Células del CJNG encabezadas por Israel
Alejandro Vázquez Vázquez “El 50” y/o “El Goofy”; Edgar Alejandro Herrera Pardo
“Cabo 8” y/o “El Caimán”; y Jorge Luis Quezada “El Veloz”, su cabecilla de
sicarios, son señaladas por el homicidio de los agentes municipales Araujo y
Figueroa, después de tratar de comprar y amenazar a uniformados. Criminales
acusan a policías de detener a delincuentes de Jalisco para entregarlos al
Cártel de Sinaloa
Omar Araujo y Fidencio
Figueroa eran dos policías con un historial libre de denuncias.
Apenas sobrepasaba el año de
haber sido asignados a la delegación Sánchez Taboada. A diferencia de muchos de
sus compañeros, no habían sido removidos en los últimos cuatro meses de la
Policía activa. Su trabajo no implicaba combate a las células de traficantes
del área. Lo suyo era patrullar la vialidad principal y tener presencia con
firma en los negocios afiliados al programa de vigilancia a comercios.
Eran casi las diez de la
noche del jueves 3 de enero cuando Araujo y Figueroa estacionaron en reversa su
patrulla frente a un restaurante de comida china en la calle Leo. En el
establecimiento sólo estaba otro cliente y una empleada. Los policías se
sentaron en la segunda mesa, a diez pies de la puerta y del ventanal de
entrada. Ordenaron su comida. La mesera les había dejado el primer servicio y
los oficiales se concentraron en los platillos cuando la mujer vio en la
ventana a dos hombres encapuchados que desde afuera empezaron a disparar.
Araujo estaba de espalda al
ventanal, no se dio cuenta del ataque, se desvaneció inmediatamente sobre la
mesa tras los primeros impactos. Sobrevivió dos días y murió el sábado en el
hospital. Figueroa estaba de frente a la zona del ataque, al sentirse herido
intentó reaccionar, pero en menos de tres segundos cayó abatido en un mar de
sangre y pereció en el lugar.
La mesera recibió balazos en
las piernas. Los responsables huyeron en una vagoneta roja.
Desde el primer momento, el
secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Marco Sotomayor, atribuyó el ataque
al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y aseguró que conocían la identidad
de los atacantes, aunque se negó a identificarlos. También aseveró que el
homicidio se debió al “trabajo bien hecho de la Policía” y fundamentó sus
declaraciones con dos capturas recientes en las que no habían participado los
agentes asesinados.
Hasta el cierre de esta
edición, los homicidas no han sido detenidos y tanto Omar Araujo como Fidencio
Figueroa, se convirtieron en los primeros policías asesinados en 2019. Con
ellos, suman nueve los oficiales acribillados en lo que va del trienio del alcalde
Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
DETENCIONES Y AMENAZAS DEL CJNG
La noche del 25 de diciembre
de 2018, la Policía Municipal capturó a Guillermo Cortez Félix, Miguel Ramírez
Alarcón y José Ángel López en posesión de dos rifles calibre .223 y una pistola
calibre.40 reportada en el mismo Informe Policiaco Homologado (IPH).
López había sido detenido y
liberado previamente como sospechoso en tres homicidios, con aprehensiones por
narcomenudeo y una orden de aprehensión pendiente por asesinato. Al ser
entrevistado, explicó que por órdenes de
su jefe, al que identificó como “El Pingüino”, él manejó el auto y llevó a Cortez y a Ramírez a levantar al
vendedor Alejandro Castillo, quien estaba en el hotel La Joya de Bulevar Díaz
Ordaz. Sus cómplices detallaron que cuando les abrió la puerta en el hotel,
Castillo los recibió a balazos. Sin embargo, en su versión, Castillo asegura
que le dispararon cuando les abrió y lo hicieron porque se negó a seguir
vendiendo droga con ese grupo delictivo de Jalisco.
Aún procesaban a los
detenidos cuando recibieron una amenaza de muerte contra los elementos de la
Policía Municipal -en general- si no liberaban a López, Cortez y Ramírez. La
afrenta llegó vía un radio Motorola a la frecuencia que usa únicamente la
Policía Comercial y se graba en la central de radio.
La historia se repitió el 29
de diciembre de 2018, cuando en Sánchez Taboada detuvieron a Axel Rocha, Fabián
López, Efraín Cardona e Isaac Mendoza Méndez -este último con orden de
aprehensión pendiente por homicidio-, por infringir el Reglamento de Tránsito y
darse a la fuga. En la revisión precautoria, que tuvo lugar en la colonia
Reforma, les encontraron dos pistolas y dos fusiles calibre .223.
“Después inician las segundas
amenazas, primero al 911, luego al 089, amenazaban de muerte a elementos de la
Policía Municipal en general, de ahí sentimos que viene la muerte de nuestros
compañeros”, expuso Mario Martínez, titular de la Policía Municipal de Tijuana.
“Sánchez Taboada es un
distrito desgastante, cambiamos los cuadros de mando cada cinco o seis meses,
la tropa también se cambió en un 80 por ciento. Araujo y Figueroa estaban
limpios, no tenían detenciones relevantes, no era su función, esto fue al azar
con intención de afectar psicológicamente a los demás policías que no siguieran
con las detenciones que se están dando; el jefe de distrito -tiene cinco meses-
ha sido amenazado continuamente, después de que le hablaron para ofrecerle
dinero y no aceptó”, describió el mando.
“No nos atacan en los
distritos o en movimiento porque estamos
preparados, la prueba es que en la mayoría de los enfrentamientos hemos salido
bien, ellos tienen bajas y lesionados, nos buscan vulnerables; por eso hemos
estado sancionando, por no estar al pendiente de su entorno, por hacer uso del
teléfono celular”, agregó.
CRIMINALES ACUSAN A “EL CABO 50” DE ASESINATO DE
POLICÍAS
El sábado 5 de enero de 2019,
grupos criminales rivales colgaron mantas en dos puentes. La primera a las diez
de la mañana en el puente peatonal sobre Bulevar Insurgentes, frente a la plaza
comercial más grande de la ciudad. En la manta, una célula criminal acusó a
Israel Alejandro Vázquez Vázquez “El 50”
y/o “El Goofy” de haber ordenado el asesinato de los policías: “… Gufi tus
plebes le pegaron a los gorras de la Sánchez”.
También señalaron a Jorge
Luis Quezada “El Veloz”, sicario de esta célula delictiva, como participante de
ese atentado homicida y a Edgar Alejandro Herrera Pardo “Cabo 8” y/o “El
Caimán”, por no “respetar al gobierno”.
El mensaje general fue: “Esto va para la lagartija y sus desechables
del CTNG* dejen de vivir de los muertos. Respeten gobierno, pueblo una su
gente, lagartija o cabo 8 mata amigos y niños gallero pusiste tu hermano matas
familia a tu gente. Jorge Luis Quezada veloz o la mera jerga mata policías. Cabo 13 ordenarse a lupillo matar al chava
sol 30 mata mujeres cien cobra piso A???? Gufi tus plebes le pegaron a los
gorras de la Sánchez. Por eso van de salida mugrosos los enseñaré a
respetar ATT PODEROSA NUEVA LINEA”.
La respuesta a esa consigna,
fue colocada alrededor de las seis de la tarde del 8 de enero en el puente
peatonal de las inmediaciones de la delegación de Policía “Margarito Saldaña”,
sobre el Libramiento Rosas Magallón y firmada CTNG (versión local del Cártel
Jalisco Nueva Generación). En ésta, el grupo acusado del asesinato de los
policías amenaza de muerte a los integrantes de la célula que los culpó, y
aprovechan para exponer las identidades de los integrantes de la célula que se
autonombraron “La Poderosa Nueva Línea” la cual según sus enemigos, está
integrada por David López Jiménez “El 20” y/o “La Puerca”; Felipe Avitia
Serelleza “El Wero”, Gerardo Carmona Nilo, Gustavo Germán Ayala “Patachín” y
los alias “Roke”, “Cuyo”, Dany”, “Cristo”, “Meno” y “Ángel” o “62”.
TRAFICANTES MATAN A JUSTOS POR PECADORES
Previamente, el sábado 5 de
enero, delincuentes que se bautizaron como “Los Justicieros del Pueblo”
justificaron el asesinato de los policías y admitieron que los ultimaron pese a
saber que no estaban implicados en corruptelas. En el mensaje, plantearon la
doble ejecución de los uniformados como consecuencia de las condiciones en que
fue acribillado uno de los vendedores de droga del CJNG, “… si ustedes se están
marraneándose nosotros seguiremos matando a policías pagarán todos. justos por
pecadores”.
Además, en el texto piden al
director de la Policía:
“…antes de buscar culpables
de lo sucedido asus elementos aga una depuración de sus oficiales corruptos que
están al servicio de el crimen organizado realizado las siguientes funciones
detienen a personas de el bando
contrario y se los entregan a sus protegidos o patrones como guste llameles
extorsionan ciudadanos y si no seden a su petición les siembran droga llegan
alos puntos de venta de droga al menudeo
amenazando que si no se cambian con la
otra bandera los ban amatar o los ban a
entregar con los contrarios esa no es
tarea de un buen policía…”.
