El diario Reforma y el periodista Carlos
Loret de Mola señalan que el artífice de la visita de Donald Trump al país fue
el Secretario de Hacienda Luis Videgaray, decisión que no fue bien vista al interior
del gobierno y tampoco por la ciudadanía, activistas y a analistas y que lo ha
sumido en otra crisis, pues el republicano no sólo refrendó desde Los Pinos su
plan de construir un muro en la frontera México – Estados Unidos sino que su
discurso antimexicano se intensificó.
¿Quién asesora a EPN? Muchos, y
oficialmente uno: gana 203 mil y no declara
Ciudad de México, 2 de
septiembre (SinEmbargo).– El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, fue
el artífice de la escandalosa visita a México del candidato republicano a la
Presidencia de EU, Donald Trump, de acuerdo con el diario Reforma y el
periodista Carlos Loret de Mola.
La visita de Trump ha sido
considerada un “error histórico” tanto en México como en el extranjero,.
“La operación de la visita de
Trump fue del secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Y se coordinó
directamente con su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto. De él fue la idea
de hacerlo y de él fue la idea de hacerlo ya. Todo esto me lo relataron muchas
fuentes muy bien informadas”, dice el periodista en su columna publicada este
día en el diario El Universal.
A su vez, el diario Reforma
señala que “la decisión de invitar a Trump se tomó el miércoles de la semana
pasada, luego de que el Presidente Enrique Peña Nieto sostuvo una reunión con
el titular de Hacienda en Los Pinos, justo un par de días después de las
revisiones de las calificadoras Standard & Poor’s y Moody’s”.
Citando fuentes cercanas, el
diario de circulación nacional dice que Videgaray mismo “fue el encargado de
recibir a Trump en el hangar presidencial”.
Y agrega que lo que motivó a
Videgaray a traer a Trump a Los Pinos “era mandar una señal de estabilización
de los mercados y calmar los temores que existen sobre los impactos en la
economía mexicana de un eventual triunfo del candidato republicano a la
Presidencia de Estados Unidos”.
El conductor de Televisa
señala que la noticia sobre el magnate tomó por sorpresa a la canciller Claudia
Ruiz Massieu, quien se encontraba en Estados Unidos, así como al Embajador de
México en Estados Unidos, Carlos Sada, y al subsecretario de América del Norte,
Paulo Carreño.
Y agrega, que “unas horas
antes de hacerse oficial, tampoco lo sabía el vocero presidencial, Eduardo
Sánchez, a pesar de que se trataba de un asunto que necesitaba sobre todo una
estrategia de difusión que mitigara el rechazo popular.
“No lo sabía el gabinete. Al
grado que cuando se les notificó, entre algunos hubo desconcierto y entre otros
franca desaprobación. Esto explica los rostros de luto que exhibieron en la
primera fila de la conferencia de prensa”.
De esta versión discrepa Reforma,
pues dice que la Caciller “fue consultada por el Presidente sobre el
planteamiento y manifestó su desacuerdo; sin embargo, la decisión estaba
tomada”.
Loret de Mola señala que los
resultados del encuentro tienen orgulloso al Gobierno federal:
“Presumen que el magnate ya
no habló de deportar a 11 millones de personas, sino a 6, que ya no planteó
congelar las remesas ni cancelar el TLC [Tratado de Libre Comercio de América
del Norte], y que del muro ya supo oficialmente —se lo habría dicho el presidente
Peña en privado— que México no lo pagará; y que ahora los dos candidatos
gringos pelean por ver quién es más amigo de México”.
En los hechos, no es así. De
acuerdo con los asesores hispanos de Trump, el magnate regresó más rudo aún.
Retomó el Arizona lo del muro y se puso más rudo con las deportaciones.
Además, de acuerdo con
Reforma, Trump ha tenido un repunte de popularidad.
La prensa extranjera también arremete contra Peña tras
su encuentro con Trump: lo califican de mal dirigente
EL SALDO DE LA CONVOCATORIA Y LA VISITA
La visita de Trump al país
generó una ola de críticas de ciudadanos, académicos, periodistas, artistas
políticos ante la postura y calificativo contra los mexicanos que ha usado
el magnate como plataforma de su
campaña. las criticas también vinieron de activistas en pro de los migrantes en
Estados Unidos y de la prensa internacional.
Y no sólo en anuncio sino el
saldo de la reunión, pues en conferencia de prensa desde Los Pinos, el
republicano reiteró que sigue en pie su plan de construcción de un muro entre
México y Estados Unidos y horas más tarde insistió que serán los mexicanos
quienes pagarán la obra.
Ante ello, el Presidente
mexicano ha emprendido un a campaña para dejar en claro que él dijo a Trump que
nuestro país no pagará el muro, hasta el evento para tratar su IV Informe de
labores usó. Hasta el momento no se sabe quién miente, pues el candidato
estadounidense señaló que ese tema no fue tratado.
