Estados Unidos.- Un hombre que había sido sorprendido en el mes
de agosto en Florida teniendo sexo con un burro miniatura, está siendo
defendido por unos abogados que alegan que esa acción no está penada por
la Constitución de los Estados Unidos.
A Carlos Romero se le habían introducido cargos por bestialismo, cuyo acto se sanciona con 200 dólares de multa; a esto se le suma la prohibición de tener contacto con niños y animales mamíferos.
Sin embargo, sus abogados estructuraron la defensa jurídica de su cliente alegando que este tipo de relaciones están protegidas por la misma Constitución de los Estados Unidos, específicamente por la Cuarta Enmienda que protege “la libertad personal y la autonomía cuando esta se refiere a las actividades íntimas y privadas”.
La defensa pretende tomar ventaja de una ambigüedad en la redacción de la ley contra la bestialidad en Florida, según la cual no es necesario presentar pruebas de que un animal fue dañado o “de la actividad sexual no consensuada”, incluso en los casos de penetración.
De esta manera, no resulta claro si el bestialismo es un crimen porque daña a los animales o porque es una conducta social inaceptable. Ese vacío es el que intentan aprovechar los abogados para eximir a su cliente.
A Carlos Romero se le habían introducido cargos por bestialismo, cuyo acto se sanciona con 200 dólares de multa; a esto se le suma la prohibición de tener contacto con niños y animales mamíferos.
Sin embargo, sus abogados estructuraron la defensa jurídica de su cliente alegando que este tipo de relaciones están protegidas por la misma Constitución de los Estados Unidos, específicamente por la Cuarta Enmienda que protege “la libertad personal y la autonomía cuando esta se refiere a las actividades íntimas y privadas”.
La defensa pretende tomar ventaja de una ambigüedad en la redacción de la ley contra la bestialidad en Florida, según la cual no es necesario presentar pruebas de que un animal fue dañado o “de la actividad sexual no consensuada”, incluso en los casos de penetración.
De esta manera, no resulta claro si el bestialismo es un crimen porque daña a los animales o porque es una conducta social inaceptable. Ese vacío es el que intentan aprovechar los abogados para eximir a su cliente.
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