jueves, 26 de enero de 2012

FALSOS "ZETAS" EXTORSIONAN EN BCS


Las víctimas han pagado de 20 a 80 mil pesos a delincuentes que ni siquiera se encuentran en el estado. Según investigaciones de la PGJE las llamadas provienen de entidades como Durango, Querétaro y Tamaulipas. 

“Yo creo que es momento de que este tema se toque en el seno de la familia, porque a cualquiera le puede pasar”, advierte el procurador Gamill Arreola.

INVESTIGACIONES ZETA
Sobre todo en las primeras semanas de enero la tranquilidad de las familias de Baja California Sur fue alterada por una serie de llamadas telefónicas de presuntos delincuentes que se ostentan como células e integrantes del “Cártel de Los Zetas”.

Los delincuentes han llamado a teléfonos celulares y convencionales de casas y negocios de empresarios, profesionistas y hasta de servidores públicos, a quienes dicen tener en la mira, y si no pagan o depositan ciertas cantidades de dinero en el banco o envían a otros estados, les advierten que podrían  ser víctimas de un levantón, secuestro y hasta muerte.

Acostumbrados a un entorno pacífico y sugestionados por la ola delictiva en otras partes de México, algunas personas que últimamente han recibido este tipo de llamadas han terminado por ceder y enviar remesas de dinero que van de 20, 30, 50 y hasta 80 mil pesos.

Hoy se sabe que la mayoría de las víctimas han entrado en pánico, sobre todo cuando se les dice que sus seres queridos serán torturados y asesinados de no recibir el botín. 

El caso ha llegado a tal extremo que se han registrado 3 incidentes en los que las víctimas han tenido que empeñar bienes inmuebles y muebles para cubrir las cuotas que son requeridas por lo maleantes.

Estos hechos quedaron registrados como parte de las investigaciones que ha seguido sigilosamente la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur y donde al revisar la situación, terminaron por comprobar que se trata de una serie de extorsiones realizadas por “Falsos Zetas”.

Y es que –según agentes investigadores— el modus operandi de los presuntos delincuentes es el mismo que utilizan reos de penales que operan vía telefónica y emplean a familiares y amigos con nombres falsos para recoger el dinero, producto de este ilícito.

La operación
A decir de los agentes investigadores las tácticas y estrategias de los delincuentes son más que conocidas; los supuestos integrantes del “Cártel de Los Zetas” preferentemente contactan a hijos, sobrinos y hasta nietos de las víctimas, a quienes amagan y amenazan de muerte.

A continuación un extracto de una conversación que ZETA logró obtener sobre un caso registrado el 6 de enero en Cabo San Lucas, donde se usó a una adolecente de 15 años para lograr un botín de 20 mil pesos en agravio de su madre.

- Buenos días…

- ¿Sí?, dígame. ¿Quién habla?

- Señora, tenemos secuestrada a su hija y ocupamos que pague el rescate. Desde ahorita le digo que desista de cualquier intento de llamar a la policía, porque la matamos. ¿Correcto?

- Sí.

- Escuche bien lo que le voy a decir y no se me despegue del teléfono y nadie le va hacer daño. Sabemos dónde vive y quién es su familia, y si le estamos haciendo esta llamada, es porque tenemos a su hija en nuestras manos. Necesitamos que nos pague 300 mil pesos y no nos diga que no, porque la tenemos vigilada desde una casa de seguridad que tenemos delante de su casa, y si usted no quiere que mis hombres maten a su hija y después ingresen a su casa y maten a cuanta persona esté ahí adentro, tienen que cooperar. ¿Correcto? La única manera de que liberemos a su hija es que nos pague y sea inteligente y dígame a qué hora nos puede pagar el dinero y liberamos a su hija.

- Yo la verdad, yo no tengo dinero.

- Si no tiene dinero, lo único que va a pasar es que vamos a matar gratis a su hija y también vamos a ir por toda su gente a su casa y los vamos a mandar a la tumba a todos juntos. Dígame, ¿a qué hora paga señora? Agradezca que yo soy comprensivo y me atreví hacer esta llamada para salvarle el pellejo a su hija. Dígame pues…

- Yo, la verdad soy sincera, ahorita no tengo absolutamente nada.

- Mire, si no paga vamos a matar a su hija y vamos a ir a su casa, porque aquí la tenemos casi enfrente, y vamos a entrar y vamos a matar a cuanta persona esté adentro, no importa si hay bebés, niños o ancianos, ¿correcto?, y nos vale madre, porque, simplemente, somos “Los Zetas”. Así es que sea inteligente, señora, como lo ha hecho hasta ahorita, mientras usted no cuelgue hay posibilidades de llegar a un buen arreglo. Si usted no quiere que le hagamos nada a su hija y para yo ordenarles a mis hombres que se retiren de la casa de seguridad, dígame cómo va a pagarme el dinero. Y si no tiene todo dígame cuánto tiene y nos arreglamos.

