jueves, 26 de enero de 2012

TRES DE LOS CINCO HOMBRES ASESINADOS EN LA FEG, ESTABAN VIVOS


Los cuerpos fueron sepultados en el área de las canchas deportivas del inmueble de la FEG.

El Occidental/ Rodolfo Chávez Calderón
Tres de los cinco hombres asesinados en el interior del edificio de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), aún estaban vivos cuando los arrojaron a las fosas clandestinas que, para sepultarlos, fueron abiertas en las canchas deportivas por orden de David Castorena, presidente electo del organismo estudiantil y del supuesto autor material del crimen, Jorge Gerardo Gómez Flores, alias "Don George" o "El Tatuado".

De acuerdo con la declaración rendida por mozalbetes que participaron en la excavación de las fosas, "todavía hacían ruido", cuando les echaron cal encima, para impedir que avanzara el estado de descomposición y que los malos olores terminaran por delatar el sitio donde estaban enterrados.

En sus investigaciones la Procuraduría de Justicia pretende aclarar la participación del ex presidente de la FEG Israel Mariscal, así como del señalado por los involucrados como "el jefe del actual presidente David Castorena", que viene a ser uno de los líderes morales de la FEG, precisamente "Mayo" Ramírez. 

Era la tarde del 9 de diciembre del año pasado, a eso de las 12:30 de la tarde, cuando uno de los testigos llegó al edificio "Hermenegildo Romo", de la calle Carlos Pereyra número 100. Este joven declaró a la Procuraduría de Justicia que habiendo sido presidente de una escuela secundaria, el anterior presidente de la FEG, Israel Mariscal, lo nombró coordinador de Secundarias. El caso es que al igual que muchos otros muchachos que "hacían lo que fuera para que la FEG saliera adelante", se pasaba horas y horas cada día dentro del inmueble en espera de recibir órdenes de David Castorena, quien siempre se desempeñó como su jefe.

EL HECHO
Ese mediodía "cuando iba a la oficina, vio en la rampa a 'Don George', al que acompañaban un señor y cuatro chavos". No dio importancia al hecho, puesto que en esas oficinas se atiende normalmente a toda clase de personas, por lo que es normal que "entre gente ahí".

"Platicaba con Maricruz, la secretaria de David Castorena, cuando escuché gritos 'no, noo' y enseguida varios disparos, que pudieron ser desde dos hasta cinco, por lo que salí hacia el pasillo que conduce a la Presidencia de la FEG y vi que 'Don George' tenía una pistola en la mano y se la estaba poniendo en la cintura. Se me acercó entonces David Castorena y muy alterado me dijo 'rápido c... ayuda a cerrar las ventanas y puertas del edificio, ve a sacar a la gente que esté dentro". Mientras, otros subalternos hacían lo propio, entre ellos reconoció a "El Panda", "El Tibu", "Paloma", "El Mario" y otros.

Fue entonces cuando David Castorena lo envió a que buscara en las canchas deportivas de la parte de atrás del edificio, la zona propicia para escarbar un pozo profundo y que se llevara con él a los mencionados y a otro apodado "El Cihua", a quienes se les unieron después "El Costel", "El Gordo", "El Pelón" y "El Gronda", entre otros, para auxiliar en la excavación.

En un momento dado "El Pollo", "El Costel" y "El Gordo", por órdenes de David Castorena, se encargaron de subir a los carros que eran propiedad de las víctimas y llevarlos por el rumbo de la colonia El Vigía, en Zapopan, donde los abandonaron. 

Hasta ese momento nuestro testigo desconocía a ciencia cierta lo sucedido, aunque por lo que escuchó, seguramente era algo "gordo". Sería "Pedrito", otro estudiante, quien habría de relatarle que "George", o sea "El Tatuado", "se había pasado y mató a dos ca... (hasta aquí solamente habían muerto padre e hijo, Armando Gómez Gallardo y Francisco Ismael Gómez Saucedo).

