Como parte de los números rojos de Pemex
en producción, refinación, inversión y deuda, en sus 21 hospitales, 12 clínicas
y 26 consultorios en el país hay desabasto de medicinas, acusan algunos de sus
700 mil derechohabientes, quienes deben comprar por su cuenta y esperar a que
se les devuelva el gasto. La Auditoría Superior de la Federación ha observado
fallas en los inventarios y en el proceso de adquisición de insumos de la
petrolera, así como en la contratación de terceros para servicios médicos.
Ciudad de México, 19 enero
(SinEmbargo).– “No te enfermes, no hay medicinas”, advertía un letrero mostrado
por trabajadores petroleros y jubilados durante una protesta afuera de una
supervisión médica de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Córdoba, Veracruz. El
problema de desabasto de medicamentos, un reflejo más de los números rojos de
la empresa productiva del Estado, se extiende a nivel nacional incluso en áreas
de urgencias, acusaron los derechohabientes, quienes deben pagar de su bolsillo
los insumos y esperar hasta meses para un reembolso.
La Auditoría Superior de la
Federación (ASF) ha observado desde 2013 a 2016 una serie de irregularidades en
los inventarios y adquisición de medicamentos de la petrolera, así como en los
contratos a terceros para servicios médicos, entre ellas, que no se cuenta con
criterios para evaluar las cantidades de insumos que requieren las unidades
médicas de Pemex.
“En urgencias te dicen que no
hay medicamento, y nomás te ponen una inyección contra el dolor y se acabó. Yo
tengo desde enero [del 2018] esperando una cirugía. La necesito con urgencia
porque es molesto en la forma en que ando”, dijo la esposa de un trabajador
petrolero en la manifestación en Veracruz.
Hay al menos casos detectados
en Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Guanajuato y Ciudad de México. El mecanismo
de compensación se repite, según los testimonios. El derechohabiente tiene que
ir a comprar con su dinero el medicamento a una farmacia particular en la que
logra conseguirlo, pero tiene que hacer que la factura salga a nombre de Pemex,
y llevarla a la clínica u hospital que le corresponde para la devolución del
gasto.
El presupuesto ha ido en
aumento. Para el nuevo Gobierno federal el problema radica en la corrupción.
El presupuesto para servicios
médicos de personal de Pemex asciende a 14 mil 176 millones 869 mil 714 de
pesos para este 2019, más que los 12 mil 383 millones 817 mil 104 de pesos de
hace cinco años, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda. El
Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer en la conferencia mañanera que
harán todas las compras de medicamentos de manera consolidada, con precios
transparentes para que no se paguen sobreprecios y haya medicinas.
“Es que no hay abasto de
medicamentos por la corrupción en las medicinas. Se robaban, espero que ya no
lo sigan haciendo, hasta el dinero de las medicinas. A ese grado se había
llegado”, aseveró sobre el sistema de salud pública social y popular.
Petróleos Mexicanos, con
inversión, producción de hidrocarburos y refinación a la baja, es responsable
de proporcionar el servicio médico “integral”, “efectivo” y “oportuno” a sus
trabajadores, jubilados, viudas y derechohabientes, en cumplimiento del Capítulo
XIV del Contrato Colectivo del Trabajo, por medio de la Subdirección de
Servicios de Salud que está sujeta al Gobierno federal, al ser integrante del
Sistema Nacional de Salud.
La población derechohabiente
de Pemex es de 765 mil 421 personas, de las cuales 198 mil 533 (25.9 por
ciento) son trabajadores en activo; 88 mil 771 (11.6 por ciento) trabajadores
pensionados, y 478 mil 117 (62.5 por ciento) familiares de trabajadores activos
y pensionados, de acuerdo con cifras de 2014.
El sistema de unidades
médicas de Pemex se compone por 21 hospitales centrales, regionales y generales
distribuidos en Ciudad de México, Tamaulipas, Veracruz, Guanajuato, Tabasco,
Nuevo León, Campeche, San Luis Potosí, Oaxaca e Hidalgo; 12 clínicas en
Veracruz, Puebla, Tamaulipas, Hidalgo, Tabasco, Campeche y Jalisco; 26
consultorios en Estado de México, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Chihuahua,
Oaxaca, Sinaloa, Nuevo León, Chiapas, y Ciudad de México; y 17 gerencias,
subgerencias y coordinaciones en Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León y
Veracruz.
