Río de Janeiro, Brasil .- Dos edificios de varios pisos se derrumbaron esta noche en el centro histórico de Río de Janeiro por causas todavía desconocidas, dejando al menos cinco heridos, informaron autoridades civiles en medio del polvo y los escombros.
Los inmuebles, de
10 y 20 pisos, colapsaron al parecer por daños estructurales, según el Alcalde
de Río, Eduardo Paes.
Un tercer edificio de cuatro pisos ubicado entre
las estructuras caídas también sufrió daños, dijo su propietaria, Deisy Chaves,
al canal Globo News.
Los organismos de socorro desconocen cuántas
personas estaban dentro de los edificios de varios años de antigüedad, en su
mayoría de oficinas, al momento de la emergencia, que se produjo después de la
jornada laboral.
"La expectativa es que hubiera poca gente", señaló el
Secretario de Salud y Defensa Civil, Hans Dohmann.
"(Por ahora hay) cinco
heridos que no revisten mayor gravedad y todos están en observación en el
hospital" Sousa Aguiar, agregó el funcionario a la prensa.
Las primeras
informaciones hablaban de 11 víctimas, sin embargo, conforme fueron pasando las
horas el número de heridos mencionado por las autoridades fue
bajando.
Las construcciones estaban ubicadas cerca de la plaza de
Cinelandia, en el centro histórico de la ciudad, donde también está ubicado el
Teatro Municipal y por la que circulan todos los días miles de
personas.
Cinco obreros estaban en uno de los edificios al momento del
derrumbe, y uno de ellos, Alessandro da Silva Fonseca, quedó atrapado en el
ascensor cuando intentaba escapar. Los demás lograron huir.
"Se me acaba
el aire, no puedo respirar, hay mucho humo", dijo Da Silva a través de su
teléfono móvil.
Ante testimonios que daban cuenta de una explosión, el
Alcalde Paes afirmó que "no está descartada ninguna hipótesis (...), pero lo más
probable es que no haya sido ningún tipo de explosión, sino un daño
estructural".
"Todo fue muy rápido. Tuve suerte de salir", dijo uno de
los heridos a su ingreso al hospital.
"El edificio se vino abajo, como si
hubiera habido una implosión. Parecía el World Trade Center (de Nueva York)",
comentó por su parte Luiz Trajan, que escuchó un fuerte estruendo antes de que
la estructura se viniera abajo.
Los bomberos y socorristas, apoyados por
policías, acordonaron el lugar para facilitar las operaciones de rescate.
Maquinaria pesada debió ser empleada para remover los grandes bloques de
concreto.
La zona, donde funcionan cientas de oficinas privadas y de
Gobierno, permanecerá cerrada este jueves.
El pánico se apoderó
rápidamente de la población. Varias personas cubiertas de tierra fueron ayudadas
a abandonar el sitio, mientras fue interrumpido el servicio de gas para evitar
posibles explosiones.
Asimismo, decenas de vehículos estacionados en la
zona fueron cubiertos por los escombros.
"El acceso a la zona está
prohibido hasta que terminen las labores de rescate", indicó Paes.
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