Los miembros del grupo organizado de 25
narcotraficantes a quienes les fueron decomisados más de 18 millones de dólares
en droga, seguirán cruzando enervantes a Estados Unidos y vendiéndolos en
Tijuana, en total impunidad. Ninguno de los integrantes de la mafia fue
detenido, la PGR no inició investigación en su contra, y en el proceso de
judicialización del decomiso, se “desaparecieron” varios kilos de cocaína
El decomiso de los 631 kilos
de cocaína en Tijuana, dejó algo más al descubierto que la forma empresarial
que emplea el cártel de Sinaloa para la distribución de droga en Tijuana: La
descoordinación y la desconfianza que existe entre las corporaciones policíacas
integradas en el Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Una disputa entre agentes de
la Procuraduría General de la República, Policías Estatales Preventivos y
elementos del Ejército Mexicano destacados en la II Zona Militar, sucedió el
sábado 13 de agosto en la bodega ubicada en el parque industrial Pacífico,
donde cinco días antes habían localizado el cargamento de cocaína del cártel de
Sinaloa.
Ese sábado, al 089 llamó una
persona anónima para alertar: en la bodega cateada, la cual se encontraba sin
vigilancia por parte de la PGR, había gente armada sacando droga. Cuando la
Policía Estatal Preventiva acudió al reporte, en coordinación con el Ejército,
ya no encontraron personas, pero sí un vehículo encendido, y más droga.
Por lo menos 84 kilos más de cocaína, y 24 de ‘cristal’. La disputa
inició cuando elementos de la PGR llegaron y pretendieron acusar a los
Estatales, de estar sacando la droga. La misma que ellos habían ignorado, y
dejado sin resguardo desde el miércoles 10 de agosto, cuando oficialmente cateó
la bodega en soledad.
En efecto, entre el
descubrimiento de la comercializadora de droga y la orden de cateo
transcurrieron tres días, durante los cuales, los de PGR solicitaron a los
Preventivos y a los soldados el resguardo de la bodega con droga.
Así la protegieron hasta el
miércoles 10 cuando personal de la Procuraduría General de la República se
apersonó con la orden de cateo y pidió a las fuerzas locales y a las armadas,
retirarse del lugar para hacer la inspección en solitario.
A diferencia de años atrás,
cuando la coordinación estatal permitía que en los cateos participaran todas
las fuerzas para mayor seguridad del resguardo, en este caso de la PGR,
literalmente los corrieron del lugar.
Una vez confiscados los 631
kilos de cocaína, los federales se retiraron y abandonaron la bodega, hasta el
sábado 13 cuando, se supone que criminales del mismo cártel, acudieron a
intentar sacar la droga que la PGR dejó.
De ese incidente, surgió la
disputa entre Federales que acusaban a Preventivos de la extracción de la droga
e incluso amagaron con detener a un militar.
El caso no pasó a mayores,
luego que entre titulares se supone acordaron los hechos.
Hoy se espera que de Asuntos
Internos de la PGR se investigue al delegado en la ciudad y a los elementos
federales, por no reportar la droga completa, por abandonar cargamento en el
lugar del cateo y por no resguardar el área.
La disputa entre los
Policías, refiere la falta de coordinación, y la presunción de corrupción. De no haber llegado el Ejército
y la Estatal Preventiva, la droga habría sido recuperada por los criminales.
Droga localizada dentro de la
bodega que ya había sido cateada y en el doble fondo de un pequeño camión de
carga
MILLONES MENOS AL NARCO, LIBRES LOS DETENIDOS
Con el decomiso de 631 kilos
de cocaína y el aseguramiento de una bodega el 8 de agosto en Tijuana, la
afectación económica fue millonaria, más de 16 millones de dólares tendría de
valor tal cantidad de enervante en suelo norteamericano, importante, pero no lo
suficiente para amedrantar profundamente a una estructura con formato
empresarial, sustentada en el trasiego realizado por 25 células delictivas.
De hecho, los cuatro hombres
detenidos como posesionarios del enervante Ernesto y Luis Ojeda Aguirre, así
como Alberto Ávalos y Alejandro Ahumado, fueron liberados.
Ni siquiera tuvieron grandes
contratiempos, alcanzaron la libertad porque el juez encontró que hubo
imprecisiones en el Informe Policiaco Homologado, después que éste fue refutado
por uno de los militares que firmó el documento.
Al final el caso
FED/BC/TIJ/0000363 que evidenció el funcionamiento de una fracción del Cártel
de Sinaloa como una empresa de sociedad anónima dedicada al trasiego organizado
y compartimentado de droga a gran escala a Estados Unidos, solo quedó en el
decomiso de 746 kilos de cocaína y 32
kilos de ‘cristal’ sin dueño.
La razón de la liberación,
expuesta por los abogados y el juzgador, sin que hubiera un defensa solida del
lado del fiscal federal, fue que la captura se hizo mediante un operativo fuera
de las normas, porque se violaron los derechos de los presuntos
narcotraficantes, que en el NSJP se consideran inocentes hasta el final del
proceso, que en este caso concluyó con su exoneración.