La reacción en México fue
veloz. La perspectiva de que el presidente, Enrique Peña Nieto, sólo saliera
perdiendo y de que el aspirante a la presidencia de Estados Unidos se viera
reforzado parecía del todo previsible.
Verlo plasmado en televisión
desencadenó una oleada de burlas contra Peña Nieto.
“Trump gana poco y peor aún,
Peña Nieto pierde mucho”, resumió Javier Urbano Reyes, profesor en el
departamento de Estudios Internacionales en la Universidad Iberoamericana en
Ciudad de México.
“Sin duda, el evento de Trump
mi percepción es que va a hacer aún más grave, aún más fuerte la baja de
aprobación” del presidente, señaló.
Peña Nieto dijo que los
mexicanos se habían sentido agraviados y habían tenido diferencias con Trump,
pero en ningún momento logró lo que más quería la población: exigir que Trump
se disculpara.
Luego estaba el tema del
muro. “Un impenetrable, físico, alto, poderoso, hermoso muro en la frontera
sur”, como dijo más tarde Trump en Phoenix.
“Es traición, es avalar a quien nos ha escupido ante
el mundo entero”, dice González Iñárritu
De pie junto a Peña Nieto, el
empresario reiteró su promesa de levantar un muro fronterizo, aunque dijo que
el tema de quién lo pagaría se comentaría más adelante. Peña Nieto no dijo nada
sobre el muro en ese momento.
Horas más tarde, Peña Nieto
dijo en un tuit que había dicho de forma clara al comienzo de su encuentro
privado con Trump que México no pagaría la obra. Su afirmación parecía
contradecir las declaraciones del magnate sobre que no se había hablado del
pago, pero la oficina del presidente sólo dijo que Peña Nieto ya había hablado
sobre el tema y no lo retomó.
Sin embargo, en su discurso
más tarde sobre política migratoria, Trump convirtió el muro en la pieza
central de su propuesta. Se refirió a Peña Nieto como un “maravilloso, maravilloso
presidente”, pero reafirmó la promesa que no había repetido en México: “Aún no
lo saben, pero van a pagar el muro”.
Aunque Trump intentó tender
puentes en Ciudad de México describiendo a los mexicano-estadounidenses como
“espectaculares” e “increíbles”, y afirmando que la inmigración irregular y la
fuga de empleos de manufactura perjudican tanto a los mexicanos como a los
estadounidenses, sus palabras no le ganaron muchos amigos al sur de la
frontera.
Por su parte, Peña Nieto no
pareció hacer gran cosa para protestar por las declaraciones anteriores de
Trump sobre que México envía violadores y otros delincuentes a Estados Unidos.
“Ni siquiera adoptó una
posición firme de verdad y habló directamente al señor Trump a la cara y le
dijo exactamente por qué sus afirmaciones no son aceptables para los
mexicanos”, comentó Tony Payan, director del Mexico Center en el Instituto
Baker de la Universidad Rice. “Sonó tibio y demasiado blando. Básicamente se
tumbó panza arriba y dejo que el señor Trump consiguiera sus propios objetivos
sin conseguir nada a cambio”.
Payan teorizó que quizá Peña
Nieto tenía pocas buenas noticias que compartir con sus compatriotas en su
informe anual sobre el estado de la nación, previsto para el jueves, y buscaba
una distracción con la “desacertada” reunión.
“Quizá Peña vio la
oportunidad de distraer la atención del pueblo mexicano”, comentó Payan. “Puede
que lo consiguiera, pero llamó la atención sobre su propia disposición a
alimentar el estrellato de Trump y eso no sentó bien en México”.
Muchos mexicanos expresaron
su decepción y descontento con el mero hecho de que se invitara a Trump.
Después de todo, los mexicanos ya han fabricado —y golpeado hasta destrozar—
piñatas de Trump. Crearon un videojuego en el que los jugadores pueden lanzar
balones de fútbol, hojas de cactus y botellas de tequila a una caricatura del
candidato republicano.
Pero cuando ese hombre llegó
en persona a México, se le trató con delicadeza y se le ofreció una cálida
bienvenida en la residencia presidencial.
El artista Arturo Meade
acudió a una de las pequeñas protestas convocadas antes del encuentro con su
hijo de dos años y medio, Mariano.
“Es un insulto y una
traición”, afirmó. “¿Qué puede aportarnos esta reunión, excepto surrealismo en
todo su esplendor?”.
Líderes chicanos, muy enojados: ¿En qué estaba
pensando EPN? ¿En darle el muro de Trump a Higa?
-Con información de AP
(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / SEPTIEMBRE
2, 2016 - 9:40 AM)
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