Una decena de narcotraficantes señalados
como objetivos prioritarios del anterior Gobierno Federal siguen prófugos.
Entre los líderes de cárteles figuran “El Mencho”, “El Mayo” Zambada, Rafael
Caro Quintero y, de estar vivo, “El Azul”. Se desconoce cuál será la política
de las nuevas autoridades en el combate al crimen organizado. Las órdenes de
aprehensión y -en varios de los casos las recompensas- continúan vigentes. La
mayoría son requeridos por el gobierno de Estados Unidos
Las formas en el combate al
crimen organizado como se efectuaron en los dos sexenios anteriores ya son cosa
del pasado. Ahora, en las políticas públicas para la llamada pacificación del
país la estrategia será diferente, según han anunciado una y otra vez las
nuevas autoridades federales, para quienes la persecución de narcotraficantes
ya no es prioridad.
Es el propio secretario de
Seguridad Pública, Alfonso Durazo, quien en diversas ocasiones ha asegurado que
la primera de las acciones para atajar la grave violencia que existe en México
es poner orden en todos los cuerpos policiales, cortarle los tentáculos al
lavado de dinero y combatir el robo de hidrocarburos.
Inteligencia antes que sólo
responder a los golpes de la delincuencia es la idea, sustentada en la creación
de una plataforma tecnológica que contendrá información de la incidencia
criminal y la apuesta por la operación de la Guardia Nacional integrada por
militares, marinos y policías federales.
El objetivo para antes de que
concluya la administración de Andrés Manuel López Obrador será conseguir la
ansiada pacificación y regresar al Ejército a sus cuarteles.
Ya no aplicará más aquel
papel del Estado de poner toda la fuerza a encontrar a los “más buscados”, como
se hace en el modelo norteamericano, sino de repartir el esfuerzo en todos los
rubros delictivos que la nación demanda.
Pese a lo anterior, continúan
vigentes las recompensas ofrecidas por otras gestiones gubernamentales
federales, y, desde luego, las órdenes de aprehensión pendientes de
cumplimentar en contra de capos y lugartenientes de diferentes grupos
criminales, sin que se descarte la reinvestigación de asuntos, casos y el
desistimiento de ejercitar la acción penal o emitir conclusiones no
acusatorias. Como ocurrió recientemente en favor del ex gobernador interino de
Michoacán, Jesús Reyna García, quien recuperó su libertad.
De esta manera terminaron
planes nacionales de seguridad sustentados en la captura de líderes de los
cárteles de la droga, generalmente solicitados para extradición por parte del
gobierno de Estados Unidos.
LA COARTADA OFICIAL
El gobierno del ex Presidente
de México, Enrique Peña Nieto, se jactó de haber debilitado la operatividad del
narcotráfico al detener a centenares de presuntos capos, lugartenientes,
operadores financieros y personas generadoras de violencia y trasiego de drogas
en diversas regiones del territorio nacional de diciembre de 2012 a noviembre
de 2018.
La estrategia se fincó en la
elaboración de una lista con los nombres de miembros del narcotráfico,
denominada 122 Objetivos Prioritarios, que nunca se reveló de manera pública y
que conforme se iba deteniendo a personajes de mediana o alta relevancia en el
mundo del crimen, se informaba a la sociedad que se cumplía con los objetivos,
dándoles uno de los 122 números.
Presuntamente se cumplió con
la mayoría de los referidos objetivos; sin embargo, ni la violencia ni la
incidencia delictiva disminuyeron. Por el contrario, se dispararon todos los
indicadores y se generó la mayor ola de violencia civil en la historia. La
versión constante de “existen reajustes entre las organizaciones criminales” es
la coartada oficial preferida para justificar la ineficacia e incluso
complicidad de algunas autoridades ante la problemática.
Detenciones como las de
Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera; los hermanos Miguel Ángel y Omar
Treviño Morales, conocidos de manera respectiva como “Z-40” y “Z-42”; Servando
Gómez Martínez “La Tuta”; Héctor Manuel Beltrán Leyva “El H” (recientemente
finado en el penal Altiplano); Vicente Carrillo Leyva “El Viceroy”; y Fernando
Sánchez Arellano “El Ingeniero” o “El Alineador”, habrían traído más violencia
al disputarse los lugares vacantes y su control territorial.
Entre las víctimas de la
brutalidad de la supuesta confrontación entre cárteles y del Estado contra
éstos, figuran desde hombres, mujeres y niños hasta policías de todos los
niveles de gobierno, soldados y marinos, en una estadística de asesinatos que
alcanzó los 151 mil durante el sexenio peñista. Casi 30 mil más que en la
administración presidencial de Felipe Calderón, cuando se registraron 121 mil
35 homicidios.
