martes, 12 de abril de 2016

EL IMPARCIAL INSISTE EN EXPLOTAR NIÑOS

Y critica desatención del DIF Hermosillo…


La nota del fin de semana describe que varios menores de edad trabajan en los principales cruceros de Hermosillo, arriesgándose de ser víctimas de atropellamiento, además que buscó la opinión del DIF Municipal sin encontrar respuesta; sin embargo, nunca refiere a los más de 50 niños pobres que utiliza para vender El Imparcial y La I en estos mismos puntos de alto riesgo…

Hermosillo, Sonora (DP).- Sorprendentemente, el periódico El Imparcial publica un reportaje sobre niños que trabajan en la calle sin supervisión, cuidad, control y exponiendo su vida en el tránsito vehicular, “limpiavidrios, vendedores y hasta malabaristas” sin hablar sobre las decenas de menores que explota día con día como “papeleritos”.

La nota del fin de semana describe que varios menores de edad trabajan en los principales cruceros de Hermosillo, arriesgándose de ser víctimas de atropellamiento, además que buscó la opinión del DIF Municipal sin encontrar respuesta; sin embargo, en ninguna parte del reportaje refiere a los más de 50 niños pobres que utiliza para vender El Imparcial y La I en estos mismos puntos de alto riesgo.

El 15 de diciembre del 2015, Dossier Político consignó una campaña de desprestigio del periódico El Imparcial contra la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano y el alcalde de Hermosillo, Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, a quienes presiona a cambio de la firma de contratos multimillonarios en cobertura informativa y publicidad oficial.

El último mes, las páginas del rotativo de la calle Mina están plagadas de críticas inusuales de parte del medio, cuyos directivos exigen de manera mediática al Gobierno del Estado restablecer las relaciones “comerciales” y ante la falta de estos acuerdos, El Imparcial ha emprendido una campaña desmedida con notas contra el alza al agua y más deuda para Sonora.

Ese medio de comunicación ha publicado sendas portadas relacionadas con las supuestas inconformidades sociales y opiniones críticas contra la gobernadora de Sonora y el presidente municipal de Hermosillo, lo anterior por el Presupuesto de Egresos 2016 donde los diputados aprobaron una “reestructuración” por más de 22 mil millones de pesos, alza a la tarifa del agua y la autorización de dos créditos por más de mil 983 millones de pesos para Hermosillo.

Aparentemente, la intención de El Imparcial es presionar a Pavlovich Arellano y al Maloro para reactivar los jugosos contratos que el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Hermosillo mantuvieron los últimos 6 años con la administración de Guillermo Padrés Elías y los ex alcaldes Javier Gándara Magaña y Alejandro López Caballero.

El 4 de julio del 2014, Dossier Político publicó que el Ayuntamiento de Hermosillo llevaba a cabo un intenso trabajo para detectar vendedores ambulantes en calles, plazas, barrios y sectores comerciales de Hermosillo a fin de retirarlos de la vía pública; sin embargo, privilegia a los voceadores de El Imparcial y otros medios de comunicación impresos de Sonora.

Dossier Político solicitó vía transparencia información sobre ¿qué permisos deben cumplir los voceadores de El Imparcial y cuántos vendedores de este periódico existen en la capital de Sonora?, la respuesta del Gobierno Municipal fue “no se le ha otorgado ningún permiso municipal a dicha empresa”.

La solicitud de Acceso a la Información Pública del Estado de Sonora con folio 00239414 presentada el día 6 de junio y respondida por la Secretaría del Ayuntamiento el 2 de julio, precisa que esta información correspondió a la Dirección de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Hermosillo.

Desde el inicio de la presente Administración, se han establecido fuertes y firmes medidas para evitar el ambulantaje en Hermosillo, más aún en tiempos de festividades como las Fiestas del Pitic, Regreso a Clases, Fiestas Patrias y decembrinas donde los inspectores realizan intensos operativos para retirar de la vía pública a los vendedores irregulares.

Sólo basta recordar el retiro masivo de vendedores ambulantes del Parque Madero que fue amurallado con grandes vallas metálicas con la intención de “proteger” las áreas verdes y establecer negocios formales para beneficios de familiares cercanos al poder público y político de Sonora.

