sábado, 12 de mayo de 2012

DE SANTIAGO DE CHILE A ISLA NEGRA


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Ismael Bojórquez   


Es imposible llegar a Santiago de Chile y no evocar el 73, a Salvador Allende, muerto la mañana del 11 de septiembre (suicidio o asesinato es todavía una incógnita) producto del golpe militar del general Augusto Pinochet.
Aquí empieza el invierno. Las primeras lluvias tiñen de blanco la cordillera de Los Andes. La ciudad, sin embargo, es cálida. Hay un inmenso amor a México. Muchos no olvidan que fue una nación solidaria con los perseguidos de la dictadura.

Muchos tampoco olvidan la dictadura, un tatuaje sombrío para los chilenos.

Ríodoce fue invitado por la Asociación Mundial de Periódicos y Editores (WAN-IFRA) a un encuentro donde se habló, entre otras cosas, sobre cómo hacer un periódico en un contexto de violencia como el que se padece en algunos países de América Latina, venga esta del Estado o de los grupos criminales. O de ambos al mismo tiempo.

No hubo conclusiones porque es imposible elaborarlas a menos que tengan que ser lapidarias. Solo que se tenía que seguir trabajando para buscar mayor seguridad a los reporteros y los medios, que se debía seguir exigiendo a los gobiernos garantías para la libertad de expresión y justicia en el caso de las agresiones sufridas. Y que se debían generar más vínculos de solidaridad entre medios y periodistas.

La urgencia del debate quedó trágicamente sellada dos días después del evento, cuando la reportera Regina Martínez, corresponsal del la revista nacional Proceso, fue asesinada en Veracruz. Y no se apagaban sus velas cuando tres fotógrafos que habían desaparecido, serían encontrados muertos también.

Carabineros y estudiantes

Ya se había anunciado para el miércoles 23 una manifestación de estudiantes universitarios que lucha por la educación gratuita. Es un movimiento joven (inició hace un año) que ha ido creciendo. Esta era la primera manifestación de 2012 y se esperaba tumultuosa. La principal líder estudiantil es Camila Vallejo, una joven que proviene de una familia comunista y que en 2011, según todas las encuestas, logró índices de popularidad por encima de la expresidenta Michelle Bachelet.

Las expectativas de la marcha se cumplieron. 65 mil almas, promedió la prensa.

Pero no hubo final feliz. Una provocación y terminó con un enfrentamiento, 69 estudiantes detenidos y ocho carabineros con heridas menores.

Hay ira en los chilenos, aunque parezcan pocos. Con una de las economías más boyantes de América Latina, tiene las franjas de desigualdad más acentuadas. Y una historia que no se olvida.



El poeta venerado


Como no se olvida al poeta. Salvador Allende ya es historia, aunque el año pasado se debatía todavía si su muerte habría sido por suicidio o porque haya sido asesinado por los golpistas. Pero Neruda vive todos los días en los chilenos y en los que llegan al país por cualquier razón. Sus tres casas, la de Santiago, la de Valparaíso y la de Isla Negra, son visitadas todos los días por cientos de hombres y mujeres, jóvenes y niños que terminan sintiendo que Pablo Neruda, no solo su poesía, el mar, las mujeres y el vino, sigue vivo.

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