Foto: Tomada de Internet
Los hijos del encarcelado líder del
Cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, ya habían abierto
diferentes frentes en el Estado, al disputar a otras facciones el mercado del
narcomenudeo, ir eliminando competidores y exhibir fuerza en una plaza sensible
para el narcotráfico como Culiacán. Fuentes del gabinete de seguridad le
atribuyen a su gente el levantón y posterior muerte del director del certamen
Miss World México, Hugo Rubén Castellanos Jiménez, entre otros hechos que
ponían en riesgo los acuerdos al interior del Cártel de Sinaloa, por lo que el
plagio de Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Puerto Vallarta ha sido un torpedo
que, mientras aparece vivo o muerto, abre un boquete al diezmado imperio del
“Chapo”
Sinaloa.- Mientras que el Comandante de la
Novena Zona Militar, General Rogelio Terán Contreras, calificó como un “hecho
aislado” el secuestro de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del “Chapo” Guzmán,
sin consecuencias para el Estado, la coordinación de seguridad pública estatal
se mantiene en alerta.
En el análisis de la
coordinación de seguridad pública estatal, los grupos criminales que se
encuentran en confrontación con el Cártel de Sinaloa, avecindados en los
municipios de Rosario y la sierra de Mazatlán, originarios de Nayarit y
Jalisco, pudieran aliarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para
iniciar una guerra en territorio sinaloense.
Ovidio Guzmán López
De
acuerdo con la propia Procuraduría General de Justicia, en voz del
subprocurador Jesús Martín Robles Armenta, en el sur sinaloense las células de
los Beltrán Leyva que irrumpieron por la frontera nayarita, disputan a las
facciones Guzmán y Zambada, los territorios de Mazatlán y Rosario.
Ello ha causado masacres como
la del 13 de febrero pasado, cuando once personas fueron asesinadas en la
sierra de San Ignacio, y la del 16 de junio, cuando siete leñadores de
Cacalotán fueron desmembrados por Los Tanquetas de Nayarit, quienes controlan
la región.
El panorama en la seguridad
ya se había complicado con la oleada de homicidios en Culiacán, que provocaron
las bajas de uno y otro lado.
Los Menores, clave con que se
distingue a los hijos del “Chapo” Guzmán, ya habían abierto tres frentes al
interior de los grupos criminales en la entidad, incluso con antiguos aliados,
según las fuentes consultadas de la coordinación de seguridad.
A TRES FUEGOS
Uno de ellos
era que al pretender afianzar el control territorial del narcomenudeo en
Sinaloa, sobre todo en los municipios de Culiacán y Navolato, los Guzmán
Salazar desplazaron a la facción dirigida por Dámaso López Núñez “El
Licenciado” y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, originario de la
sindicatura de El Dorado, al sur de la capital.
Las fuerzas de Los Dámaso
iniciaron un repliegue cuando los tiroteos se sucedieron entre la célula de Los
Chimalis, leales a Iván Archivaldo, y Los Montana, liderados por el “Mini Lic”.
“La gente de Los Dámaso
bajaron al perfil muy abajo porque no quieren pelea con los hijos del ‘Chapo’”,
comentó un agente de la Procuraduría General de Justicia consultado.
El segundo frente detectado
era que para llevar a cabo el control territorial en la capital, dividida entre
los Guzmán, los López Núñez y los Zambada, Iván Archivaldo creó bajo sus
órdenes a células de pistoleros como Los Ninis, liderado por un joven solo
identificado por la Policía Ministerial del Estado como “El Nini”, y a Los
Güeritos, cuyo líder fue levantado junto con Alfredillo Guzmán en Puerto
Vallarta.
Griselda López Pérez
También mantiene a uno de sus principales
pistoleros, identificado como “El Panu”, en los ajustes de cuenta que se
suceden en la capital.
A sus gatilleros se les
atribuyó la instalación de un cordón de seguridad (falso retén, según la PGJE)
cuando el director del certamen Miss World México, Hugo Rubén Castellanos
Jiménez, salió del antro Ópera –conocido por ser punto de reunión de narcos-,
fue él quien coronó a Melissa Lizárraga en el evento celebrado la noche del
sábado 6 de agosto.