En estas condiciones, el
grupo de narcotraficantes, los propietarios de la droga, podrán seguir operando en libertad, porque no
hay más investigaciones en el caso.
LA HISTORIA DE UN DECOMISO INCOMPLETO
Detenido y entregado ante el
Ministerio Público Federal en la PGR desde el lunes 8 de agosto, José Ernesto
Ojeda Aguirre –uno de los 4 hombres asegurados con 631 kilos de cocaína en una
bodega en Tijuana que funcionaba como central de abastos para varias células
delictivas–, manifestó a los agentes federales que en la bodega había más
enervante, habló de 800 kilos entre lo incautado y lo que faltaba.
En ese primer operativo, a
través de un Informe Policiaco Homologado (IPH) la Secretaría de la Defensa y
la Policía Estatal Preventiva habían entregado a la Procuraduría General de la
República, 631 kilos de cocaína y 8.5 kilos de ‘cristal’.
En un segundo momento, el
cateo a la bodega realizado por la PGR el miércoles 10 de agosto, el Ministerio
Público Federal reportó haber encontrado únicamente 31 kilos de cocaína.
Lo que sumaba 670 kilos de
droga y de acuerdo a lo mencionado por el detenido, resultaba en un faltante de
130 kilos. No se volvió a tener informe público de la bodega ni de los
detenidos hasta la mañana del 13 de agosto.
Ese sábado, otra vez la
denuncia llegó primero a la SEDENA –como sucedió en el operativo del 8 de
agosto–, el reporte fue que en la bodega del parque industrial Pacífico había
más droga, aseguraban que en las paredes, y que hombres armados la estaban
sacando a bordo de unas camionetas tipo panel.
Casi al mismo tiempo, una
denuncia de hombres armados en la bodega abierta, llegó al Centro de Control,
Comando, Comunicación y Computo (C4).
Puestos en antecedentes, de
nuevo SEDENA-PEP atendieron el reportes, primero elementos militares de civil
hicieron presencia en el lugar y corroboraron que el sello de la PGR colocado
sobre la reja en el patio de la bodega había desaparecido, y una de las
cortinas que daba acceso al interior de la bodega estaba levantada poco más de
un metro del piso.
Con el antecedente de más
droga, el equipo de soldados y policías llegó acompañado de un elemento K9, fue el perro el que encontró la
droga, en el doble fondo de un camión de carga pequeño estacionado dentro de la
bodega.
Contrario a protocolo y
procedimiento, en la bodega que ya había sido cateada y asegurada por el
Ministerio Público Federal, y debía estar limpia, había varias pallets con
cajas de productos empacados y embalados sin abrir que no fueron revisados, así
mismo, un camión de carga, 3 pick ups blancos y uno arena, éstos de reciente
modelo, y otro auto rojo y dos carros
desvencijados más. Todos con placas de Baja California.
El sábado, durante el segundo
operativo, uno de los pick ups blancos encontrados dentro de la bodega, estaba
abierto con luces prendidas.
“Si lo hubieran dejado así
desde el miércoles se hubiera quedado sin batería y no sucedió, lo que
significa que lo abrieron las personas que sacaron droga, quienes denunciaron
dijeron que ya se habían ido dos camionetas tipo panel”, informaron.
Ministerio Público Federal
había dejado en la bodega 84 kilos de cocaína y 24 kilos de cristal
FALTA DROGA
En un tercer
operativo que resulta en un segundo aseguramiento, lo encontrado fueron 84
kilos de cocaína (30 paquetes de dos kilos más 14 de un kilo) y 24 kilos de
‘cristal’ (28 cajas y/o paquetes más 1 bolsa), en total 108 kilos más de droga
en una bodega que ya había sido cateada por la PGR.
Los destinatarios de esta
droga eran diferentes a los 19 identificados en el primer aseguramiento, la
cocaína era de Magic identificado por una carita feliz, Pulce, Paja, y otro
sujeto identificado con un engomado verde.
El ‘cristal’ venía en cajas
azules, amarillas, amarillas con franjas negras, blancas y plateadas.
En total los decomisos de los
tres operativos realizado en este caso, sumaron 746 kilos de cocaína a razón de
25 mil dólares por kilo valuados en 18 millones 650 mil dólares, y 32 kilos de
‘cristal’ lo que da por resultado 778 kilos de droga.
De acuerdo a lo dicho por uno
de los detenidos, esto resulta en un faltante de por lo menos 22 kilos de
cocaína con un valor en el mercado de 550 mil dólares.
Pero este dato,
convenientemente, no está siendo investigado.
POLICÍAS CONTRA POLICÍAS
El sábado 13 de agosto,
estatales y militares estaban en la bodega, cuando llegó el policía ministerial
federal Alberto Aguilar, se presentó como encargado de mandamientos judiciales,
hizo unas llamadas y cuestionó a los
policías estatales por su presencia en la bodega, los del estado hicieron lo
mismo.
