ASF indaga desde el uso que hizo el ex
director de Pemex a un helicóptero y un avión para viajes privados, hasta una
serie de irregularidades de la empresa gubernamental detectadas en tiempos del
cuestionado exfuncionario
La Auditoría Superior de la
Federación (ASF) estableció que durante su gestión como director de Pemex,
Emilio Lozoya realizó en el año 2015 en el helicóptero de la paraestatal 54 traslados a la torre GAN (Grupo Acerero
del Norte), propiedad de Alonso Ancira, ubicada en Campos Elíseos, en Polanco
Ciudad de México.
El periodista Mario Maldonado
revela este martes en su columna Historias de Negocios en El Universal que los
traslados a la torre donde se encuentra la sede de Altos Hornos de México
(AHMSA) son cuestionables no solo porque se trata de una empresa, sino porque
Pemex tuvo relaciones de negocio con ésta, que a la postre podría tratarse de
malos negocios.
“En diciembre de 2013, bajo
la dirección de Emilio Lozoya, Pemex compró a AHMSA una planta de fertilizantes
por 275 millones de dólares y se comprometió a invertir otros 200 millones para
su rehabilitación, toda vez que esta tenía 14 años sin operar. Buena parte del
proceso de adquisición y avalúo fue cuestionado por la ASF, misma que expuso
que la operación se hizo con un sobreprecio y no cumplió las premisas bajo las
cuales se autorizó”, cita el periodista.
Añade que entre las anomalías
encontradas están que el avalúo de los activos se estimó como si se tratara de
un “negocio en marcha”, no obstante que la planta estaba inactiva desde 1999.
Esta omisión ocasionó que un año después de la adquisición, 60% de los bienes
fueran desechados, por considerarse chatarra.
“Todo esto suena a plan con maña, porque el
vendedor de los activos (AHMSA) no aceptó realizar pruebas o estudios de integridad
mecánica de los equipos antes de su venta, “en virtud de que podía perder sus
garantías, sin tener la certeza de que Pemex los iba a adquirir”.
Mario Maldonado refiere que
el resultado de todas estas omisiones es de antología: el proyecto ya no costaría
475 millones de dólares, como se estimó originalmente, sino 760 millones,
precisamente porque no se detectó a tiempo que 60% de los activos eran
inservibles.
Dice que peor aún, la planta
no ha entrado en operación, a pesar de que en el proyecto inicial se estimó que
una de las productoras de urea arrancaría en noviembre de 2015 y la otra en
abril de 2016.
“Ahora, la nueva
administración de Pemex, al mando de José Antonio González Anaya, las está
vendiendo. Si en el due diligence que está haciendo un privado se encuentra que
estos activos valen mucho menos, quizá prospere la denuncia de los diputados
del PAN contra Lozoya, por presunto daño patrimonial a la Hacienda Pública y/o
a Pemex”.
(VANGUARDIA/ REDACCION/ 24 JUL 2018)
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