EL AVANCE POR MAZATLÁN
El tercer frente, de acuerdo
con la coordinación de seguridad, se inició en el puerto de Mazatlán, cuando el
grupo vinculado a los Beltrán-Zetas que domina esa parte del Estado colocó
narcomantas en diferentes puntos de la ciudad porteña el 21 de junio, con la
advertencia:
“Mendigos
chapos ‘Z’ ya dejen de echarle la culpa a otros, nosotros somos independientes,
volteen a ver la tranquilidad que hay en
todo lo que manejamos nosotros, está así porque somos hombres y no tenemos
necesidad de matar gobierno y mucho
menos secuestrar ni despojar a la pobre gente de sus casas como ustedes. Lalo,
Ivan Archivaldo, Gabito y Loya verán lo que les viene muertos de hambre”.
Al iniciar 2016, en enero, un
grupo de pistoleros conformado por varias camionetas tomó por asalto a una hora
en que cientos de turistas locales abarrotaban los restaurantes de comida
tradicional, y comenzaron a disparar al aire para amedrentar a los habitantes
de la sindicatura de El Quelite, considerado “Pueblo Mágico”.
Según testigos de la
balacera, que con indignación publicaron en las redes sociales cómo corrieron
los escasos policías de la comunidad, uno de los sicarios gritó: “Ahora sí
cabrones, salgan… aquí estamos Los Chapitos, no se rajen pinches Zetas”.
El tiroteo, negado por el
alcalde panista Carlos Felton González, fue confirmado por la Procuraduría
General de Justicia, que recogió cientos de casquillos de varios puntos del
poblado, ubicado en la zona rural del municipio de Mazatlán, a unos 21
kilómetros de la ciudad portuaria.
Dos semanas después, el 17 de
enero, de nueva cuenta un grupo armado realizó una incursión a la comunidad de
El Recreo. Según las fuentes de seguridad, buscaban al jefe de la plaza y a
hombres armados que crecen en número.
Iván Archivaldo Guzmán
Salazar
Tanto el Ejército como la Procuraduría también tienen detectados
campamentos que levantan los grupos armados en la zona rural mazatleca.
El 11 de junio, elementos del
Ejército se enfrentaron a balazos con sicarios que habían “bajado” del
campamento a un poblado a comprar víveres.
En la refriega dos jóvenes
pistoleros fueron abatidos, y en una búsqueda del resto de la célula, que
lograron escapar, hallaron el campamento entre el monte, cerca de El Quelite.
De acuerdo con informes de la
Fiscalía Estatal, estas células contrarias al Cártel de Sinaloa han ido
avanzando paulatinamente desde el sur del Estado, controlando poblados
serranos.
“Esa área (de El Quelite a
Rosario) ha sido un corredor problemático en muchos de los casos donde también
el Ejército ha tenido sus inclusiones en el área de monte, en ese corredor y
también más al norte del puerto de Mazatlán”, comentó Robles Armenta,
subprocurador de Justicia.
Para llegar a Culiacán hay
que pasar por San Ignacio, plaza conflictiva con las gavillas de Ramón Gallardo
Campista “El Gato” y las que son leales al desaparecido Librado Gamboa Ruelas
“El Librado”, de filiación a la facción Guzmán.
De ahí que en el análisis que
realiza la coordinación de seguridad pública, el plagio de Jesús Alfredo Guzmán
Salazar confronta a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” con “El Chapo” y
toda su estructura criminal.
Aunque no fue un frente
iniciado directamente por Los Menores, el conflicto entre Alfredo Beltrán
Guzmán “El Tito” y la familia Guzmán en plena sierra de Badiraguato -baluarte
de las familias narcas-, también esa zona se mantiene en disputa, pues las
áreas de seguridad han detectado que los grupos armados se mantienen entre los
montes, a la espera.
