Los
escándalos de corrupción y un Gobierno federal desgastado y en el descrédito,
como es el del priista Enrique Peña Nieto, pesan en el ánimo de los militantes
priistas para, en su XXII Asamblea Nacional Ordinaria, impedir que el grupo de
ese partido que hoy domina, y que es el mismo del Presidente, imponga su Ley y
también perfile un candidato tecnócrata, consideraron analistas y también
políticos del propio Revolucionario Institucional.
“Hay
grupos dentro del priismo que están tratando de disputarle al Presidente la
decisión [sobre la selección del candidato presidencial] y, sobre todo, porque
sospechan que la decisión del Presidente va a recaer en algunas candidaturas
que son de un perfil tecnócrata y no son las que les gusta al priismo”, resume
Rogelio Hernández Rodríguez, profesor e investigador del Colegio de México
Los
temas a discutir, de acuerdo con la programación acordada, son “visión de
futuro”, cuya mesa debatirá en Zapopan, Jalisco; “rendición de cuentas”, en
Mazatlán, Sinaloa; “declaración de principios”, en Saltillo, Coahuila;
“programa de acción”, en Toluca de Lerdo, Estado de México, y “estatutos”, en
la capital de Campeche.
El
“desprestigio” de EPN daña más al PRI que sus ex gobernadores prófugos:
biógrafo del tricolor
Ciudad
de México, 8 de agosto (SinEmbargo).– El PRI enfrenta la probabilidad de perder
una tercera elección presidencial. Luego de dos sexenios de ser oposición: en
2012 recuperó la Presidencia de la República de la mano de Gobernadores como el
chihuahuense César Duarte Jáquez y el veracruzano Javier Duarte de Ochoa, que
impulsaron a un entonces ampliamente conocido titular del Ejecutivo en el
Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Cinco
años y 24 procesos electorales después, sin embargo, el PRI enfrenta un entorno
“complicado” por los escándalos de corrupción de esos mismos gobernadores –el
primero prófugo; el segundo detenido– y la baja popularidad del Presidente Peña
Nieto, en picada desde la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la
revelación de que su familia adquirió una residencia de parte de uno de sus
principales contratistas.
Otro
elemento en contra son las críticas a escala global del modelo económico
vigente –privatizador y reductor de la participación del Estado– e impulsado
hace 35 años por los gobiernos tanto del PRI como del PAN y que anticipan la
posibilidad de un triunfo de una candidatura anti-sistema, como ocurrió en
Estados Unidos con la candidatura de derecha de Donald Trump.
El
resultado es que, pese a que el Partido Revolucionario Institucional retuvo la
gubernatura del Estado de México el pasado 4 de junio, en total, estima la
disidencia priista, ha perdido casi cinco millones de votos en los últimos
cinco años, gobierna seis entidades federativas menos que entonces y, hacia el
2018, ocupa el tercer lugar en las encuestas de preferencias electorales, que le
dan ventaja al aspirante presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena), Andrés Manuel López Obrador.
El
PRI besará la lona 2018 y en cualquier escenario gana AMLO, según encuesta de
Presidencia
De
cara a su XXII Asamblea Nacional Ordinaria, que se celebrará esta semana, la
lectura de estas condiciones de competencia han dividido al partido. Por un
lado, la dirigencia nacional ha considerado como señal de aliento el triunfo en
el Estado de México del priista Alfredo del Mazo Mazo sobre la candidata de
Morena, Delfina Gómez Álvarez.
La
disidencia, sin embargo, considera que la diferencia en esta elección fue tan
estrecha que se debe considerar como un síntoma de uno de los principales
problemas que, advierten, enfrenta el tricolor: la toma de decisiones
“cupulares” y la imposición de candidatos –como en Veracruz, Quintana Roo y
Chihuahua–, está causando un alejamiento de la militancia, por lo que proponen
una consulta abierta a las bases como método de selección de quien los
represente el año próximo.
“Hay
grupos dentro del priismo que están tratando de disputarle al Presidente la
decisión [sobre la selección del candidato presidencial] y, sobre todo, porque
sospechan que la decisión del Presidente va a recaer en algunas candidaturas
que son de un perfil tecnócrata y no son las que les gusta al priismo”, resume
Rogelio Hernández Rodríguez, profesor del Colegio de México (Colmex),
historiador del PRI y quien identifica como “tecnócratas”, sobre todo, al
Canciller Luis Videgaray Caso y al titular de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña.
“Si
el Presidente se empeña en una decisión absolutamente personal (…) va a
acelerar el problema. Pero si atiende las demandas internas y externas, y logra
leer los términos de competencia política, se decidirá por un candidato mucho
más cercano al propio priismo y a las propias afinidades priístas”, agrega
Hernández Rodríguez.
El
bloque anti Ochoa-Videgaray toma fuerza en el PRI: hay riesgo de fractura rumbo
a 2018, alerta
“TODOS
LOS TEMAS, A DISCUSION”
El
PRI celebrará esta semana su XXII Asamblea Nacional Ordinaria, su órgano máximo
de decisión. A realizarse en cinco sedes los días 9 y 10, cerrará el sábado con
una sesión plenaria en esta capital y a la que se prevé asista el Presidente
Enrique Peña Nieto.
Los
temas a discutir, de acuerdo con la programación acordada, son “visión de
futuro”, cuya mesa debatirá en Zapopan, Jalisco; “rendición de cuentas”, en
Mazatlán, Sinaloa; “declaración de principios”, en Saltillo, Coahuila;
“programa de acción”, en Toluca de Lerdo, Estado de México, y “estatutos”, a
discutirse en Campeche.
