Monclova, Coah.- Sin evidencias de robo o violencia, el doble asesinato ocurrido en la colonia El Pueblo consternó a los vecinos del sector, que se desconcertaron por los trágicos hechos ocurridos en una calle que tenía años sin ser siquiera víctima de un robo a casa habitación.
Las primeras líneas de investigación de la Procuraduría General de
Justicia no apuntan hacia un intento de robo, pero tampoco lo descartan y
las investigaciones siguen su marcha.
TRAGEDIA INESPERADA
A las 8 de la mañana de ayer, una vecina del matrimonio tocó a la puerta de la casa para invitar a María Luisa Verardi al rosario matutino.
A esa hora y con el clima frío que impera en Monclova, eran pocas las personas que transitaban en la calle. La quietud de la vivienda y un extraño presagio causaron
zozobro en la vecina, que tras unos minutos sin obtener respuesta se retiró del lugar.
Vecinos de la calle Navarrete, ubicada entre la calle Monclova y bulevar Ejército Nacional, notaron que desde temprana hora la reja del exterior de la casa estaba abierta, pero el matrimonio no salió ni abrió el negocio, ubicado a un costado de la vivienda.
MACABRO HALLAZGO
El olor a muerte que surcaba el lugar pasó desapercibido por todos, no fue sino hasta dos horas después cuando quiso la muerte hacer público su triunfo.
Alrededor de las 10 de la mañana, otro vecino tocó a la puerta de la casa del matrimonio conformado por María Luisa Verardi y Jorge Guerrero Díaz, propietarios de la carnicería La Yunta, sin obtener respuesta alguna, por lo que entró por la puerta que estaba abierta, sin esperar la tragedia ocurrida.
La tensa calma que reinaba en el hogar llegó a su fin cuando, al fondo de la casa marcada con el número 1109 de la calle Navarrete, encontró los cuerpos inertes del matrimonio de la tercera edad, en medio de un charco de su propia sangre tras ser ultimados a golpes en la cabeza.
Angustiado, el hombre llamó a la Cruz Roja, cuyos paramédicos avisaron a la PGJE al comprobar que el matrimonio carecía de signos vitales.
Los cuerpos de María Luisa y José Pedro estaban en habitaciones diferentes, y con vestidos con ropa para dormir, por lo que se presume que el homicidio ocurrió durante la madrugada.
EL MISTERIO
Al realizar las investigaciones, los policías se percataron que las camas no estaban desarregladas y los cajones y pertenencias estaban en su lugar. En una bolsa encontraron dinero en efectivo y tarjetas bancarias, por lo que momentáneamente se descartó un robo. Tampoco se encontraron signos de pelea.
La puerta principal estaba sin llave y la reja de la cochera estaba abierta; no fueron forzadas las ventanas ni ninguna otra entrada a la casa según las primeras investigaciones.
LAS DILIGENCIAS
Una de las teorías que la Procuraduría investiga es la de dos o más homicidas, pues ambas víctimas fueron sometidas y no ofrecieron resistencia; también sospechan
que el o los asesinos lograron entrar a la casa con engaños o eran conocidos del matrimonio, y que el crimen lo cometieron durante la noche.
Santos Vázquez, delegado de la PGJE, dijo que no se descarta el robo como probable causa del doble crimen, pero tampoco se puede afirmar que fue esta la razón de los asesinatos, por las evidencias encontradas en la vivienda.
CONSTERNACIÓN
El matrimonio, que gozaba de una posición económica estable, no tenía hijos, y era muy querido y respetado por los vecinos de la colonia El Pueblo.
El descubrimiento del doble asesinato consternó a los habitantes del sector, que sorprendidos se negaban a creer lo ocurrido.
Confundidos por las informaciones contradictorias que inicialmente se escuchaban sobre el asesinato por robo, dijeron que esa parte de la colonia era muy tranquila y hacía mucho tiempo que no ocurrían robos a casas habitación en esa calle.
La Procuraduría inició las investigaciones y el Agente del Ministerio Público Rafael Muñoz Barrientos encabezó las pesquisas, comenzadas con el levantamiento de evidencias y de huellas en el lugar del asesinato, la necropsia de los cuerpos y entrevistas con los vecinos, de los que nadie escuchó nada sospechoso durante la noche o madrugada previa a cuando fueron encontrados los cuerpos.