DOS JUNIORS
PARA EL CONTROL DEL CÁRTEL
Jesus Alfredo Guzmán Salazar,
el hijo del narcotraficante sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias
“El Chapo”, que fue secuestrado esta semana por un presunto comando del Cártel
Jalisco Nueva Generación (CJNG) en un restaurante denominado La Leche, ubicado
en Puerto Vallarta, Jalisco
Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue quien se alzó
con el liderazgo de facción de su padre, tras su captura en Mazatlán, Sinaloa,
en 2014, y muy pronto se dieron discrepancias al interior con la muerte de
Manuel Alejandro Aponte Gómez, un desertor del Ejército que llegó a jefe de
pistoleros del cártel.
Informes de inteligencia
militar advierten que ocurrió un distanciamiento desde entonces con Los Dámaso,
a quienes “El Chapo” habría dado parte de su estructura.
Guzmán Loera tenía
innumerables refugios en la zona del Valle de San Lorenzo, al sur de Culiacán,
de donde es originario “El Licenciado”.
Con la fuga de su padre del
penal Altiplano, Iván Archivaldo volvió a su lugar, pero la segunda recaptura reactivó
su liderazgo. Según la ficha de la Procuraduría General del a República (PGR),
Iván Archivaldo nació el 15 de agosto de 1983, aunque la Oficina de Control de
Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) señala que es del 2 de
octubre de 1980.
Es el mayor de los hijos del
matrimonio de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera con Alejandrina Salazar
Hernández.
En 2004 se vio involucrado en
la muerte de un joven en un accidente ocurrido en Culiacán, cerca del Puente
Negro.
En esa ocasión era acompañado
por un hijo del entonces comandante de la Policía Ministerial, Reynaldo
Gaxiola. Al año siguiente, en junio de 2005, fue detenido en Zapopan, Jalisco,
al verse involucrado en el homicidio de dos jóvenes.
Fue enviado a prisión y
sentenciado a cinco años por lavado de dinero, pero en 2008 salió absuelto de
los cargos por presunta corrupción de un juez.
Desde esos años se le ubicaba
entre Jalisco y Sinaloa, pero tras la separación de “El Mencho” del Cártel de
Sinaloa en 2011, él y su hermano Alfredo tomaron Culiacán como ciudad de
radicación.
Jesús Alfredo Guzmán Salazar nació el 17 de
mayo de 1986 en la ciudad de Zapopan, Jalisco, de acuerdo con la OFAC. De más
bajo perfil que su hermano Iván, desde 2009 tiene una acusación abierta en la
Corte para el Distrito Norte de Chicago, en cuyo pliego aparecen los nombres de
su padre, de Ismael Zambada García, de Vicente Zambada Niebla y de Felipe
Cabrera Sarabia.
El gobierno estadounidense lo
ubica como importante operador de trasiego de droga y operador financiero de
los negocios del “Chapo” Guzmán.
En junio de 2012 la OFAC lo
fichó y, a los días, la Marina anunció su captura en Jalisco, pero la pifia se
desmintió y la PGR concluyó que el detenido era Félix Beltrán León, un culichi
avecindado en Guadalajara.
Se dijo que en las
“chapomarchas” de Culiacán él estuvo presente entre el tumulto. Un tercer
hermano es identificado como César Guzmán Salazar, del que existen pocos datos
biográficos.
Ovidio Guzmán López, es otro
de los hijos de la segunda esposa del “Chapo”, Griselda López Pérez. Hermano de
Édgar Guzmán López -asesinado por una célula del “Macho Prieto” el 8 de mayo de
2008 en Culiacán-, tiene otro hermano varón de nombre Joaquín, quien está fuera
del radar de las actividades criminales.
Ovidio fue fichado por la
OFAC en mayo de 2012, y el Ejército Mexicano, tras abatir a Manuel Torres Félix
“El Ondeado”, en octubre de ese mismo año, lo ubicó como coordinador de
trasiego de cocaína sudamericana.
Ha tenido incursiones en las
redes sociales, sin embargo, su perfil dentro del grupo que encabeza su medio
hermano Iván es muy bajo.
(SEMANARIO ZETA/ Edición Impresa
/Investigaciones Zeta Lunes, 22 agosto, 2016 01:28 PM)
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