Los
días previos se han caracterizado por una disputa abierta entre las corrientes
disidentes o críticas en el interior del priísmo que buscan impulsar la
consulta abierta como método de selección del candidato y entre quienes se
encuentran políticos como la ex Gobernadora yucateca Ivonne Ortega Pacheco
–única que ha revelado su aspiración presidencial–, el ex mandatario oaxaqueño
Ulises Ruiz Ortiz o el Diputado local capitalino José Encarnación Alfaro
Cázares, cercano al ex dirigente Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Otra
propuesta impulsada por este grupo es la derogación de requisitos de
competencia –como el apoyo de al menos tres de los cuatro sectores u
organizaciones del PRI, 25 por ciento del Consejo Político y 10 por ciento de
los registrados en el tricolor en la demarcación por la que busque competir–
que, explicó Ortega, en cargos como gubernaturas hacen más difícil la
aspiración para quienes son militantes que para ciudadanos simpatizantes.
El
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Enrique Ochoa Reza, por su
parte, habló en entrevista publicada hoy por el periódico El Universal de una
propuesta para abrir a simpatizantes “todas las candidaturas”; es decir,
incluyendo la presidencial que, han interpretado analistas, podría favorecer de
esta forma a Meade, que no es priísta.
“Por
otro lado, también se ha puesto sobre la mesa cuáles deben ser los mecanismos
para elegir candidatos y candidatas, y ahí es muy importante reconocer que,
ante la pluralidad que tenemos en todo el país (…) lo que el partido debe tener
para fortalecer su posición son múltiples procedimientos distintos, que podamos
utilizar aquellos que sean más convenientes en distintas regiones y que podamos
entonces, como partido, abrir diferentes espacios para la participación de la
gente en nuestros procesos”, dijo Ochoa Reza al citado medio.
Los
priistas críticos esperan terminar la Asamblea con un acuerdo que determine que
el método de selección del candidato presidencial sea por consulta abierta a la
militancia; pero, de no lograrlo, explican, podría todavía alcanzarse en el
Consejo Político Nacional previsto para octubre próximo.
Por
lo pronto, informa Alfaro, los encuentros de los últimos días con Ochoa Reza concluyeron
con el acuerdo de que no dejarán temas fuera de la agenda y que todas las
propuestas, aun si no estuvieran en los pre-dictámenes a discutir en las mesas
temáticas, serán analizadas.
“Quedamos
con la dirigencia nacional que ningún tema será excluido de la discusión; todos
los temas se van a discutir, a analizar, y será la mesa la que vote las
propuestas de reforma que se formulen”, dice el Diputado Alfaro Cázares en
entrevista.
“Es
decir, acordamos que no se llegaría con un preacuerdo, previamente aprobado,
que dejara temas y propuestas que se han hecho en los estados. Así que va a ser
una asamblea abierta donde se pondrán a consideración el pre-dictamen, pero
también las nuevas propuestas que se puedan formular en la mesa”, agrega.
Las
diferencias entre los priistas han sido públicas. Luego de que Ortega, Alfaro y
un centenar de priistas se reunieran en junio pasado en esta capital para
anunciar que buscarían impulsar la consulta directa entre la militancia como
método de selección de candidatos, el Senador jalisciense Arturo Zamora
–dirigente de la Confederación de Organizaciones Populares y cercano al Senador
Emilio Gamboa Patrón– respondió a través de un comunicado oficial del partido
llamándolos “políticos de café que se reunieron a criticar y a dañar” al
tricolor.
Mancera,
Manlio y Madero (PRD, PRI y PAN) dicen que se necesita “gobierno de coalición”
para 2018
Y
el martes pasado, en un encuentro sobre gobiernos de coalición promovido por la
Iniciativa perredista Galileos, Manlio Fabio Beltrones criticó veladamente a
Videgaray Caso al señalar que al “gobierno no se llega a aprender”, en alusión
a los términos que usó el Canciller al asumir su nuevo cargo.
“Lo
hemos dicho: dejemos a un lado los gobiernos de los cuates, de las cuotas y
sobre todo de aprendices. al gobierno no se llega a aprender”, dijo Beltrones,
que también advirtió estar más preocupado por la “gobernabilidad” que por quien
gane la elección en 2018.
“A
mí no me preocupa si gana el PRI, el PAN o si gana Andrés Manuel; lo que me
preocupa es la gobernabilidad”, agregó el experimentado político priista.
Para
integrantes del partido como Beatriz Pagés Llergo, ex Secretaria de Cultura del
PRI y también crítica de Ochoa Reza, las diferencias podrían estar cerca de
provocar una ruptura similar a la que, en 1988, pasó de ser una “corriente
democrática” a convertirse en el Partido de la Revolución Democrática.
Los
acercamientos de los últimos días, sin embargo, explica Alfaro, han concluido
sin indicios de fractura.
“La
asamblea va a terminar bien, no hay indicios de que puedan configurar la
posibilidad de una fractura, una confrontación; no las hay”, considera el
integrante de la Asamblea capitalina y quien participará en la mesa de
discusión de los Estatutos.
“Las
conversaciones que hemos tenido con la dirigencia han abonado en el terreno de
llegar a muy buenos entendimientos, como éste, de que no se va a quedar ningún
tema sin discutir”, agrega.
(SIN EMBARGO/ SANDRA RODRÍGUEZ NIETO/
AGOSTO 8, 2017, 10:30 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario