jueves, 29 de diciembre de 2011

EN 2011 LA GUERRA CONTRA LA DROGA SE CARACTERIZO POR ARRESTOS DE ALTO PERFIL DE LIDERES DE LOS CARTELES


Hace cinco años, Felipe Calderón asumió como presidente de México e inmediatamente declaró una ofensiva contra el crimen organizado y los narcotraficantes. La confrontación, prolongada y violenta, fue creciendo en intensidad y complejidad. En algunos estados, los carteles están involucrados en una contienda sangrienta por conseguir el control.

Los desafíos planteados, como la expansión de la violencia de los carteles hacia ciudades que anteriormente se consideraban seguras, como Monterrey y Acapulco, complicaron el accionar de las autoridades. Durante el año se registraron terribles actos de violencia, como el incendio intencional ataque con bombas a un casino de Monterrey –presuntamente causado por miembros del cartel de Los Zetas– que dejó un saldo de 53 muertos.

Las estimaciones respecto del número de muertos desde el lanzamiento de la ofensiva oficial contra los carteles de la droga oscilan entre 43 y 60 mil víctimas, lo que representa un nivel de violencia escalofriante. Sin embargo, a pesar de la tendencia sostenida de recibir informes sobre las atrocidades cometidas por los carteles, hay indicios de que la cuota de muertes anuales podría comenzar a descender a unos 12 mil, un nivel que si bien es aún muy alto, indica cierto nivel de mejora, se informó oficialmente.
Nadie puede declararse victorioso aún
La tasa de homicidios descendió un tercio en el estado de Chihuahua, que también registró una disminución de los casos de secuestros y robos de automóviles.

En este estado se registran cerca del 15% de los homicidios relacionados con los carteles de México, que descendieron desde un pico del 32%, según las estadísticas recopiladas por el diario Reforma.

Del mismo modo, Tijuana, que en los últimos años se convirtió en campo de batalla de carteles rivales, se produjo una drástica caída en la tasa de asesinatos. En 2010, más de 800 personas fueron asesinadas en esta ciudad fronteriza, y hacia fines de octubre, se produjeron allí 464 asesinatos, según datos de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública.

Las autoridades sostienen que las mejoras que se observan en las dos ciudades fronterizas pueden atribuirse al accionar de las fuerzas de seguridad. También se estima que la disminución en la cantidad de homicidios en Tijuana y Juárez puede deberse al desplazamiento de los rivales del cartel de Sinaloa en esas ciudades. Pero las autoridades federales y legales entienden que los esfuerzos oficiales para erradicar los carteles están surtiendo efecto.

Captura de un líder de Los Zetas: Jesús "El Mamito" Rejón, miembro fundador y tercero al mando de Los Zetas, es presentado ante los medios por la policía en Ciudad de México, el 4 de julio de 2011. [REUTERS/Bernardo Montoya]  Captura de un líder de Los Zetas: Jesús "El Mamito" Rejón, miembro fundador y tercero al mando de Los Zetas, es presentado ante los medios por la policía en Ciudad de México, el 4 de julio de 2011. [REUTERS/Bernardo Montoya]


Por ejemplo, se destaca el arresto durante el otoño de Noel Salgueiro Nevarez, alias “El Flaco”, que llevaba adelante las operaciones del cartel de Sinaloa en el estado de Chihuahua. El portavoz del ministro de Defensa, Ricardo Trevilla Trejo, manifestó que Salgueiro estaba detrás de gran parte de los hechos violentos que azotaron a Ciudad Juárez.

“Desde su captura se observó una disminución en las extorsiones a empresarios locales y los secuestros a cambio de rescate”, explicó el funcionario.

Las autoridades mexicanas alcanzaron una serie de triunfos este año con el arresto de líderes de los carteles de Sinaloa y Los Zetas, como así también de figuras importantes de pequeñas organizaciones dedicadas al narcotráfico.

Entre los arrestados figuran:
• Jesús Rejón Aguilar, alias “El Mamito”, miembro destacado de Los Zetas. Las autoridades también arrestaron a otro miembro de primer nivel de Los Zetas, Carlos Oliva Castillo, alias “La Rana”, quien presuntamente es el responsable del incendio intencional al casino de Monterrey.

• José Antonio Acosta, alias “El Diego”, miembro destacado del cartel de Juárez.

• José de Jesús Méndez, alias “El Chango”, presunto líder de la organización de narcotráfico conocida como La Familia.

• Oscar Osvaldo García Montoya, alias “El Compayito”, presunto líder del grupo narcotraficante denominado Mano con Ojos.

Familiares de Rosa María González, lloran frente al Casino Royale en Monterrey, el 27 de agosto de 2011, poco después de que la policía informara que Los Zetas habían originado el incendio del edificio, en el que murieron 53 personas. [REUTERS/Carlos Jasso]Familiares de Rosa María González, lloran frente al Casino Royale en Monterrey, el 27 de agosto de 2011, poco después de que la policía informara que Los Zetas habían originado el incendio del edificio, en el que murieron 53 personas. [REUTERS/Carlos Jasso]

Las autoridades federales dijeron que la captura de Rejón en el mes de julio, podría marcar un punto de inflexión en la lucha del gobierno contra Los Zetas, el cartel generalmente considerado como la organización de narcotráfico más violenta de México. Rejón, desertor del ejército, contribuyó a delinear el temido grupo Los Zetas y fue el tercero en la línea de mandos del cartel.

Según Alejandro Poire, el entonces vocero de seguridad federal y actual ministro del Interior, señaló que el arresto de Rejón es “un golpe de alto nivel a la estructura del grupo criminal”. Solamente uno de los fundadores originales del grupo, Heriberto Lazcano, siguió en libertad, añadió.

