De 2000 a 2017 (los últimos tres
sexenios) se construyó únicamente una Terminal de almacenamiento y Reparto en
Pemex, mientras que la demanda de combustibles creció 42.3 por ciento, informó
el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. Reveló que el nivel de
almacenamiento recomendado por la Agencia Internacional de Energía es tener
como mínimo una capacidad de hasta 21 días. Sin embargo, en México es de 7.5
días para gasolinas y 6.9 para el diésel.
Ciudad de México, 21 de enero
(SinEmbargo).– En 17 años, Petróleos Mexicanos (Pemex) solamente construyó una
Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR), equivalente al 0.4 por ciento de la
capacidad de almacenamiento en el país, mientras que la demanda de combustibles
aumentó 42.3 por ciento, lo que afectó la seguridad energética nacional,
destacó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En su estudio
“Infraestructura de petrolíferos afecta seguridad energética”, el CIEP precisó
que de 2000 a 2017, es decir, en los últimos tres sexenios, se construyó
únicamente una TAR (Tapachula II) equivalente a 0.4 por ciento del total de la
capacidad de almacenamiento del país. Por otra parte, en el mismo periodo, la
demanda de combustibles (gasolinas y diésel) creció 42.3 por ciento, a una tasa
media anual de 2.0 por ciento.
El análisis realizado por el
investigador Alejandro Limón Portillo subraya que la diversificación tanto de
fuentes de energía, como de infraestructura de producción, procesamiento,
almacenamiento y distribución de combustibles, juegan un papel importante en
garantizar el abasto de energía a la población.
De acuerdo con el CIEP, la
infraestructura de petrolíferos (gasolinas, diésel, turbosina, gas licuado de
petróleo, entre otros) puede analizarse desde dos áreas: almacenamiento y
transporte. Actualmente, las 73 TAR que hay en México suman una capacidad
operativa de 11 millones 971 mil 619 barriles, mismos que son transportados en
3/4 (76 por ciento) por ductos.
Las TAR están distribuidas en
diversas regiones del país, cuestión que determina el tipo de suministro que
las alimenta, dada la cercanía a las refinerías y la geografía regional.
De 2000 a 2017 se construyó únicamente
una TAR (Tapachula II) equivalente a 0.4 por ciento del total de la capacidad
de almacenamiento del país. Foto: Cuartoscuro.
Por ejemplo, mencionó el
CIEP, las TAR de la zona centro del país (considera Ciudad de México, Morelos,
Hidalgo, Puebla, Querétaro y Estado de México), se alimentan en 96.8 por ciento
por ductos y reciben 83.9 por ciento del producto de la refinería de Tula. Así,
un conflicto en tal refinería o en los ductos que transportan producto a la
zona centro puede afectar seriamente el abasto de dicha región.
Esto sugiere que, a mayor
diversificación de medios de refinación y de transporte, mayor seguridad
energética.
En regiones donde se
presentan condiciones de inseguridad, una mayor oferta de medios de
distribución incrementa la posibilidad del robo a combustibles, según el
estudio. Tal es el caso del conjunto de zonas denominado
Sur-Golfo-Centro-Occidente que concentra 79.9 por ciento de la capacidad
operativa del país.
“En esta región se
transportan 3 mil 272 millones 200 barriles por día, por ductos que suman una
longitud de 4 mil 962 kilómetros, que permiten el flujo desde el Golfo hacia el
centro del país y el Bajío, así como al Pacífico a través del Istmo de
Tehuantepec”, detalló.
LOS RIESGOS
El informe del CIEP indicó
que los riesgos externos de no tener infraestructura de almacenamiento se
asocian con una balanza comercial negativa de petrolíferos. Durante 2018 se ha
importado 73.9 por ciento y 66.8 por ciento de la demanda de gasolinas y
diésel, respectivamente.
Entre los riesgos internos
precisó que la seguridad energética también se puede ver amenazada por la
cantidad de inventario que una región puede tener.
Estos números reflejan la
cantidad de días que las TAR de dichas regiones pueden satisfacer la demanda si
se quedan repentinamente sin producto. Esta situación se vio ejemplificada en
las últimas semanas con el desabasto de gasolinas a raíz de la estrategia del
Gobierno en el combate al robo de combustibles.
“Considerando que en la zona
centro del país se encuentra el 23 por ciento de las estaciones de servicio del
país, y que la capacidad de almacenamiento de combustibles en las TAR de la
región es menor a tres días, la seguridad energética de la zona se ve
comprometida”, expuso el CIEP.
Según el informe, el nivel de
almacenamiento recomendado por la Agencia Internacional de Energía (AIE) para
satisfacer la demanda es tener como mínimo una capacidad de hasta 21 días. Sin
embargo, el promedio en México es de 7.5 días para gasolinas y 6.9 para el
diésel.
Para motivar a una mejora en
niveles de almacenamiento, la AIE (a la que México se adhirió en febrero 2018)
recomienda que sus miembros tengan en inventarios el equivalente a 90 días de
importaciones netas, excepto para los países exportadores netos.
A septiembre 2018, únicamente
hay tres países con estas características: Canadá, Noruega y México, lo que
exenta al país de cumplir dicha medida.
El CIEP señaló que la
Política Pública de Almacenamiento mínimo de Petrolíferos, publicada en
septiembre de 2017, establece que a partir del 1 de enero de 2020, los
volúmenes mínimos requeridos serán equivalentes a cinco días de ventas internas
de gasolinas, diésel y turbosina. Para 2022, el inventario mínimo aumentará a 8
días, y para 2025, a 11.
Para el CIEP, más allá de
revelar las redes de delincuencia organizada en la distribución de
combustibles, el desabasto de gasolinas y diésel observado a inicios de 2019,
se evidenció la falta de diversificación de infraestructura de petrolíferos del
país.
“La concentración de la
demanda en algunos sectores específicos de ciertas regiones en particular, que
a su vez se abastecen de una escasa oferta de opciones de suministro, reflejó
la vulnerabilidad en materia de seguridad de hidrocarburos. Por ejemplo, el
caso del sector transporte de la zona centro del país, alimentada en su mayoría
por poliductos provenientes de la refinería de Tula”, detalló.
Consideró que para discutir
una transición energética efectiva, el concepto de seguridad energética debe
integrar los diferentes sistemas de energía con sus respectivas
particularidades.
(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / 21 DE ENERO 2019)
No hay comentarios:
Publicar un comentario