lunes, 30 de abril de 2012

MISTERIOSO SILENCIO DE EU EN CASO REY ZAMBADA




Redacción  
A cuatro semanas de su extradición, la condición y estatus legal de Jesús Reynaldo Zambada García, el Rey, continúa siendo un misterio, puesto que ni el Gobierno estadounidense, ni el de México han querido explicar en qué fase se encuentra el proceso penal que enfrenta el narcotraficante, como tampoco precisan porqué continúa sin ser presentado ante un juez.
Lo único que se tiene claro es que se encuentra recluido en una prisión federal de Brooklyn, en Nueva York, donde habría sido encarcelado inmediatamente después de su extradición, ocurrida el pasado 4 de abril.

“Lamentablemente, en este momento no podemos proveer ningún tipo de información relacionada con el caso de Jesús Zambada”, dijo escuetamente Laura Sweeney, vocera del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ).

Tampoco la Oficina Federal Antidrogas (DEA) ni el FBI dijeron saber nada sobre el caso del hermano menor de Ismael el Mayo Zambada, aunque ello no necesariamente significa que el juicio vaya a sellarse, como ocurriera en los casos del exlíder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, y con Javier Torres Félix, el JT.

“No estamos diciendo que el caso contra Rey Zambada esté sellado ni que vaya a sellarse, sino que en este momento no estamos proporcionando ningún tipo de información”, insistió Sweeney.

Dane Schiller, del diario The Houston Chronicle, explicó que cuando ese tipo de situaciones ocurre, se debe a que generalmente se ventilan detalles secretos, incluso, antes de iniciarse el juicio se hacen acuerdos que benefician tanto al Gobierno como al acusado.

“Hay casos que, antes de que lleguen a un juzgado, se analizan y se estudian ya que contienen reportes y documentos clasificados, incluso, hay situaciones en que la justicia pacta con el acusado antes de que empiece un juicio”, dijo Schiller, un periodista especializado en juicios contra narcotraficantes mexicanos extraditados a Estados Unidos.

Sea cual sea el motivo por el cual Estados Unidos guarda silencio, las prácticas recientes del Gobierno de ese país dejan en entredicho su integridad, que parece basar su justicia en las grandes cantidades de dinero que decomisa a narcotraficantes mexicanos que son extraditados a su territorio.

Tras bambalinas

Jesús Zambada García, el Rey, fue arrestado el 19 de octubre de 2008 en el Distrito Federal, y recluido en un penal de máxima seguridad, en Matamoros, Tamaulipas.

No fue sino hasta el pasado 3 de abril, que las autoridades mexicanas lo trasladaron a la Ciudad de México para ponerlo a disposición de la DEA, cuyos agentes habrían de remitirlo a Estados Unidos, que lo reclamaba por haber introducido cientos de toneladas de droga a su territorio, según explica el Departamento del Tesoro.

De acuerdo con documentos del DOJ, Zambada García tiene varios procesos pendientes en Brooklyn y en Chicago, en donde la DEA le presentó cargos desde el 20 de agosto del 2009. La acusación es colectiva e incluye a otros narcotraficantes de alto rango, como Ismael el Mayo Zambada, Joaquín el Chapo Guzmán, Héctor Beltrán Leyva, Vicente Carrillo Fuentes, así como los extintos Arturo Beltrán Leyva e Ignacio Nacho Coronel.

El archivo, que en aquel entonces no se encontraba sellado, buscaba confiscar parte del dinero que los acusados habrían “generado” con sus actividades de introducción y distribución casi 200 toneladas métricas de cocaína, traficadas entre 1990 y 2008.

De esa actividad se derivaron cuatro acusaciones hechas en un juzgado federal de Brooklyn, y ocho más en Chicago, que fue el motivo por el cual Jesús, el Rey Zambada, habría sido extraditado.

Veinticuatro días después, sin embargo, el presunto narcotraficante sigue sin ser presentado ante ningún juez y las autoridades federales de Estados Unidos dicen que no darán ningún detalle sobre cómo va el proceso.

Acuerdos bajo el agua

Dane Schiller, el periodista que siguió todo el proceso a Osiel Cárdenas aun cuando este fue sellado, explicó que el motivo por el cual las autoridades dejan de ventilar casos al público obedece a una serie de precauciones en donde se evita alertar a otros acusados que no han sido arrestados.

“Pero hay otros casos en donde hay un gran misterio y se hacen acuerdos a puertas cerradas, y por alguna razón el Gobierno no quiere que el mundo sepa la verdad de los acuerdos que se hacen”, explicó Schiller, quien ha sido escoltado por agentes federales lejos, para que ni siquiera esté cerca de donde se desarrollan ese tipo de juicios.

Una situación similar ocurrió con Benjamín Arellano Félix, quien luego de ser extraditado a Estados Unidos el 29 de abril de 2011, el caso se mantuvo en un hermetismo total y no se supo nada hasta que el 4 de enero de este año, el DOJ reveló que Benjamín Arellano se había declarado culpable de tráfico de drogas, lavado de dinero y extorsión, y que a cambio de una sentencia máxima de 25 años de prisión, habría cedido 100 millones de dólares.

“Eso está resultando muy común, que personas que enfrentan cargos relacionados con drogas, se declaran culpables a cambio de penas ligeras, en donde muchas cosas tendrían que ventilarse”, explicó Schiller.

Agregó: “Nosotros como periodistas hemos peleado porque los casos no se sellen, incluso presentamos una demanda en una corte federal y el juez nos dio la razón, pero es claro que esto se sigue dando”.

Según el Departamento del Tesoro, Zambada García controlaba una ruta de tráfico de narcóticos a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en nombre de su hermano y principal líder del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García.

Zambada enfrentará en Estados Unidos cargos por su presunta contribución para introducir drogas a Estados Unidos por cinco mil 800 millones de dólares, las cuales introducía mediante aviones Boeing 747, submarinos, barcos contenedores, botes ultrarápidos, buques pesqueros, autobuses, trenes de carga, tráileres y autos.

De ser hallado culpable, el presunto narcotraficante alcanzaría una sentencia máxima de prisión de por vida.


El arresto. Nueva embestida.

Arrestan en Tijuana a un hijo del Rey Zambada

Guerra frontal

La fracción del cártel de Sinaloa comandada por Ismael el Mayo Zambada, volvió a sufrir una nueva embestida, luego que dos de sus sobrinos fueran arrestados el jueves pasado en la ciudad de Tijuana e inmediatamente después trasladados a la Ciudad de México, según informó la Procuraduría General de la República.

Este nuevo golpe debilita aún más al cártel de Sinaloa, particularmente a la parte comandada por el Mayo Zambada, luego que en el 2008 fuera arrestado su hermano menor, el Rey Zambada y en el 2009 su hijo Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, de quien se dice era el sucesor de la organización.

Los detenidos en este caso son Omar Ismael Zambada, de 23 años de edad, hijo de Jesús Reynaldo Zambada García, y Sergio Rodolfo Cázares Zambada, hijo de Agueda Zambada García, esta última fue secuestrada hace unos años en Tijuana junto con una hija y sobrina por integrantes del cártel de Tijuana que encabeza Luis Fernando Sánchez Arellano, el Ingeniero.

El viernes por la tarde los dos rendían declaración ante la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada luego de ser puestos a disposición del Ministerio Público Federal.

También fueron arrestados Raúl Palacios y Cristhian Villalpando, escoltas de los sobrinos del Mayo Zambada.

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