El caso de los hogdogueros de la Universidad de Sonora es una muestra más de ello.

La ilegalidad cometida durante décadas por El Imparcial y posteriormente por otros medios impresos de la localidad es una constante como lo es el hecho de convertirse en un “Juez Social” con peligrosas complicaciones como lo es el hecho de publicar fotografías con los rostros de personas que son detenidas por la Policía Municipal, Estatal o Federal.

Las demandas y juicios civiles de forma masiva contra este medio de comunicación se estarían fraguando por violar el principio de presunción de inocencia que establece el Código Penal.

El 27 de febrero del 2014, Dossier Político documentó que es muy común que medios locales y nacionales, sobre todo de tinte policíaco, incurran en la violación al principio jurídico de “presunción de inocencia” al presentar imágenes fotográficas o televisivas de una persona que presuntamente cometió un delito, antes de que un juez lo declare culpable.

El abogado litigante Jorge Pesqueira Leal aseguró que cuando se detiene a una personas aún en flagrancia, “se tienen que investigar para que se le integre una averiguación previa, además “de contar con elementos para que se le dicte una orden de aprensión” o auto de formal prisión, si está a disposición de una autoridad judicial.

“Que se capture a una persona con el arma en la mano, con el cadáver a un lado y hay flagrancia cuando se detiene eso, no significa que sea responsable; no se sabe qué factores concurren, por eso el principio de ´presunción de inocencia´ los protege hasta en tanto no se dicte sentencia”, aseveró.

Precisó que cuando una persona es declarada culpable, por un juez, es cuando realmente se debe de presentar ante los medios de comunicación y decir que esa persona es un delincuente, dijo que de lo contrario, se violan sus garantías contemplado en el Artículo 20 contemplado en la Constitución Política Federal.

Pesqueira Leal señaló que al violentarse esa garantía constitucional, puede darse la punta para investigar al funcionario que ha llevado a cabo este tipo de acciones que se presentan en todos los niveles de Gobierno de todos los Estados de la República, incluido el Distrito Federal.

El 11 de julio del 2014, DP consignó que un humilde “papelerito” de ese medio denunció que por la venta de un ejemplar ganaba 50 centavos por cada periódico vendido a 10 pesos en los principales cruceros con la anuencia del Ayuntamiento de Hermosillo, una explotación laboral de niños y ancianos.

Dossier Político consultó a varios de estos pequeños que a diario se levantan a las 4 de la mañana para echarle ganas ala vida como cualquier adulto que busca llevar el plato de sopa a la mesa, niños que son explotados con o sin elconsentimiento de sus padres; en muchos de os casos son niños que desertaron de la escuela ante la falta de un tutor.

Sin más opciones que vender El Imparcial y La I, “Roberto”, de 10 años, dice a DP que se ve obligado a vender 100 ejemplares para recibir apenas 50 pesos al día, lo que normalmente no sucede pues alcanza a vender unos 30 ó 40; es decir, unos 15 ó 20 pesos son los que lleva a su casa si es que no compró su botellita de agua de 10 pesos o una torta de 20 pesos.

Claro que los 50 pesos nunca los ha visto y si los conoce, es porque tiene que dar feria.

Por décadas, El Imparcial se ha dedicado a la explotación laboral infantil con toda impunidad, sin ser molestado por lo que consideran los políticos y funcionarios públicos como “valores entendidos”, lo anterior por temor a que el periódico de la calle Mina tome revanchas políticas, como esas de los priístas y panistas con garrote en mano.

De las 5 de la mañana y hasta que venda el último a mediodía o después, “Roberto” espera en uno de los cruceros más transitados de la ciudad que algún hermosillense considere su condición económica

El caso de doña “María” es muy similar al de “Roberto”, sin ninguna protección legal, ni de seguridad social, se expone como decenas de niños “papeleritos” a sufrir un “golpe de calor” que El Imparcial jamás asumirá.

La ilegalidad se comete bajo el amparo y el proteccionismo del Ayuntamiento de Hermosillo y el Gobierno del Estado, ambos entes comparsas de la explotación laboral en Sonora.


(DOSSIER POLITICO/ Jesús Ortega / 2016-04-11)

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