Tal vez por ello, durante el
primer mes en el ejercicio en el poder, López Obrador no ha anunciado fuertes
golpes a la delincuencia, aunque la información de la ex Procuraduría General
de la República (PGR, ahora Fiscalía) sigue fluyendo con detenciones, y la nota
más importante en ese sentido es la denuncia que presentó la Unidad de
Inteligencia Financiera (UIF) ante la PGR contra una red de lavado de dinero
integrada por empresas afines al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
PRESIÓN DE EU
Entre los presuntos
narcotraficantes que antes fueron “objetivos prioritarios” y no pudieron ser
capturados por el gobierno antecesor, se encuentran Nemesio Oseguera Cervantes
“El Mencho”, Ismael Zambada García “El Mayo”, Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo
Isidro” y Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, este último supuestamente
muerto, sin que a la fecha se acredite su defunción.
Se agrega a la lista Rafael
Caro Quintero, quien precisamente recuperó su libertad en el sexenio que acaba
de concluir.
Tanto Rafael como Nemesio son
los personajes por quienes Estados Unidos ejerce mayor presión ante las
autoridades mexicanas para que pronto sean detenidos. En el caso del “Mencho”,
líder del CJNG, apenas a mediados de octubre de 2018 se incrementó la recompensa
por información que lleve a las autoridades norteamericanas a dar con su
paradero. El monto subió hasta 10 millones de dólares, la mitad de lo que la
Agencia Antidrogas del vecino país (DEA, por sus siglas en inglés) ofrece por
la aprehensión de Caro Quintero.
El gobierno mexicano ha
asestado algunos golpes al Cártel Jalisco tras la detención de los cuñados de
Oseguera Cervantes, apodados “Los Cuinis”, operadores financieros del grupo
criminal. También mantienen privado de la libertad en una prisión federal a
Rubén Oseguera González “El Menchito”, hijo del capo michoacano. Sin embargo,
es fecha que no se ha logrado su localización para cumplimentar alguna de las
más de siete órdenes de aprehensión que existen en su contra en los fueros
común de Jalisco y federal.
En el caso de Caro Quintero,
existe una orden de detención provisional con fines de extradición internacional
decretada en un Juzgado de Distrito de Procesos Penales Federales de Ciudad de
México, y una orden de reaprehensión en el Juzgado Cuarto de la misma materia
en Jalisco para que cumpla con los doce años de condena que le hacen falta por
el homicidio y secuestro del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y del
piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.
En abril de 2018, el Buró
Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) incluyó a Rafael en
su lista de los diez fugitivos más buscados en el mundo y anunció la apertura
de un nuevo proceso criminal en contra del sinaloense por el crimen del
referido agente antidrogas comisionado al Consulado estadounidense en
Guadalajara en 1985. La renovada acusación de EU contra Caro Quintero lo señala
de ser parte de una empresa de narcotráfico que actuó entre 1980 y 2017.
Autoridades mexicanas de la
pasada administración federal expresaron públicamente en diversas ocasiones que
tanto “El Mencho” como Rafael Caro eran afanosamente buscados. Incluso en el
caso del ex líder del Cártel de Guadalajara, el ex comisionado general de la
Policía Federal, Manelich Castilla, lo mencionó como uno de los objetivos
primordiales del gabinete de seguridad.
Fuentes militares revelaron
que Rafael se desenvolvía en el Estado de Chihuahua, versión desmentida por el
capo en una entrevista que otorgó en un sitio clandestino a la periodista
Anabel Hernández, de la revista Proceso.
“PECES GORDOS”
Otro de los hombres
“intocados” del narcotráfico mexicano, quizá el menos, es Mario Ismael “El
Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa y ex socio de Joaquín “El Chapo”
Guzmán, señalado como uno de los capos más veteranos y que tiene su
asentamiento en el “Triángulo Dorado” que conforman los estados de Sinaloa,
Durango y Chihuahua. Jamás ha sido detenido.
Jeffrey Lichtman, abogado de
Guzmán, aseguró durante el juicio que se le sigue a su cliente en la Unión
Americana, que “El Mayo” es el verdadero jefe del clan delictivo.
Aunque los hijos de Zambada
han sido apresados y algunos de ellos enjuiciados en Estados Unidos y otras
células de su organización han sido detenidas, incluso en países sudamericanos,
“El Mayo” se mantiene alejado de los reflectores. Voces anónimas aseguran que
vive entre montañas, desde donde maneja el trasiego de drogas provenientes de
Colombia, vía Panamá y Costa Rica, principalmente a través de embarcaciones y
transporte aéreo. En México y Estados Unidos cuenta con órdenes de aprehensión
en su contra.