“Los servicios médicos están
desastrosos. No hay medicamento, no hay incluso material para atención de los
enfermos en las áreas de urgencia de los hospitales y clínicas de Pemex. El
trabajador tiene a veces que ir a comprar algo que esté necesitando para tratar
a un paciente que esté en urgencias. Esto no es posible”, aseveró en entrevista
Raúl Romero Maldonado, trabajador jubilado de la sección 34 en la Ciudad de
México.
Interpuso una denuncia ante
la Secretaría de la Función Pública (SFP) y en una denuncia penal contra el
líder sindical Carlos Romero Deschamps también lo señala.
“En el Contrato Colectivo se
dice que para los trabajadores petroleros el servicio médico de Pemex tiene que
ser de la mejor calidad, y ofrecer todos los medicamentos y lo que sea
necesario para recuperar la salud. No se está cumpliendo”, dijo. “Tuvimos que
interponer una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública porque no hay
medicamentos”.
“Por qué un trabajador tiene
que comprar y facturar a nombre de Pemex. Pudiera incidir en una violación a la
Ley Hacendaria: comprar y facturar a nombre de otro”, cuestionó Romero
Maldonado.
Enfatizó sobre casos de los
jubilados o derechohabientes y viudas que en ese momento carecen de recursos
económicos para hacer la compra. Además, para obtener el reembolso hay que
acudir varias veces, con el consiguiente gasto económico, “peor aún para
quienes usan sillas de ruedas o andaderas, ya que deberán pagar taxis”.
En la denuncia penal que
interpuso el 15 de marzo de 2018 ante la entonces Procuraduría General de la
República, el trabajador jubilado Raúl Romero planteó la violación al Contrato
Colectivo por parte de Pemex al no brindar buena atención médica por falta de
medicamentos e insumos para curaciones, deficiencia en estudios radiológicos,
así como análisis clínicos tardíos, y con ello los médicos no pueden dictaminar
los tratamientos adecuados por ausencia de instrumental.
“La falta de defensa sindical
ha propiciado que los trabajadores activos, jubilados y derechohabientes
padecemos la falta de medicamentos y una buena atención médica tal como lo
señala el Contrato Colectivo de Trabajo, que mandata que se nos proporcione
atención médica de la mejor calidad, así como medicamentos de patente, no
similares”, reza la denuncia.
En Tabasco, el Movimiento
Obrerista Democrático de Acción Petrolera (MODAP) ha exigido la ampliación del
cuadro básico, así como mejorar los servicios a los derechohabientes y las
instalaciones en el Hospital General en Comalcalco por ser obsoletas e insuficientes.
Su capacidad es para ocho mil personas frente a la demanda de 20 mil. Los
propios trabajadores han debido comprar en momentos de urgencia médica el
alcohol, gasas, curitas y medicamentos que llegan a costar hasta más de cinco o
siete mil pesos.
La Asociación Civil “Coatza
Vihve” acusó que más de 100 pacientes con VIH han sufrido el desabasto de
medicamentos antirretrovirales en los hospitales de Pemex de la región de
Veracruz. Las medicinas por fuera cuestan entre ocho mil a 10 mil pesos por frasco,
correspondiente a un mes de tratamiento.
LAS FALLAS DETECTADAS POR LA ASF
“La falla en los medicamentos
ha sido un talón de Aquiles muy notorio con lo que respecta a todos los rubros
y hospitales de los tres niveles. Batallan mucho los pacientes que ya llevan un
tratamiento como hipertensos o diabéticos que constantemente necesitan el
servicio para la medicina. A veces no hay ni pastillas para la presión que es
lo más común”, aseguró en entrevista René Valdez, ex trabajador petrolero del
área de mantenimiento del Hospital General de Pemex en Nanchital, Veracruz,
cerca de Coatzacoalcos.
“Esta problemática la venimos
arrastrando desde hace varios años, estamos hablando de cinco años para acá”,
estimó. “Tenemos testimonios de personas que se quejan demasiado, más que nada
los adultos mayores, jubilados de edad avanzada. Se está jugando con la salud
de las personas; puede haber alto índice de mortandad. Hay personas que no
tienen dinero para comprárselo y están con la esperanza de que Pemex se lo
surta”.
En la Cuenta Pública de 2013
de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se observaron los inventarios
de medicamentos en almacenes de unidades médicas de Pemex. Ese año el Sistema
de Servicios de Salud de la empresa recibió un total de 12 millones 460 mil 411
medicamentos, por un importe de mil 509 millones 476 mil pesos.