TRAGEDIA INESPERADA
A las 8 de la mañana de ayer, una vecina del matrimonio tocó a la puerta de la casa para invitar a María Luisa Verardi al rosario matutino.
A esa hora y con el clima frío que impera en Monclova, eran pocas las personas que transitaban en la calle. La quietud de la vivienda y un extraño presagio causaron
zozobro en la vecina, que tras unos minutos sin obtener respuesta se retiró del lugar.
Vecinos de la calle Navarrete, ubicada entre la calle Monclova y bulevar Ejército Nacional, notaron que desde temprana hora la reja del exterior de la casa estaba abierta, pero el matrimonio no salió ni abrió el negocio, ubicado a un costado de la vivienda.
MACABRO HALLAZGO
El olor a muerte que surcaba el lugar pasó desapercibido por todos, no fue sino hasta dos horas después cuando quiso la muerte hacer público su triunfo.
Alrededor de las 10 de la mañana, otro vecino tocó a la puerta de la casa del matrimonio conformado por María Luisa Verardi y Jorge Guerrero Díaz, propietarios de la carnicería La Yunta, sin obtener respuesta alguna, por lo que entró por la puerta que estaba abierta, sin esperar la tragedia ocurrida.
La tensa calma que reinaba en el hogar llegó a su fin cuando, al fondo de la casa marcada con el número 1109 de la calle Navarrete, encontró los cuerpos inertes del matrimonio de la tercera edad, en medio de un charco de su propia sangre tras ser ultimados a golpes en la cabeza.
Angustiado, el hombre llamó a la Cruz Roja, cuyos paramédicos avisaron a la PGJE al comprobar que el matrimonio carecía de signos vitales.
Los cuerpos de María Luisa y José Pedro estaban en habitaciones diferentes, y con vestidos con ropa para dormir, por lo que se presume que el homicidio ocurrió durante la madrugada.
EL MISTERIO
Al realizar las investigaciones, los policías se percataron que las camas no estaban desarregladas y los cajones y pertenencias estaban en su lugar. En una bolsa encontraron dinero en efectivo y tarjetas bancarias, por lo que momentáneamente se descartó un robo. Tampoco se encontraron signos de pelea.
La puerta principal estaba sin llave y la reja de la cochera estaba abierta; no fueron forzadas las ventanas ni ninguna otra entrada a la casa según las primeras investigaciones.
LAS DILIGENCIAS
Una de las teorías que la Procuraduría investiga es la de dos o más homicidas, pues ambas víctimas fueron sometidas y no ofrecieron resistencia; también sospechan
que el o los asesinos lograron entrar a la casa con engaños o eran conocidos del matrimonio, y que el crimen lo cometieron durante la noche.
Santos Vázquez, delegado de la PGJE, dijo que no se descarta el robo como probable causa del doble crimen, pero tampoco se puede afirmar que fue esta la razón de los asesinatos, por las evidencias encontradas en la vivienda.
CONSTERNACIÓN
El matrimonio, que gozaba de una posición económica estable, no tenía hijos, y era muy querido y respetado por los vecinos de la colonia El Pueblo.
El descubrimiento del doble asesinato consternó a los habitantes del sector, que sorprendidos se negaban a creer lo ocurrido.
Confundidos por las informaciones contradictorias que inicialmente se escuchaban sobre el asesinato por robo, dijeron que esa parte de la colonia era muy tranquila y hacía mucho tiempo que no ocurrían robos a casas habitación en esa calle.
La Procuraduría inició las investigaciones y el Agente del Ministerio Público Rafael Muñoz Barrientos encabezó las pesquisas, comenzadas con el levantamiento de evidencias y de huellas en el lugar del asesinato, la necropsia de los cuerpos y entrevistas con los vecinos, de los que nadie escuchó nada sospechoso durante la noche o madrugada previa a cuando fueron encontrados los cuerpos.
(ZOCALO/ Sergio A. Rodríguez /29/11/2013 - 04:05 AM)
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