aproximadamente en un 30 por ciento.

Tan sólo de Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un 11 por ciento que sumado al 16.5 del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) dan el 27.5 por ciento, lo que se paga por un vino mexicano, por lo que resulta más barato comprar un vino importado.

ZETA visitó algunas tiendas de autoservicio y pudo constatar que un vino tinto promedio de origen español o chileno ronda los 70 pesos, mientras que los que son producidos en el estado cuestan entre 80 y 90 pesos.

Eso no es todo, de acuerdo con Ignacio Ochoa Alldredge, socio del despacho fiscal Güereña y Ochoa, se trata de un “un impuesto hecho al vapor”, que no fue bien planeado, prueba de ello es que los ingresos que el gobierno estatal piensa recaudar en 2012 por dicho concepto apenas serán de 100 mil pesos.

Por su parte, el contador Jesús Chávez Rivera mencionó que apenas se aplique el impuesto existe la posibilidad de que productores de bebidas con graduación alcohólica como es el tequila, presenten juicios de amparo ante la inconformidad por el cobro del impuesto.

Ley enredosa
Aunque el Impuesto Estatal a la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico se incluye en una adición del capítulo XXI de la Ley de Hacienda del Estado, misma que se publicó en diciembre pasado, dicho documento no menciona que el vino tendría una exención de la tarifa en cuestión.

La reglamentación grava la venta final de bebidas con contenido alcohólico en envase cerrado, a excepción de la cerveza. La base es el precio de venta sin incluir IVA ni IEPS. El documento precisa que el impuesto se incluirá en el precio de venta y no deberá trasladarse ni señalarse en forma expresa.

El artículo 156-39 menciona que “los distribuidores o comerciantes que enajenen las bebidas a que se refiere el artículo 156-33, a quienes a su vez venderán en envase cerrado las citadas bebidas, estarán obligados a llevar un registro mensual de estas personas, debiendo de recabar de ellos y conservar una copia del registro ante el Estado”.

Agrega que quienes no cumplan con la obligación señalada en el párrafo anterior serán responsables solidarios del impuesto que se dejase de pagar respecto de las bebidas enajenadas por ellos. La tasa de dicho gravamen será de 4.5 por ciento y no se causará por la presente contribución el Impuesto Adicional para la Educación Media Superior.

El documento entró en vigor el 1 de febrero de 2012; el segundo transitorio del decreto indica que el impuesto relativo a los dos primeros meses de vigencia se podrá presentar por esta única vez de forma bimestral dentro de los 25 días del mes siguiente a que termine dicho período.

Impuesto al consumidor
Para el economista Rubén Roa Dueñas el apartado 156-36 del capítulo que contempla la Ley de Hacienda del Estado, indica que el gravamen a la venta final de bebidas alcohólicas no debe ser desglosado, en otras palabras “lo van a esconder al consumidor. Ya va incluido en los impuestos, no te lo van a decir. Otra cosa, el impuesto es antes de que sea aplicado el del IEPS, y el IVA.

“Pero hay un punto de acuerdo con fecha del 30 de diciembre de 2012 para exentar del pago de este impuesto a los productores locales. Lo firman todos los diputados. Aparte hay un oficio donde el presidente del congreso formula el acuerdo para que el gobierno del estado publique un decreto para exentar del pago por impuesto sobre producción, embasamiento o bebidas alcohólicas a los vinos de producción nacional”, agregó.

El entrevistado dijo que una vez publicada la ley se debe esperar a que surta efecto para luego aplicar el decreto que exenta a los productores de la región.

“Esto es un contrasentido. Ésa es la única forma para exentar, y para beneficio de los vinos locales, porque si en la Ley se incluía que estuvieran exentos, los vinos, los productores o comercializadores de tequila por ejemplo se iban a amparar y a tumbar la Ley.

“Ésta es una maniobra (el decreto) para proteger a los productores de vino adicional a la ley publicada. Si el gobernador no emite el decreto lo pagan todos. Y sería un duro golpe a los productores del vino nacional. A eso súmale toda la problemática por la que están atravesando, un impuesto adicional al IEPS, ausencia de agua, y de créditos disponibles para financiar su crecimiento en maquinaria, y de la producción, eso les dificulta competir con vinos del extranjero”, finalizó.

Las contradicciones
El abogado fiscal Ignacio Ochoa Alldredge precisó que conforme a los antecedentes legislativos del impuesto se precisa que éste no tiene un fin recaudatorio, sino extra fiscal, al pretender inhibir el consumo de bebidas alcohólicas, por ser dañinas para la salud.

“Sin embargo esto es contradictorio, puesto que grava de igual manera la venta de bebidas alcohólicas, independientemente de la graduación alcohólica que tengan de las mismas. 

A manera de ejemplo, se impone la misma tasa a una botella de vino de mesa importado y a una botella de vodka, no obstante que los grados de alcohol difieren sustancialmente, por ende, si el vino de mesa importado tiene menor graduación alcohólica, causa menos perjuicio para la salud, y por ello, debe de ser gravado de menor manera que una bebida con mayor graduación, que causa más daño, como en este ejemplo lo sería el vodka”.

Mencionó que lo correcto hubiera sido establecer distintas tasas para cada bebida, dependiendo de su graduación alcohólica, tal como lo hace la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).

No sólo eso, agregó que la ley no define claramente cuándo se considera que existe una “venta final”, y con ello no se respeta el principio de legalidad tributaria que exige que todos los elementos de la contribución estén debidamente previstos en la ley, a fin de que no haya incertidumbre para el contribuyente.

El fiscalista sentenció que el nuevo impuesto genera inequidad, al tratar de manera desigual a aquel que vende el producto en envase cerrado, con el que vende el mismo producto en envase abierto o por copeo, ya que en este último caso no se grava a la venta.

Sí habría afectación
Por su parte César Escandón Ojeda, ex titular de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), dijo que directamente a quien más le afecta el nuevo impuesto será al consumidor, mientras a ellos como comerciantes les perjudica “porque si llegan a aplicar el impuesto al vino, los clientes no van a consumir el producto mexicano porque éste es el que tiene el impuesto más alto comparado con otros, y esto es un abuso que hace el gobierno”.

Molesto, el representante del sector afirmó que el gobierno (estatal) no piensa en proteger a nadie, pues siempre están afectando a los empresarios; prueba de ello es que “están más baratos los vinos chilenos, españoles, nosotros no podemos comprar ese tipo de vino, porque estamos promoviendo lo nacional. Y no nos dan un apoyo por ello. No le dan apoyo al empresariado”, sentenció.

Escandón enfatizó que en lugar de gravar el producto local se debería poner impuestos a productos de importación pues el empresario cautivo es quien tiene que hacer frente al pago de todo tipo de impuestos que imponen los tres niveles de gobierno.

“El gobierno busca cómo sacar dinero para poder vivir sin trabajar realmente, qué hacen por nosotros, aquí no se ve nadie que quiera defender a los vinicultores, o al empresariado que estamos trabajando, que somos los que estamos viendo realmente por nuestra ciudad, nuestro país. Dicen que apoyan, pero por otro lado les está cobrando la factura, nos apoya cobrándonos. Siempre se ha trabajado con el dinero de nosotros”, acotó.

Luego hizo un llamado para que los diputados locales hagan su trabajo de representación, sin importar el color del partido, y que en consecuencia soliciten que este impuesto sea retirado.

Encarecen el producto
“Realmente no sé qué está pasando, y así es como también piensan las demás vinícolas,  al ver que existe la posibilidad de que van a aplicar este impuesto adicional para cualquiera de los vinicultores, es incongruente porque como productor de la región no se nos hace lógico que en el propio estado que produce más del 60 por ciento del vino nacional tengas que pagar”, externó un productor de vino en la región que pidió que se omitiera su nombre.

Llegar a aplicar cualquier tipo de carga tributaria a la producción del vino castigaría aún más al productor local, que genera derrama económica con la ruta del vino y las actividades que se generan en torno a ella.

“Éste es de 4.5 y luego le agregas el IVA del 11 por ciento, más el IEPS de 16.5, entonces estás diciendo que se vuelve un 40 por ciento en puros impuestos, entonces lo que van a hacer es que al momento que el último consumidor, adonde va dirigido el impuesto, a la hora que va a comprar en el punto de venta tendrá que optar por productos de alguna manera más económicos y estamos conscientes que hay productos importados más baratos”.

El entrevistado agregó que el cliente busca que le rinda el dinero, lo que podría generar que se deje de vender el producto local. “Aunque es para el consumidor final, y la ley dice que es en envase cerrado, si yo restaurantero voy a darte el servicio no soy el consumidor final. No entiendo cómo le van a hacer al momento de pagar este impuesto”, acotó.

Decreto firmado
La implementación del nuevo sobreprecio iniciada esta semana puso en alerta a los productores de vino y otros sectores, es por ello que para calmar los ánimos el Secretario de Planeación y Finanzas aclaró a ZETA:

“El impuesto se aplica así como viene la disposición de la Ley de Hacienda, sin embargo es oportuno hacer la aclaración que cuando se aprueba también, en ese momento se aprueba el que el Ejecutivo elabore un decreto para exentar también a la enajenación del vino, argumentando que la producción que se realiza en Baja California es la más importante del país, por eso la ley es sin necesidad de afectar la venta de vino”.

Bojórquez subrayó que si bien es cierto que la cerveza es la única bebida alcohólica que no estará sujeta a la Ley de Hacienda del estado, también se aprobó la exención del gravamen en el caso del vino.

“Entra en vigor el 1 de febrero, el primer pago provisional de este impuesto a empresas que enajenen bebidas con graduación alcohólica en Baja California será hasta el 25 de abril. Febrero y marzo se juntan. Y después en forma mensual. El decreto en el que no se cobra a los vinos entra en vigor el 1 de febrero”.

