Foto:
Tomada de internet
La
Fiscalía General de Jalisco detuvo a Zafar Zia, ciudadano estadounidense de 31
años de edad, de origen hindú, como el presunto responsable del ataque contra
un oficial del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara ocurrido el pasado
viernes.
Zia
fue detenido en la Colonia Providencia de esa ciudad, se le aseguraron una
pistola calibre .38, un vehículo Accord modelo 2000, con placas de circulación
de California y 16 envoltorios de mariguana con 336 gramos.
De
acuerdo con la Fiscalía, el agresor portaba una peluca.
Zia
hirió de bala a Christopher Ashcraft, oficial del Departamento de Estado
asignado en el Consulado de Estados Unidos en Guadalajara.
Un
video de seguridad del ataque mostró a un hombre armado siguiendo al
funcionario en un estacionamiento. El
funcionario vestía pantalones cortos.
En
la grabación, el agresor aparentemente no intenta acercarse a su víctima
mientras caminan, sino que espera a que salga del estacionamiento a bordo de su
auto y dispara contra el parabrisas.
El
consulado informó en su página de Facebook que el FBI ofrecía una recompensa de
20 mil dólares a quien brindara información sobre el agresor.
Guadalajara
es la segunda ciudad más grande de México y no pesa sobre ella ninguna
precaución especial específica en la más reciente advertencia de viajes que
hace Estados Unidos a sus ciudadanos y que fue actualizada el 8 de diciembre.
Ayer,
la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México señaló que por motivos de
privacidad no daría más información sobre la víctima, incluyendo su estado de
salud.
“La
seguridad de nuestros empleados en el extranjero está entre nuestras más altas
prioridades”, dijo una vocera de la embajada que no está autorizada para ser
citada por su nombre.
“Estamos
trabajando estrechamente con el cumplimiento de la ley mexicana en este
asunto”.
La
Procuraduría General de la República (PGR) declaró que la víctima se encontraba
en condición “estable” y bajo protección, aparentemente en un hospital local.
La
oficina agregó que el caso estaba siendo manejado por detectives federales. Un
ataque a personal diplomático se considera un delito federal en México.
Otros
empleados consulares y agentes estadounidenses han sido atacados en México
antes; los agresores han argumentado que se ha tratado de casos en que
confunden su identidad.
En
2014, el líder de una banda criminal de México fue sentenciado a cadena
perpetua por su papel en los asesinatos en la fronteriza Ciudad Juárez en 2010,
donde murió una empleada consular de Estados Unidos, su marido y el esposo de
otra empleada.
Fiscales
dijeron que Arturo Gallegos Castrellón estaba a cargo de un grupo de asesinos
del Barrio Azteca, una organización delictiva aliada con pandillas del cartel
de Juárez, y él había ordenado los tres homicidios.
Los
asesinatos de la empleada consular Leslie Ann Enriquez Catton, su marido,
Arthur Redfels, y Alberto Salcido Ceniceros, el esposo de otra empleada del
Consulado, fueron un error, según testificaron miembros de ese grupo delictivo
durante el juicio.
Redfels
manejaba una camioneta blanca deportiva muy similar a un vehículo que Gallegos
Catrellón marcó como objetivo para su equipo de sicarios, pues pensó que
pertenecía a miembros del cártel de Sinaloa.
En
2012, policías uniformados realizaron 152 disparos contra un vehículo de la
embajada estadounidense que transportaba a dos funcionarios de la CIA y a un
capitán de la Marina mexicana.
Los
policías, que hirieron a los estadounidenses y enfrentaron cargos por
asesinato, inicialmente dijeron que las personas a las que atacaron estaban
uniformadas y viajaban en autos oficiales, y que habían respondido a los
disparos realizados desde la camioneta deportiva.
Sin
embargo, los detalles de la investigación de la PGR apuntaron que los agredidos
vestían de civil, viajaban en vehículos sin distintivos —entre ellos dos de sus
vehículos particulares— y bajo las órdenes en todo momento de sus oficiales a
cargo.
Un
miembro de alto rango de un cártel mexicano del narcotráfico se declaró
culpable en 2013 del homicidio e intento de homicidio de un agente o empleado
de Estados Unidos el 15 de febrero de 2011, crimen ocurrido en tiroteos contra
agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE
por sus siglas en inglés).
Los
agresores admitieron ser miembros de un escuadrón del cártel de Los Zetas y su
participación directa en el ataque, en que murió el agente del ICE Jaime Zapata
y resultó herido su colega Víctor Ávila, ambos asignados a Texas.
De
acuerdo con documentos de la corte, un comandante de Los Zetas trató de
apoderarse del vehículo blindado de los agentes cuando circulaba por una
carretera de San Luis Potosí.
Después
que el escuadrón forzara al vehículo a salir del camino, lo rodearon y el
comandante ordenó a los agentes salir.
Los
agentes se rehusaron y trataron de identificarse en español como diplomáticos
de la embajada estadounidense, pero los agresores abrieron fuego contra el
vehículo, matando a ambos.
ZETA/sin
embargo
(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/ Domingo, 8
enero, 2017 09:58 AM)
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