martes, 29 de noviembre de 2016

'EJÉRCITO LOS DESAPARECIÓ Y EL PRESIDENTE ENCUBRIÓ'


Un cargamento de heroína de dos millones de dólares oculto en los camiones que secuestraron los estudiantes de Ayotzinapa, sin saberlo, fue el motivo de su desaparición, revela la periodista

El 27 Batallón del Ejército fue el responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, quienes sin saberlo habían robado dos camiones cargados de heroína, y el Presidente Enrique Peña Nieto estaría detrás de encubrir el hecho luego de una investigación interna de la misma visitaduría de la PGR, reveló la periodista Anabel Hernández.

En su más reciente libro que está por salir a la venta, "La verdadera noche de Iguala", la escritora da a conocer detalles de su investigación y de lo ocurrido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014.

De manera independiente, apoyada por la Universidad de Berkeley, en California, tardó dos años en unir las piezas de este rompecabezas, el cual explicó en entrevista telefónica para Noticiero Noroeste.

En el programa reveló de manera exclusiva que una buena parte de los investigados en la línea de la "verdad histórica de la PGR" fueron torturados, entre ellos el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, así como su esposa María de los Ángeles Pineda, quienes son señalados por las autoridades como los responsables de ordenar la detención de los normalistas. De corroborarse esto no podría continuar su proceso y serían puestos en libertad, advirtió.

"La historia que nos contaba el Gobierno federal, la versión oficial de que los estudiantes hayan sido atacados única y exclusivamente por el Alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y la Policía Municipal de Iguala y Cocula, que los estudiantes habían sido llevados por un pequeño grupo criminal llamado Guerreros Unidos a un basurero y ahí cuatro muchachos que en realidad son albañiles que apenas saben leer y escribir, supuestamente los habrían asesinado, quemado y arrojado al río San Juan, ninguna de estas historias contadas por el Gobierno corresponde con la realidad, la realidad fue bastante diferente", dijo la periodista.

Esta investigación la hizo basada en testimonios de testigos de los hechos, así como parte de los documentos de la investigación previa del Gobierno de Guerrero y de la PGR, compuestas de miles de hojas.

"Lo que pasó ahí es una operación de Estado, dirigida principalmente, coordinada por el 27 batallón de infantería, quienes habrían sido los principales actores de esa noche con los estudiantes, que habrían participado también en su desaparición... hay casquillos del Ejército en las escenas del crimen, tanto de la calle Juan N. Álvarez como el camino Santa Teresa", mencionó.

Recordó que en diciembre de 2014 publicó cómo los camiones fueron monitoreados cuatro horas antes de la agresión, y el Ejército y la Policía Federal estuvieron presentes en diferentes momentos del trayecto.

Existió un quinto camión donde se transportaban deportistas, y que fue blanco también de los ataques, pero la razón fue por una confusión al parecerse a uno de los vehículos, donde en realidad se transportaba heroína y los estudiantes secuestraron, pero para trasladarse a la Ciudad de México, sin saber lo que llevaban.

"De acuerdo a mi investigación, la recuperación de un cargamento de heroína de dos millones de dólares era el objetivo de esa noche, pero no se encontraba en el quinto camión, se encontraba en dos de los camiones donde desaparecieron los 43 estudiantes... la información que yo tengo, es que supuestamente un capo, que no es ninguno de los detenidos por el cártel de Guerreros, ni su nombre ha sido mencionado, ni revelado por el Gobierno de México, dudo que no sepan quién es y lo que pasó esa noche, este capo habría sido enterado y él habría llamado directamente a los mandos del batallón que estaban en su nómina, así como policías estatales, federales y municipales", agregó.

Anabel Hernández aseveró que esta persona pidió al Ejército orquestar el operativo para dar "a como diera lugar" con los camiones que llevaban la droga, y aunque la intención inicial no era desaparecer a los estudiantes, esto se fue dando al calor de la noche.

