China.- En el año 2008 la
televisión local de china recogió cómo el conductor Zhao Xiao Cheng atropelló a
un hombre de 64 años en Taizhou, en la provincia de Zhejiang.
Para asegurarse de que estaba
muerto, volvió a pasar por el cadáver del anciano cinco veces, según recogieron
las cámaras.
En 2010 otro conductor
impactó con su auto contra un niño de tres años en una hora punta en Xinyi, en
la provincia de Jiangsu. Después, del suceso, volvió a pasar sobre el niño tres
veces.
Otros casos, a lo largo de
los últimos años, presentan conductas similares: se prefiere asesinar a las
víctimas, con premeditación, que dejarlas heridas. ¿Cuál es la razón?
Según el medio «Slate» esto
se debe a que, gracias a la legislación china, las multas por heridos son
netamente superiores a las de fallecimiento.
Esto es, un fallecimiento
cuesta de manera normal entre 30 mil y 50 mil dólares (entre 26 mil y 44 mil
euros) al perpetrador, mientras que en el caso de dejar herida a la víctima se
deben pagar pensiones que llegan a millones. En ocasiones, afirma el medio, se
llega a «sobornar a la policía» para evitar cualquier cargo en caso de muerte.
En ese sentido, para los
conductores es preferible que, en caso de atropello, su víctima quede antes
muerta que herida.
Las reacciones a estos hechos
no se han hecho esperar: en Zhengzhou, en la provincia de Henan, un peatón
asaltó al conductor que atropelló a un niño de de seis años dos veces.
Se pretende cambiar la
legislación, pero esto todavía, según «Slate», no resulta efectivo.
Para ello se han llegado a instalar más de 60
cámaras en algunas intersecciones de Shanghái, que sirven también como seguro
dado el mal estado de algunas carreteras.
(ZOCALO/ AGENCIAS/ 08/09/2015 - 08:20
AM)
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