jueves, 29 de diciembre de 2011

TÚ ME OFENDISTE, TÚ TE JODISTE


Alejandro Sicairos   
Al darle palo a Manuel Clouthier Carrillo y Alejandro Higuera Osuna, sus dos cartas electoralmente más rentables, quien sabe a qué estará jugando el Partido Acción Nacional, pero no está jugando a ganar las diputaciones y senadurías que corresponden a Sinaloa. 


El PAN se refleja urgido por derrotarse a sí mismo mucho antes de que hablen las urnas, al reeditar la manía de coartar libertades y decirse agraviado siempre en la víspera de intensas jornadas políticas como si la fragmentación fuera su naturaleza y la confrontación la divisa.


Más que en una justa por las postulaciones, los panistas se han enfrascado en una reyerta por el poder. La trifulca intramuros ha cobrado las cabezas de Clouthier e Higuera y caerán otras más, pero el principal trofeo de caza vuelve a ser el mismo partido que marca distancia de sus principios y de los ciudadanos y se acerca extremadamente a los actos y grupos que en décadas de perversidad hicieron que la decencia política fuera otra quimera en el México de los desvaríos.

Los que tienen en sus manos la toma de decisiones en torno a la elección en ciernes han canjeado la ética política por la política del garrote. 



Una representación cavernaria en la cual, quien tumba, aplasta y pisotea se erige como el vencedor en la lucha por las candidaturas a diputados y senadores. 


Se argumenta la ofensa y la vociferación para descalificar a personajes y trayectorias mientras que adentro la traición y la intransigencia acaban con todo.

Con tal mentalidad rupestre el PAN no puede ir competitivo a la elección del primero de julio del próximo año. 



Aún no sedimenta la discordia intergrupal que generó el arribo de Mario López Valdez al Gobierno del Estado —el priista que al no tener más opción se arropó con el estandarte panista— pero las nuevas grietas amenazan con socavar los de por sí débiles cimientos de las siglas que ni a nivel federal o estatal han sabido estar a la altura de las circunstancias a la hora de gobernar.

A reserva de que las instancias panistas enmienden ese desplante de intolerancia que emanó de Los Pinos al vetar la aspiración de Manuel Clouthier Carrillo al Senado, enormes nubes de tormenta se han colocado encima del PAN en Sinaloa en tanto el sello de la intolerancia ha quedado marcado sobre un partido que en teoría postula la defensa de las libertades y en los hechos va contra garantías constitucionalmente sagradas.

Con Solano en la dirigencia del PAN, la autocrítica ha quedado desterrada por decreto. Así como Domingo Félix y Guadalupe Carrizoza también pagaron el costo de señalarle sus errores al líder local del partido en que militan, el marro azul se alza sobre muchos otros que se atrevan siquiera a susurrar una opinión discordante a la de la cúpula. De hecho, la marca del sectarismo resulta ya imborrable.

Dígase como se diga, la negativa a que Manuel Clouthier Carrillo sea candidato panista al Senado representa una traición al aporte y la memoria de Manuel Maquío Clouthier del Rincón.



 Es incompatible la hipocresía de rendirle grandes homenajes y lucrar ideológicamente con el recuerdo del padre, mientras al hijo se le echa encima la cínica inquisición del “tú me ofendiste, tú te jodiste”


¿En qué punto pueden coincidir el repudio de Estado que Felipe Calderón blande contra Clouthier Carrillo y el uso abusivo que el PAN hace del legado político de Clouthier del Rincón?

El caso de Higuera Osuna es distinto en las formas, pero idéntico en el fondo. Sin duda existió una confabulación dentro del círculo que toma las decisiones en el panismo sinaloense para derribar su postulación al Senado y poner en paz al hombre controversial que de seguro iba a arrasar hasta con aquellos que en su partido han promulgado un modo cortés y frívolo de hacer campañas, creyendo que la guerra electoral que se avecina será el tiempo de los “modositos” y de las Barbies masculinas.

Así lo ha querido el PAN, así lo decidió Felipe Calderón y así lo aceptó Francisco Solano.



Que luego no finjan amnesia porque ellos podrán olvidar pronto pero la sociedad no arrincona en la desmemoria este tipo de felonías. Con su pan y sin hacer gestos habrán de comerse lo que les depara la elección en puerta.

Re-verso
Olvidó Manuel Clouthier,
ensayar clases de baile,
usar lenguaje de fraile,
y con Felipe condescender.

El hablador y el cojo
Los diputados de la a bancada del PRI en el Congreso del Estado cayeron en la celada que ellos mismos se tendieron. Por andar de habladores, diciendo que no le aprobarían a Malova el cobro de la tenencia como impuesto estatal permanente, el jueves resbalaron con su propia saliva. 



Con Cenovio Ruiz encabezando esta nueva incongruencia volvieron a verse como un partido que presiona, negocia, saca provecho y luego abandona a los sinaloenses a merced de cuanta tontería se le ocurra al gobernante en turno. ¿Qué lograron a cambio? 


Y luego preguntan por qué la gente los ve como chantajistas de la política.

Solos y desesperados
Los perredistas, engolosinados con las migajas que les aventó Malova, se han sumado a los mercenarios del poder. Y los sinaloenses estamos más solos y desesperados que nunca.

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