Después refieren:
“… el día 12 de diciembre a las 5:15 pm las
unidades p-2878 y p-2831 comandadas por
el 0-38 Salas Gómez Porfirio y su
10-14 Germán Aguilar Campos además otro
integrante de grupo corrupto Jiménez Serrano
Jonny Sergio 0-15 dela Sánchez Taboada detuvieron al joven salvador Ramírez Zamora el chava o el pelón y este
apareció ejecutado el día 13 de diciembre en distrito natura esposado en la
cajuela de un honda con tres impactos en el rostro y dos en el tórax”.
De esa información, la
familia de Salvador Ramírez, conocido vendedor de droga en la colonia Sánchez
Taboada, efectivamente mencionó el día 12 de diciembre que a su pariente lo
capturó la Policía Municipal (dos agentes en
una patrulla), pero ninguno de los testigos pudo dar el número del
vehículo oficial, ni el apellido que los oficiales portaban en sus
identificadores colocados en el pecho.
ZETA investigó que era poco
probable que 038 Porfirio Salas Gómez, hubiese estado en la captura. Tampoco su
escolta Germán Aguilar, pues cuando Ramírez fue sustraído, el jefe de distrito
estaba en una asignación en otra dirección, revelaron desde la coordinación de
seguridad.
Adicionalmente, el Ministerio
Público corroboró que Salvador Ramírez apareció asesinado y esposado el 13 de
diciembre en un camino vecinal de Natura.
En la manta, los criminales
acusan a los policías de las patrullas: “…
0055 y 0013 número de unidades y los oficiales Rufino Hernández Claudio Juan
Pablo de la Mora Medina Iván de Jesús Ortega Gallegos Suárez Apodaca Pedro Noé
y otras unidades 1436 y 0845 al igual
que el oficial Gerardo Carmona Nilo alias el gera”, este último -se
informó- no es policía, aunque en los archivos aparece su último apellido como
Nila y, por lo menos en 2014, sí fungía como policía municipal de Tijuana.
DELINCUENTES INTENTAN DESCREDITAR EL TRABAJO: MARTÍNEZ
Mario Martínez, titular de la
Policía Municipal de Tijuana, afirmó que él siempre confiará más en la palabra
de un policía frente a un delincuente: “Yo le doy el voto de confianza al
personal de Sánchez Taboada, tiene cuatro o cinco meses el cuadro de mando con
muchos resultados, a pesar de las amenazas, si hacemos una comparativa del
trabajo que se está haciendo, créanme, es enorme la detención de droga y armas
en Sánchez Taboada, es exagerado”.
Después habló de depuración:
“En cuanto el secretario (Sotomayor) y yo como director, detectamos situaciones
anómalas, e inmediatamente sacamos a los policías de circulación, los ponemos
donde no tengan contacto ni con ciudadanos ni con compañeros, y damos parte. La
semana pasada fueron suspendidos seis que pueden estar involucrados en
situaciones irregulares”.
— En el caso específico de la manta en la cual
mencionan a uniformados, ¿por qué no le
hablaron al Ministerio Público, sobre todo porque podría tener relación con el
homicidio de los policías?
“Están tratando de
desacreditar el trabajo que se está dando, como no quisieron aceptar dinero que
les ofrecieron al cuadro de mando de Sánchez Taboada y tampoco se amedrentaron
con las amenazas, desafortunadamente hicieron lo de mis compañeros –
asesinarlos el 3 de enero- y de ahí empezaron con sus mantas. Nunca se habían
dado tantas detenciones, y se están dando porque no estamos puestos con nadie”.
— ¿No están revisando a los policías señalados en la
manta?
“Todo se revisa, y cuando
vemos que hay un riesgo en una persona, la investigamos, pero los mensajes hay
que tomarlos de quien vienen… y vienen de la delincuencia”.
— ¿Y el muerto que sí existe?
“Hay que ver si en realidad
lo detuvo una patrulla, es el dicho de un delincuente. Que se investigue la
situación y caiga quien tenga que caer”.
USO LETAL DE LA FUERZA
“No duden ante la idea
razonable de cumplir la Ley. Si eso implica sostener el arma y apretar el
gatillo, no duden. Ellos, los malandros, no se tocan el corazón, ellos sí
actúan de manera miserable, no los dejemos, no lo permitamos”, declaró el
alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro, luego de las honras
fúnebres de los agentes Araujo y Figueroa, realizadas el 7 de enero.
Y pidió a la tropa seguir
trabajando, reiterándoles que en casos como éste, tendrán el respaldo jurídico
del Ayuntamiento.
Mientras que el 8 de enero,
el secretario de Seguridad Pública Municipal, Marco Sotomayor, respaldó: “No
queremos que por temor a represalias o una consecuencia jurídica, los policías
no defiendan su vida o la de los ciudadanos. Pueden hacer uso legítimo de la
fuerza cuando sea necesario”.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA /LUNES, 14 ENERO, 2019
01:00 PM)
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