CHIHUAHUA, Chih. (apro).-
Lluvia Juliana González Banda, madre de tres hijos y viuda de un policía
municipal, dedicó sus últimos nueve meses de vida a buscar justicia para su
esposo y a ayudar a las familias de otros elementos desaparecidos.
El homicidio de Lluvia, de 35
años, fue confirmado por la directora de la organización Justicia para Nuestras
Hijas, Norma Ledezma Ortega, quien dio a conocer que hoy se realizó el funeral
en medio de impotencia y frustración. Parte de la familia tuvo que huir, como
cientos o miles de personas que han dejado la Sierra Tarahumara ante el amago
de los grupos delictivos.
El pasado 4 de agosto Lluvia
fue “levantada” en el centro de ciudad Madera durante el día y ante testigos.
El martes pasado apareció muerta junto con otros dos hombres, cerca de la
cabecera municipal, en un lugar llamado Cruz Verde, sobre el camino que va a la
comunidad de Arroyo Blanco.
Los dos hombres eran Conrado
Peinado Lozano, de 58 años, y Felipe Ángel Quintana Núñez, de 37, confirmó la Fiscalía
General del Estado.
Según información de vecinos
de Madera, la mujer fue sustraída el viernes pasado por al menos cuatro
hombres, en el centro de la ciudad.
Lluvia González era esposa de
Marco Banda Rascón, uno de los seis agentes municipales de Madera localizado al
occidente del estado y que es controlado desde hace años, por el grupo
delictivo La Línea.
El 23 de noviembre pasado, un
grupo armado “levantó” a los agentes José Sáenz García, Marco Antonio Cereceres
Toquinto, Eduviges Pérez Suárez, Manuel Gilberto Orozco Montañez, Marco Banda
Rascón y Marco Antonio Servín Ramírez. Los cuerpos de los dos últimos fueron
localizados un mes después en el municipio de Bocoyna.
Los dos agentes fueron
localizados junto con otros dos hombres conocidos como El Chunelito y Jaciel
únicamente. Al ocurrir el hallazgo, se informó que eran también del municipio
de Madera.
Los cuerpos fueron
localizados envueltos en cobijas con un mensaje firmado por El 32 y El Z4, en
el kilómetro 62 del tramo carretero San Juanito, en el entronque llamado
Babureachi, del municipio de Bocoyna.
Los familiares de los agentes
localizados exigieron a las autoridades primero, que se identificaran los
cuerpos y hasta ahora, mantienen la exigencia para que la Fiscalía General del
Estado investigue los hechos sin ocultarles información.
Lluvia González y otros
familiares de los agentes buscaron el apoyo de la organización Justicia para
Nuestras Hijas, a través de la que han denunciado la existencia de fosas
clandestinas en dicho municipio.
MADERA, TIERRA SIN LEY
Norma Ledezma informó en
enero pasado que la organización que preside asesora y acompaña a algunas de
las familias de los seis policías municipales desaparecidos el 23 de noviembre;
confirmó la existencia de fosas clandestinas y dijo que esa región de Madera y
municipios vecinos es “tierra sin ley”.
La activista informó que las
investigaciones apuntan a que compañeros de las víctimas, agentes municipales,
están relacionados en las desapariciones, en colusión con el grupo delictivo
que controla la región.
“Con ese caso de desaparición
se puede ejemplificar lo que sucede allá, sobre todo en El Largo, que está
controlado por un grupo delictivo. No me toca decir cuál es, pero es una tierra
sin ley”, dijo Ledezma.
Esa ocasión, Ledezma dijo que
en la Policía Municipal de Madera había agentes infiltrados coludidos con la
mafia y como en toda corporación, era difícil saber quiénes estaban en
complicidad y quiénes no, pero los seis desaparecidos en noviembre fueron
presuntas víctimas de sus compañeros que eran parte del crimen organizado.
“Tenían y tienen controlado
todo, la mafia, en varios municipios. Las policías tienen el enemigo adentro y
no saben quién es el infiltrado, eso vulnera la investigación y a las familias.
La misma ciudadanía no quiere hablar”, lamentó.
Posteriormente, las
autoridades policiacas localizaron fosas con por lo menos ocho cuerpos
enterrados de manera clandestina en la comunidad de Las Varas. Hasta ahora no
han dado a conocer la identidad de las víctimas enterradas de forma ilegal.
Por las denuncias de los
familiares, también han rastreado ranchos de presuntos delincuentes,
principalmente de Ignacio García Amavizca El Nachito, exlíder del grupo
delictivo que dominaba esa región y que pertenecía a La Línea.
MÁS NARCOFOSAS
De acuerdo con otras
familias, en las zonas donde presuntamente hay fosas clandestinas, pudieran
estar más de cien personas desaparecidas desde el sexenio pasado, cuando no se
reconoció la gravedad de las desapariciones y por lo tanto, no todos los
reportes de desaparición están registrados o bien, los familiares no
denunciaron por miedo.
El Nachito fue abatido en
octubre de 2013. Era dueño del rancho El Colorado, en el ejido de El Largo
Maderal, cerca de donde estarían cuatro fosas clandestinas. En esos cementerios
estarían personas desaparecidas de 2008 a 2016.
Justicia para Nuestras Hijas
también pidió, a nombre de familiares, el rastreo de las fosas señaladas.
La última semana de junio fue
localizada sin vida una mujer, en la carretera a Delicias, quien fue identificada
como Cindy Rodríguez Galais, presunta viuda de El Nachito.
De acuerdo con información
extraoficial, la mujer llegó a la ciudad de Chihuahua con sus hijos. Ella salió
con una persona que no ha sido identificada, pero ya no regresó. Su cuerpo fue
localizado el 23 de junio.
En febrero pasado, Cindy
Rodríguez fue acusada ante medios de comunicación de Chihuahua de incendiar,
junto con tres halcones, varias viviendas en ciudad Madera.
El martes pasado fue
localizado el cuerpo de Lluvia Juliana González con los otros dos cadáveres y
los agentes embalaron casquillos de armas calibre 9 y .45 milímetros.
SILENCIO POR MIEDO
En el municipio de Madera se
han registrado una serie de hechos delictivos y masacres que se han
incrementado en los últimos seis años. El pueblo ha permanecido callado la
mayor parte de ese tiempo ante la desconfianza hacia autoridades y miedo a los
delincuentes.
El pasado 24 de junio, un
grupo armado atacó las instalaciones de la comandancia de la Fiscalía en
Madera, donde murieron dos agentes estatales.
La última masacre ocurrió el
pasado 5 de julio, cuando se enfrentaron dos grupos delictivos de La Línea y el
Cártel de Sinaloa en la comunidad Las Varas del mismo municipio. La FGE
aprehendió a tres presuntos delincuentes y aseguró armas de grueso calibre y
armas cortas, diez vehículos y equipo táctico.
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ LA REDACCIÓN/ 9 AGOSTO,
2017)
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