EL ENCUBRIMIENTO PRESIDENCIAL
  
La especialista en temas de narcotráfico encontró en su investigación que en mayo pasado la visitaduría de la PGR decidió investigar de manera interna y sigilosamente la indagatoria hecha por el caso de los 43 de Ayotzinapa, donde más de seis ministerios públicos y un fiscal, Alejandro Chávez Flores, participaron en este análisis.

"Lo que se revela en esta investigación interna es realmente de miedo, no sólo se revela, se ordena investigar al capitán José Martínez Crespo (capitán segundo adscrito al 27 batallón) por crimen organizado, no sólo se ordena investigar la verdadera actuación del 27 batallón de infantería, incluyendo encubrimiento de autoridad, y también investigar a más de nueve policías federales que participaron esa noche, y también se ordena investigar las armas que portaba la Policía Federal, y se revelan los nombres de 66 funcionarios públicos de la Marina, de la Sedena, la Policía Federal, de la Policía Ministerial Federal, que habrían participado en las torturas para fabricar la falsa versión histórica", señaló.

Comentó que en 19 casos ya se comprobó se dio la tortura, y este expediente menciona los abusos contra Abarca y su esposa.

"Ningún testimonio bajo tortura, ningún testimonio puede ser tomado como válida por un juez, estamos ante la situación de que muchos de los principales detenidos, incluyendo los cuatro albañiles que supuestamente quemaron y mataron a los estudiantes, tendrían que salir tarde o temprano libres, el caso es absolutamente falso, fabricado", comentó.

Sin embargo, acotó, el 18 de agosto la PGR tenía que entregar a los padres de familia de los desaparecidos este expediente donde se pedía procesar a Tomás Zerón de Lucio, hoy Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, y quien colaboró en ese entonces con ministerios públicos en la reconstrucción de los hechos en río San Juan.

"Cuando ya está hecho el dictamen, la Procuradora Arely Gómez le pide al fiscal César Alejandro Chávez Flores que detenga el documento, que se espere, que no lo revele todavía, porque necesita la autorización presidencial", refirió.

"Va la Procuradora, se reúne con el Presidente, y el Presidente Enrique Peña Nieto ordena desde los Pinos: 'Esto no puede salir público', y pide la protección por supuesto para su hombre de confianza, Tomás Zerón", mencionó.

Hernández resaltó que se pidió al fiscal "cambiar y maquillar" el documento para que no se "cayera el caso", y seguir encubriéndolo, y ante esto, el fiscal presentó su renuncia.

Anabel Hernández reconoció que en noviembre de 2015 cuando estaba en los "puntos más álgidos" de su investigación se dio un allanamiento de su casa, pese a estar protegida por el mecanismo de protección a periodistas, se grabó los rostros de las personas que entraron buscando información al no llevarse nada valor, así como las placas del vehículo que usaron, pero hasta ahora no han sido detenidos.

"Cuando yo vi el video, y vi su actuación, no me queda la menor duda, es gente del Estado", dijo repitiendo el comentario que le hizo un funcionario del gobierno de México al ver la grabación.

Además, dijo, una de sus fuentes importantes de información fue asesinada en el transcurso de este tiempo, y otros más, así como algunos de los familiares de los albañiles acusados, fueron "levantados".

"Durante estos dos años ha habido una andanada del gobierno, no me cabe la menor duda que es del gobierno, pienso yo, para intentar acallar a las diferentes fuentes de información que estuve siguiendo a lo largo de estos dos años, y por supuesto, mi compromiso era, después de que tanta gente que tuvo el valor de compartir documentos, que arriesgo su propia vida para que saliera a la luz esta verdad, pues lo menos que yo podía hacer es este libro, publicarlo, y hoy asumir la responsabilidad y los riesgos que esto conlleva", comentó.


(NOROESTE/ GABRIEL MERCADO/ 29/11/2016 | 02:00)

No hay comentarios:

Publicar un comentario