Respecto al tema, el Presidente de la Congreso del Estado, Máximo García López mencionó que el asunto del vino ya estaba previamente acordado en el Congreso.

“La cerveza no se grava porque hay una disposición federal, para que puedas exentarlo (el cobro al vino) primero debes cobrarlo. Sino podría generar un movimiento jurídico, porque no lo estaba haciendo un impuesto general”.

Dijo que aunque el diputado Francisco Vega de la Madrid envió un exhorto al Congreso para que el gravamen no sea aplicado la realidad es que “nunca ha existido la posibilidad de que se les vaya a cobrar, esta falta de información generó todo”.

Lo que sí afirmó es que finalmente se le agregará un impuesto a las bebidas alcohólicas en envase cerrado para que el estado se haga de ingresos, pero en ningún momento se pensó aplicarlo a los productores vinícolas, “porque, por un lado, se están generando políticas públicas para un mayor beneficio para ellos, pues (la ruta del vino) es un atractivo para el turismo y toda la derrama que generan y sabemos lo mucho que le batallan para sacar la producción, bonitos nos veríamos haciéndole el caldo gordo cobrándoles más cuando realmente debemos impulsar políticas que beneficien a la industria vinícola”.

El diputado finalizó diciendo que los productores y quienes comercializan el producto no deben preocuparse, pues el pago lo hará el consumidor final. En otras palabras, quedamos en las mismas.

Cabe recordar que el miércoles 1 de febrero, el gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán, firmó el decreto de exención del impuesto, del 4.5 por ciento a la venta final del vino.

El mandatario diría que el acto administrativo que corresponde aplicar al Ejecutivo estatal, causará efectos a partir de hoy viernes, cuando se publique en el Diario Oficial del Estado.

Falta protección al productor
“Lo que pasa es que hace falta más protección del gobierno estatal, porque la industria vinícola es de las más fuertes del país, y sorprende a muchos que lancen el 4.5 sobre todo excepto la cerveza. En esa parte como que el gobierno estatal no lo vio claro y formó una nube gris con decir que es un impuesto extra fiscal con el que van a inhibir el consumo del alcohol, aprovecharon finalmente la inercia de que el gobierno tiene un menoscabo en el presupuesto”, expuso en torno al impuesto a bebidas alcohólicas el contador público certificado, Jesús Chávez Rivera.

“Están tomando por ese lado, pero es cierto, ¿cómo es posible que un vino extranjero te cueste más barato que el local?”, cuestionó. Luego especificó que el gobierno estatal no agregó la exención del pago del impuesto al vino en la ley, para evitar la inconformidad con los otros productores de bebidas con graduación alcohólica, con la posibilidad de que a futuro se pudieran amparar. Sin embargo reconoció que eso no será una limitante para que en su momento surjan litigios en contra de la disposición, por lo que resumió:

“De alguna manera se tiene razón (en la ley) porque empieza la supuesta inequidad, y obviamente empiezan a prosperar los amparos, que sin embargo esto no a va a ser una limitante. Lo más probable es que en el caso de productores de tequila y otras bebidas que los está contemplando la ley obviamente van a tratar de buscar un motivo de amparo para que su producto no se encarezca”, completó.

Revertir solicitud: Francisco Vega
El Presidente de la Comisión Especial de Impulso a la Industria Vitivinícola en la LXI Legislatura Federal, Francisco Vega de Lamadrid dijo unirse a los productores de vino de la región en la solicitud de eliminar la disposición donde se considera gravar bebidas alcohólicas.

“El sector vitivinícola ya dio su posicionamiento y está en contra de ello. No es conveniente y contraviene a las políticas en donde estamos buscando promover el estado para generar empleo, atraer oportunidades y atraer al turismo para ser más competitivos.

“Eso se debería revisar y estamos solicitando tanto al congreso como al Ejecutivo que tome bien esta solicitud o revierta la disposición donde se pretende cobrar este impuesto al vino. O se re-dirija el mismo”, determinó el legislador.

El funcionario federal aprovechó para mencionar que en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de Ley que fomenta la industria vitivinícola, con la cual “se trata de dar coordinación y compromiso a los tres niveles de gobierno para impulsar nuestra industria, en ella se contempla un consejo certificador del vino para que nuestros vinos en Baja California esté certificado y sea más atractivo al cliente”.

A la par indicó que como Presidente de dicha comisión especial envió oficios al congreso bajacaliforniano así como al Gobernador José Guadalupe Osuna Millán buscando que la autoridad rectifique la medida en cuestión y se puedan hacer las modificaciones a la brevedad, dentro de la Ley de Hacienda Estatal.

El funcionario englobó que el 90 por ciento de los vinos que se producen a nivel nacional son elaborados en el estado y la industria genera entre 9 mil y 10 mil empleos. Aparentemente Vega de Lamadrid desconocía todavía el tema del decreto que, al menos en teoría, solucionará el problema que el mismo gobierno estatal creó.

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