El órgano fiscalizador
detectó que en 580 resurtimientos de medicamentos por 5 millones 409 mil pesos
“su control fue discrecional”, por carecer de un procedimiento establecido que
regulara su despacho con un formato homogéneo.
En su dictamen realizado en
noviembre de 2014 concluyó que de las 47 unidades médicas, 38 (el 80.9 por
ciento) no proporcionaron evidencia de la realización de inventarios físicos en
incumplimiento de la normativa. Asimismo, se omitió revelar en su información
financiera las existencias de medicamentos de sus farmacias en operación por
151 millones 072 mil pesos.
“Donde hay cierta deficiencia
es en el abasto de medicamentos. Pensamos que en este nuevo gobierno vamos a
estar mucho mejor”, dijo Jesús Ponce Hernández, trabajador jubilado, sobre el
desabasto en el Hospital Regional en Cd. Madero, Tamaulipas.
Para la Cuenta Pública de
2015, la ASF abordó la subrogación de servicios médicos al personal de Pemex,
esto es, contratación de terceros para servicios de hospitales o medicinas. En
2015 la petrolera ejerció un presupuesto de 4 mil 027 millones 739 miles de
pesos, mediante la subrogación para la adquisición de medicamentos y productos
farmacéuticos, subcontratación de servicios con terceros y servicios
integrales.
Para el dictamen de noviembre
de 2016 se acusó que no se formalizaron tres contratos de servicios médicos
subrogados realizados en 2015, con un presupuesto de 116 millones 903 miles de
pesos; y de siete contratos de servicios médicos subrogados, por 195 millones
562 miles de pesos, realizados en 2015 por adjudicación directa, Pemex no
acreditó la realización de investigaciones de mercado, ni se fundó por lo que
debieron realizarse por licitación pública. Otro contrato de adjudicación
directa para medicinas por 14 millones 766 mil pesos también debía ser por
licitación.
Basado en lo visto en el
Hospital General de Nanchital, Veracruz, donde laboraba, el trabajador jubilado
René Valdez pidió revisar los contratos que se tienen.
“Las ambulancias no
pertenecen a Pemex, son subrogadas y se tendría que ver quién es el dueño, en
qué condiciones está y si es justo. Sigue habiendo problemas con ambulancias
descompuestas o que no salen a tiempo. A simple vista, como carecen de
ambulancias, a lo mejor no es la vía correcta. Que Pemex tenga sus ambulancias
y el mismo personal de Pemex le brinde el mantenimiento como se hacía antes”,
aseguró.
El proceso de adquisición de
medicamentos fue fiscalizado por la Auditoría Superior de la Federación para la
Cuenta Pública de 2016. “En nuestra
opinión el sistema de control interno tiene debilidades significativas”,
concluyó en el dictamen de octubre de 2017.
Entre otras causas, desglosó,
porque la Subdirección de Servicios de Salud no cuenta con criterios
establecidos para evaluar las cantidades de insumos que requieran las unidades
médicas de Pemex.
De una muestra de seis
contratos por 558 millones 792 mil pesos, en el 55.1 por ciento del importe
contratado se identificó que no existe evidencia de supervisión tanto para el
comprador como el administrador de proyecto en el proceso de contratación, por
parte de la Gerencia de Contrataciones para Procesos de Soporte y Servicios de
Salud de la Dirección Operativa de Procura y Abastecimiento.
Y sobre la distribución de
medicamentos, la Gerencia de Contrataciones no proporcionó la evidencia
documental de la capacidad técnica, financiera y legal de los servicios
contratados para la recepción, almacenamiento, control, distribución y entrega
de medicamentos a las farmacias que justificara la adjudicación del mismo, por
un monto de 26 millones 354 miles de pesos.
En ese 2016, derechohabientes
de Nanchital, Veracruz, ya acusaban carecer de medicamentos, por lo que
buscaban la alternativa de la medicina genérica de similares.
“Tiene aproximadamente más de
un año [en 2015] que como trabajadores estamos enfrentando el desabasto de
medicamentos en la clínica”, dijo un trabajador jubilado en transición. La
farmacia de la clínica privada carecía de insulina, antibióticos y material de
curación.
Una auditoría más de ese 2016
fue sobre la atención médica a nivel nacional. “Pemex no llevó a cabo con
trasparencia el proceso de adjudicación del contrato para la prestación de
servicios médicos subrogados, por mil 305 millones 434 miles de pesos, ni dicho
contrato operó de acuerdo con las condiciones pactadas”, dictaminó el órgano.
(SIN EMBARGO/ DULCE OLVERA/19 DE ENERO 2019)
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