Ramón Pequeño, el encargado de la división narcóticos de la policía federal, sostuvo que la captura de “El Mamito resulta emblemática porque él era uno de los integrantes originales de los Zetas”.

En el peldaño más bajo del orden piramidal del delito, las autoridades también realizaron incursiones relevantes. En el mes de agosto, se produjo la captura de Oscar García Montoya, de 36 años, supuesto líder de la organización del narcotráfico La Mano con Ojos.

García Montoya, alias El Compayito, que toma el nombre de un personaje popular representado por una marioneta con ojos en sus manos, admitió que él y su banda participaron en 600 homicidios, según informó Alfredo Castillo, procurador general del estado de México.

La Familia Michoacana se desintegra
El impacto de la incesante presión oficial derivó en la implosión de La Familia Michoacana, uno de los principales carteles de México.

 Según las autoridades, esta banda había sido el mayor proveedor de metanfetaminas de México.

El estado occidental de Michoacán, donde tenía su sede el cartel, y que además es el estado natal del presidente Calderón, fue el primer lugar al que fueron enviadas fuerzas militares para combatir a los carteles.

El comienzo del fin para el cartel llegó en diciembre de 2010, cuando la policía antidroga de México irrumpió en una fiesta de La Familia en un rancho en las afueras de la ciudad de Morelia. La ofensiva dio lugar a un violento enfrentamiento armado, durante el cual Nazario Moreno González, uno de los siete fundadores de La Familia, fue herido de muerte. Moreno González era conocido por el apodo de “El Más Loco”. Otros lugartenientes de La Familia también fueron asesinados durante la confrontación.

En junio, el grupo se dividió tras la captura de Méndez, su líder. “Esta captura destruye la estructura de liderazgo remanente de esta organización”, señaló oportunamente Poire, el entonces portavoz de seguridad federal.

“Por una vez, estoy de acuerdo con el portavoz mexicano” declaró a la CNN George Grayson, profesor de Gobierno en el College of William & Mary. “Es un golpe mortal a La Familia”.

El sospechoso José de Jesús Méndez, alias "El Chango" o "El Mono", es presentado ante los medios de prensa por la policía en Ciudad de México, el 22 de junio de 2011. La policía capturó al presunto líder de La Familia, un cartel de la droga considerado de culto, en lo que constituye el último golpe al grupo que hasta hace poco tiempo, era uno de los más destacados del país. [REUTERS/Carlos Jasso]El sospechoso José de Jesús Méndez, alias "El Chango" o "El Mono", es presentado ante los medios de prensa por la policía en Ciudad de México, el 22 de junio de 2011. La policía capturó al presunto líder de La Familia, un cartel de la droga considerado de culto, en lo que constituye el último golpe al grupo que hasta hace poco tiempo, era uno de los más destacados del país. [REUTERS/Carlos Jasso]



Surgen nuevos grupos del narcotráfico
El éxito, sin embargo, puede plantear complicaciones inesperadas, según descubrieron este año las autoridades mexicanas.

Por ejemplo, tras la implosión de La Familia, ha surgido en Michoacán una nueva organización de la droga, Los Caballeros Templarios, se informó oficialmente. En Acapulco, las autoridades logaron una victoria importante en diciembre de 2009, cuando el zar de la droga Arturo Beltrán Leyva fue asesinado en un enfrentamiento con un grupo de 200 efectivos de las fuerzas de seguridad liderado por la armada mexicana. Según se informó, la organización de Beltrán Leyva se fracturó y, tras su muerte, se desató la violencia en Acapulco y sus alrededores, en tanto que otras organizaciones de la droga luchan por el control de la ciudad y el puerto, que los carteles pretenden utilizar para fines de contrabando. Hacia fines de noviembre, Acapulco registraba 823 homicidios, casi el triple que en el año 2010.

“Un cartel comienza a fragmentarse a partir de los arrestos y, ante la fractura, los ambiciosos “mandos intermedios” y operativos forman su propia banda”, señaló José Carreño Figueras, del centro de estudios CEDAN, con sede en Monterrey.

Los carteles de la droga se diversifican en otras actividades delictivas.
En los últimos años, en tanto que las autoridades mexicanas tomaron medidas enérgicas contra el narcotráfico, impactando sobre sus ganancias, los carteles comenzaron a diversificarse involucrándose en una amplia variedad de delitos. En 2011, estos desarrollaron una actividad delictiva no relacionada con la droga más activa que nunca, según informaron las autoridades.

Los carteles de la droga participaron en diversos ilícitos: robo y desvío de petróleo y gas natural, tráfico de personas, contrabando de bebidas alcohólicas, extorsión, secuestros a cambio de rescate y robos a gran escala de recursos minerales. Al menos uno de los carteles de la droga se dedica a la piratería de discos compactos para su venta en las calles de México y EE.UU. con su propia marca.

Los miembros de los carteles de la droga han sido sorprendentemente exitosos en algunas de estas actividades no vinculadas a la droga.

Pemex, la empresa estatal de producción de petróleo, estimó pérdidas por más de mil millones de dólares por robo de petróleo en los últimos cuatro años.

La mitad del total se atribuye a una sofisticada sincronización de operaciones desde las instalaciones de petróleo y oleoductos en Veracruz. “Trabajan día y noche para descubrir maneras de penetrar en nuestros sistemas, nuestras estructuras antirrobo y nuestra infraestructura”, precisó el portavoz de la empresa estatal, Carlos Ramírez.

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