QUERÍAN NEGOCIAR
Ellos habían llegado a la FEG con la intención de negociar por las presiones y amenazas que "El Tatuado", conocido también como "Don George", hacía sobre ellos por cuestiones del cobro de cuotas a comerciantes en el exterior de planteles educativos. Los acompañaban los estudiantes de la Preparatoria Número 8: Juan Pablo Valentín Guerrero, Gabriel Morán Cervantes y Francisco Javier Carrillo García.

Cuando se encontraban en la oficina de David Castorena, en presencia de éste, "Don George" discutió con ellos. Todos se alteraron y supuestamente "George" sacó un arma y disparó, aunque no ha quedado claro si fue David Castorena quien accionó el arma y luego se la dio a su cómplice.

El mismo "Don George" ordenaría a otro de los testigos, inmediatamente después de los disparos, que "no dejes ir a esos c... mételos ahí a la oficina de David". Y así lo hicieron, los tres muchachos fueron encerrados, por la fuerza, y atados de pies y manos dentro de la oficina de la Presidencia de la FEG; otrora un sitio destinado a la gestión para resolver problemas de estudiantes, ahora se convirtió en prisión y cadalso.

CAVARON LA TUMBA
"El Tibu" y "El Panda" recibieron la orden de "Don George", de suspender la excavación para ir a la oficina del presidente de la FEG, donde se encontraron con los cuerpos de dos hombres que estaban boca abajo sobre la alfombra, con sangre en la cabeza. "Don George" les ordenó subirlos en una carretilla de albañil, para conducirlos hasta el sitio donde acababan de escarbar y así lo hicieron.

Para entonces "El Tikio", propietario de una ferretería en la colonia El Vigía, había llevado sacos con cal, para echarlos sobre los cuerpos.

Así fue como "El Gronda", "El George", "El Godoy", "El Panda", "El Tibu" y "Paloma", se encargaron de colocar el primero de los cuerpos en la improvisada fosa; luego lo cubrieron con cal y encima pusieron el otro cuerpo que también sepultaron con cal antes de comenzar a echar la tierra encima. En el trayecto, por idea de "Paloma", dos de los muchachos cubrieron la carretilla con una cobija, para evitar que los vieran desde las casas vecinas.

SEPULTURA CLANDESTINA
Transcurrieron muchas horas, ya que fue a eso de las ocho de la noche cuando las tres víctimas que permanecían secuestradas en la oficina "presidencial" de la FEG, ellos de nombres Juan Pablo Valentín Guerrero, Gabriel Morán Cervantes y Francisco Javier Carrillo García. 

Primero dos de ellos fueron llevados hasta el borde de la que sería su tumba, donde: "al llegar al hoyo los hincaron, y los morros decían 'no nos hagan nada, no, por favor, ya no vamos a hacer nada, aguanten, por favor'... 'Don George' les decía que ya se iban a ir, pero a ch... a su m... y es cuando entre 'El Pelón' (yerno de 'Don George'), quien traía un cuchillo grande, comenzaron a darles de piquetes a los batos y les darían varios y después de esto los dejaron caer en el hoyo y de ahí 'Don George' se encaminó hasta una de las ventanas y le gritó a 'El Cihua' que 'tráete al otro'. 'El Pelón' se ofreció a ir a ayudar, para asegurarse de que el tercer estudiante no se fuera a dar a la fuga.

"Igual que a las otras dos víctimas, 'Don George' le ordenó al muchacho que se hincara y enseguida le dio de cuchilladas, 'El Pelón' le quitó el cuchillo para no quedarse atrás y también le dio varios piquetes, hasta que cayó a la fosa.

"Enseguida recibieron todos la orden de echar cal sobre los cuerpos, pero cuando comenzaron a cubrirlos con el polvo, se escucharon ruidos y uno de ellos tosió y se movió, por lo que 'Don George' sacó la pistola que llevaba a la cintura e hizo con ella varios disparos hacia los cuerpos", según coinciden en su relato los testigos.

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