Discutían cuando llegó a la
bodega el Agente del Ministerio Público responsable del caso Alberto Galindo.
De manera tácita unos a otros se responsabilizaban del posible robo de droga.
Desde la PGR la versión era
que los policías estatales se estaban robando la droga que estaban sacando poco
a poco en una hielera cuando llegaron.
Desde de la PEP y Sedena, el
dato fue que antes de que ellos llegaran era gente de la PGR quien estaba
sacando la droga, pero se filtró información, recibieron “pitazo” del
operativo, y huyeron.
Al momento del
enfrentamiento, salieron relucir amenazas, salieron relucir armas, el agente
del Ministerio Público mandó llamar a policías federales y en el momento más
álgido sometieron a uno de los soldados que estaba de civil y estuvieron a
punto de esposarlo, mientras delegados y subdelegados, secretario de seguridad,
directores de policías y Generales intentaban llegar a un acuerdo para evitar
un enfrentamiento.
Con celulares, todos tomaron
video de todos, incluso la abogada de los 4 hombres capturados.
Al final, para que cuadrara
el segundo decomiso, decidieron empapelar entre todos y plasmar los hechos como
una continuación de diligencia.
Sin clarificar quién violó
los sellos, sin investigar si temprano habían sacado o no dos camionetas con
droga, y sin buscar si había o no más droga en el inmueble. Las versiones
oficiales exculpaban a todos los oficiales del orden presentes.
SEDENA y PEP, argumentaron
que respondieron a una denuncia y como respaldo presentaron a sus jefes los
reportes al C4 de todos los incidentes que se dieron desde la llegada a la
bodega hasta el enfrentamiento.
En la PGR, la presencia en la bodega,
inicialmente calificada como repentina del Ministerio público y su agente
–acompañados por una de las abogadas de los cuatro detenidos con la droga–, se
justificó en la orden del juez que llevaba el caso en contra de los 4 acusados,
que instruyó al Ministerio Público a buscar las cámaras en la zona y pedir
oficialmente los videos, diligencia que iban a cumplir cuando encontraron al
operativo SEDENA-PEP.
Operativo que recibió el calificativo
cuando menos de irregular:
“Vamos aceptar que atendieron
denuncia, ellos no podían entrar a la bodega a menos que hubieran visto a un
sospechoso afuera y este hubiera entrado corriendo al edificio, lo que no
sucedió porque lo hubieran detenido…no tenían nada que hacer adentro”.
Del lado opuesto, la
respuesta fue que el operativo se hizo de esa manera porque de acuerdo a la
denuncia recibida por la milicia, los sospechosos del robo de droga eran
precisamente elementos de la PGR.
JUEZ LIBERA A
CUATRO
Dos días después del segundo
aseguramiento de droga en la bodega del Pacífico, la mañana del martes 16 de
agosto, los cuatro hombres detenidos el lunes 8 de agosto por elementos de la
Secretaría de la Defensa y la Policía Estatal Preventiva, en posesión de 776
kilos de cocaína y 32 kilos de ‘cristal’, ya gozaban de libertad.
De acuerdo al Informe
Policiaco Homologado (IPH), Ernesto y
Luis Ojeda Aguirre, así como Alberto Ávalos y Alejandro Ahumado, fueron
capturados cuando llegaban en sus autos frente a la bodega ubicada en el número
23850 de la calle Ojos Negros de la Colonia Industrial Pacífico 1, en la
delegación San Antonio de los Buenos, Tijuana, la droga en los carros. Esto no
fue suficiente.
La liberación no tuvo que ver
con que si eran o no propietarios del enervante, tampoco con que fueran o no
los arrendatarios de la bodega donde se encontró la cocaína y el Ice, o los
dueños o renteros de los tráileres y camionetas en los que se trasladó la droga
de Sinaloa, o los titulares de la supuesta comercializada que operaba en esa
bodega, de hecho tampoco con el hecho de que los detenidos hayan argumentado
desconocer que con la mercancía legal (jugos y enjuagues) viniera escondida
droga.
El tema considerado por el
juez para liberar fue que uno de los elementos militares que participó en la
detención hizo declaraciones distintas a las vertidas en el Informe Policiaco
Homologado, el soldado dijo que los policías estatales llegaron antes a la
bodega y sometieron a los detenidos.
Desmintiendo también la
información publicada por la SEDENA, quienes por tratarse de una denuncia
recibida y corroborada por la milicia dieron a conocer los hechos, a través de
dos comunicados de prensa los días 8 y 9 de agosto, en los textos afirmaron “…durante
una operación de la Secretaria (sic) de la Defensa Nacional, personal militar
Jurisdiccionado (sic) a este mando territorial se hizo acompañar de personal de
la Policía Estatal Preventiva” y “…habiendo detenido en flagrancia a cuatro
personas que se encontraban descargando paquetes de un vehículo a otro”,
pero ante el juez, un soldado dijo que no fue así.
(SEMANARIO ZETA/ Reportajez
/Investigaciones Zeta/ Lunes, 22 agosto, 2016 12:20 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario