España.- El análisis genético
de antiguos restos fósiles encontrados en los yacimientos de Atapuerca, en el
norte de España, parece haber resuelto el misterio sobre el origen de una de
las poblaciones más enigmáticas de Europa: los vascos.
Las características genéticas
de este grupo humano del norte de España y el sur de Francia así como su
lenguaje único, han tenido intrigados a los antropólogos durante décadas.
Una de las teorías
prevalecientes es que provenían de un grupo de antiguos cazadores que no se
había cruzado con otras poblaciones. Es decir, que estaban ligados
genéticamente a poblaciones preagrícolas.
Pero ahora, un estudio
publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences),
afirma que descienden de los primeros agricultores que se vincularon con
cazadores locales. Y que fue más tarde que quedaron aislados durante miles de
años.
Esto significa que el origen
de los vascos es más reciente de lo que se pensaba: se remonta a 5.000 años.
DESCENDIENTES DE AGRICULTORES
Los vascos tienen un idioma
único, el euskera, que no está relacionado con ninguna otra lengua europea, o
de hecho, del mundo.
Además los vascos, habitantes
de una región montañosa de la Europa Atlántica, tienen un patrón genético
diferente al de sus vecinos en Francia y España.
Por esta razón, resultaba
lógico creer que eran representantes de un grupo humano más antiguo.
Mattias Jakobsson,
investigador de la Universidad Uppsala, en Suecia, analizó los genomas de ocho
agricultores de El Portalón (Atapuerca) que vivieron entre hace 3.500 y 5.000
años, después de la transición hacia la agricultura en el suroeste de Europa.
Los resultados de su
investigación demostraron que los agricultores ibéricos primitivos son los
ancestros más cercanos de los vascos actuales.
Comparaciones con otras
antiguas poblaciones de agricultores europeos muestran que la agricultura llegó
a la Península Ibérica de la mano de los mismos grupos migratorios que la
introdujeron en el norte y centro del continente europeo.
Estos pioneros se expandieron
desde el Cercano Oriente por toda Europa hace unos 7.000 años, en el período
conocido como Neolítico.
Una vez que estos
agricultores se establecieron, se mezclaron con los cazadores-recolectores
locales, descendientes de las poblaciones que habitaron Europa durante la
última Edad de Hielo.
DIFERENCIAS
El nuevo estudio también
explica algunas de las diferencias entre los vascos y sus vecinos en Francia y
España.
Después de que las
poblaciones de cazadores-recolectores se mezclaron con los agricultores, los
ancestros de los vascos quedaron aislados de los grupos humanos que los
rodeaban por una serie de factores vinculados a la geografía y cultura.
"Es difícil especular,
pero hemos trabajado con historiadores vascos y resulta evidente por los
registros históricos que esta zona fue muy difícil de conquistar", le dice
Jakobson a la BBC.
Esto quiere decir que la
región vasca no se vio afectada por las subsecuentes migraciones que moldearon
los patrones genéticos en el resto de Europa.
Uno de estos movimientos
migratorios ocurrió en la Edad de Bronce, cuando poblaciones de la periferia
este del continente se trasladaron en masa hacia el oeste.
Se cree que esta migración
esparció las lenguas indoeuropeas en Europa, sobre todo en el centro y en el
norte y un poco menos en el sur.
Mientras que los genomas de
los franceses y españoles presentan evidencia de esta contribución genética del
este, los vascos no.
La otra migración que
contribuyó a aumentar las diferencias fue la del ejército musulmán en el año
711 d. C., que cruzó desde África del Norte a la Península Ibérica dando inicio
a una ocupación que se extendió por más de 700 años.
Si bien es posible detectar
ciertos rasgos genéticos de ancestros norafricanos y subsaharianos en los
españoles, estas características están ausentes en los vascos.
(ZOCALO/ Agencias/ 08/09/2015 - 10:20
AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario