Redacción
Los cadáveres de los menores –tres varones y una niña– fueron hallados en una
fosa con el rostro cubierto con cinta canela.
Los restos fueron inhumados casi tres horas después de que la Procuraduría
del estado los entregara, aproximadamente a las 04:00 horas del sábado, a sus
familiares.
La dependencia aclaró el viernes que los cuerpos de los niños desaparecidos y
asesinados se encontraban completos, por lo que descartó que el móvil del
cuádruple homicidio haya sido por tráfico de órganos, como se mencionó en un
principio.
Los menores fueron identificados como los hermanos Blanca Patricia, Jesús
Alberto y Gustavo Adolfo Gutiérrez Álvarez, de 10, 7 y 8 años, así como Samuel
Vázquez Gómez, de 7.
Los infantes desaparecieron el martes 24 en Villa Tapijulapa, Tacotalpa, a
unos 80 kilómetros al oeste de esta capital, cuando se dirigían a su
escuela.
Después de las dos de la tarde, hora del regreso a sus casas y al no
aparecer, sus familiares preguntaron en la escuela sobre su paradero, y ahí
fueron informados que no llegaron al salón de clases.
Empezó la búsqueda hasta este viernes 27, cuando los cuatro cuerpos fueron
hallados en una fosa recién cavada, en el rancho Leche y Miel, propiedad del
ganadero Álvaro Solís Ordóñez, a tres kilómetros de Villa Tapijulapa.
La autopsia determinó que los pequeños murieron por asfixia.
Por su parte, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, quien se dijo
consternado por el crimen, advirtió que a los autores de estos asesinatos “se
les aplicará todo el peso de la ley”
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