- Yo le soy sincera, ahorita nomás tengo 20 mil.

- ¿20 mil? Cómo 20 mil señora, búsquele y búsquele bien hasta por debajo de las piedras, y para que vea que queremos negociar, deme nomás 200 mil. ¿A qué hora paga?

- 200 mil pesos, lo que pasa es que ahorita no los tengo y la verdad no creo que los pueda juntar…

- Bueno, señora dígame cuánto tiene.

- Pues ya le dije. tengo 20 mil.

- ¿Es todo lo que tiene en efectivo?

- Sí

- ¿Y qué tiene para empeñar?

- Nada, la verdad, tengo una televisora y un refrigerador, no tengo más.

- ¿Alguna prenda de oro que tenga?

- No usamos oro nosotros.

- Fíjese bien señora, hasta ahorita ha sido inteligente, porque no me ha colgado el teléfono. Le voy agarrar los 20 y le mando a su hija de regreso y agradezca que me estoy tocando con el corazón porque basta una orden mía para matarla. De modo que apunte los datos que le voy a dar y me deposita el dinero en este mismo momento en Elektra o en Coppel a nombre de Francisco Vargas López. Si en menos de media hora no tengo el dinero su hija se muere. ¿Correcto?

- Sí, señor.

- Ándele pues y cuidado con avisar a las autoridades porque no vuelve a saber de ella.

Sobre este caso, los investigadores revelaron que el extorsionador sólo llamó al teléfono de la menor, le dio la orden de que entrara a la sala de espera de un hospital y que no contestara ninguna llamada, porque estaba siendo vigilada por un integrante de “Los Zetas”.

La situación fue aprovechada entonces por el delincuente que en 2 horas logró su cometido. Al cobrar el dinero, le marcó a la menor y le dijo que ya podía volver a casa.

Descartan presencia de Los Zetas
Respecto al caso, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Gamill Arreola Leal, descartó de entrada la presencia de células o integrantes del llamado “Cártel de Los Zetas” en Baja California Sur, porque las investigaciones que hasta hoy se han elaborado, indican que se trata de personas que únicamente están utilizando el nombre de esa organización delictiva, y quienes muchas de las veces, son reos de penales que están fuera del estado.

El funcionario dijo que el año pasado se registraron 50 casos de este tipo, acentuándose más en septiembre y diciembre y en lo que va de enero de 2012.

Durante una entrevista, dijo que las llamadas de “Falsos Zetas” han ido en incremento y las principales víctimas de este delito son empresarios y hasta servidores públicos, quienes por desconocer el tema, caen en un estado de pánico y alarma.

“Yo creo que es momento de que este tema se toque en el seno de la familia, porque a cualquiera le puede pasar, y es donde la mayoría de los casos sale la información que obtienen los delincuentes, cuando primeramente llaman amablemente para ofrecer un producto o servicio y hasta de supuestas casas encuestadoras y solicitan información a los integrantes de la familia, quienes sin malicia la otorgan”, explicó y agregó: 

“las redes sociales como el Facebook, son sitios potencialmente utilizados por los delincuentes, quienes colocan en sus portales fotos de muchachas guapas y atractivas o de hombres bien parecidos, y donde en la mayoría de los casos son delincuentes que estudian y revisan a cada una de sus víctimas, a ver quiénes tienen la capacidad de pago de una extorsión o chantaje”.

El Procurador comentó que una vez que los delincuentes estudian a sus víctimas y se enteran de sus nombres, quiénes son los integrantes de la familia, qué actividades desarrollan y hasta cómo son sus casas, entonces “llaman en tonos agresivos con lenguaje soez, vulgares y amenazantes y se ostentan como miembros del Cártel de Los Zetas para intimidar, causar el shock y descontrol de las víctimas que caigan en pánico a tal grado que terminen por pagar la extorsión que exigen”.

Gamill Arreola comentó que todo es una estafa y un chantaje, porque en realidad ninguno de los casos que se han registrado hasta hoy tiene que ver con la delincuencia organizada, porque según los telefonemas que han seguido e investigado provienen de lugares fuera del estado, como Querétaro, Tamaulipas y Durango.

Finalmente dijo que los cabezas de negocio y de familia, prácticamente están obligados a enterar a empleados y consanguíneos de lo que está sucediendo para que eviten contestar llamadas telefónicas provenientes de números desconocidos.

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