La autoridad
estadounidense ha ofrecido una
recompensa para llevar ante la justicia de ese país a Fausto Isidro Meza Flores
“El Chapo Isidro”, líder de la organización criminal “Los Mazatlecos”, al
servicio de los hermanos Beltrán Leyva. El ofrecimiento de 5 millones de
dólares no ha conseguido resultados, por lo que prevalecen los cargos de
posesión, distribución e importación de grandes cantidades de heroína,
metanfetamina, cocaína y marihuana a esa nación.
En México, “El Chapo Isidro”
obtuvo un amparo en mayo de 2018 que lo desvincula de una orden de aprehensión
que pesaba en su contra desde mayo de 2013 en el Juzgado Sexto de Distrito de
Sinaloa por el delito de delincuencia organizada; sin embargo, está pendiente
de ejecutar una orden de detención provisional con fines de extradición para
que sea juzgado en una Corte de Distrito en Columbia, Estados Unidos, por
violaciones a leyes de narcóticos y armas de fuego.
Por otra parte, las
autoridades mexicanas mantienen vigente el mandamiento judicial de captura
contra Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, otro de los legendarios capos
sinaloenses del narcotráfico en México, pues a pesar de que en junio de 2014 se
informó de su presunta muerte en un accidente, no se cuenta con indicios
suficientes que prueben dicha versión. El ex comisionado nacional de Seguridad,
Renato Sales Heredia, aseguró hace unos meses que “El Azul” seguiría como
objetivo prioritario del Gobierno Federal.
Dos nombres más, señalados
como líderes del narcotráfico en Sonora para el Cártel Beltrán Leyva, son los
primos de Rafael Caro Quintero (hijo de Manuela Quintero): José Gil Caro
Quintero (hijo de Eulogia Quintero Payán) y Juan Pablo Quintero Navidad, hijo
del fallecido narcotraficante Emilio Quintero Payán, quienes controlan el trasiego
de drogas en la zona desértica de esa entidad hasta Chihuahua, imponiéndose en
ambos estados a la organización Los Salazar.
Anteriormente, el apodado
“JoGil” Caro Quintero operó en Jalisco y Morelos, siempre como lugarteniente de
algún capo mayor. El 8 de enero de 2016 fue liberado del penal de máxima
seguridad de Puente Grande, donde en su última etapa estuvo preso porque
supuestamente dirigía una organización del crimen organizado desde el interior
de dicho establecimiento, pero el Ministerio Público Federal no pudo probar la
imputación. De Juan Pablo no hay muchas noticias, sólo que es hermano de Emilio
Sajid Quintero “El Cadete”, anterior líder visible del grupo, quien fue
aprehendido por el gobierno estadounidense el 11 de octubre de 2017 en la Garita
Internacional de San Ysidro, California.
CAPOS DEL NORTE
Señalado como líder del grupo
delictivo Los Zetas, Maxiley Barahona Nadales “El Contador”, “El 19” o “El
Max”, se encuentra en la mira de la Agencia de Investigación Criminal.
Investigaciones refieren que el tamaulipeco se desempeña en Nuevo León,
Veracruz, Chiapas y Tabasco. Además del narcotráfico, se le vincula con otros
delitos como homicidio y secuestro. La Fiscalía General de la República ofrece
una recompensa de 10 millones de pesos por su captura.
En el Cártel de Juárez se
tiene por jefe a Juan Pablo Guijarro Fragoza “El Mónico” o “El H1”, quien
ejerce control territorial a través de pandillas, entre las que se encuentra la
de Los Aztecas, lo que le permite contar con numerosos distribuidores de drogas
y sicarios. El gobierno mexicano ofrece una recompensa de 15 millones de pesos
por información que permita su detención.
En Chihuahua manda Juan Pablo
Ledezma “El JL” o “El Dos Letras”, quien colaboró directamente para los
hermanos Vicente y Alberto Carrillo Fuentes. Después del arresto de ambos
capos, “El JL” quedó bajo las órdenes de Jesús Salas Aguayo “El Chuyín”, quien
a la postre también fue apresado. Ledezma maneja el grupo criminal conocido
como La Línea, en la Capital del Estado Grande. La Fiscalía General de la
República ofrece recompensa de 15 millones de pesos por su localización.
Sin corona, pero con mandamientos
judiciales en su contra, sobrevive Eduardo González Quirarte “El Flaco”, del
viejo Cártel de Juárez en tiempos de Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”.
El jalisciense estuvo escondido durante década y media y recientemente
reapareció para promover un juicio de amparo en contra de las antiguas órdenes
de aprehensión dictadas en su contra. “El Flaco” es referido en expedientes
norteamericanos con los alias Gregorio González López, Héctor Manuel Orellana
Erazo y Gabriel Gómez Chávez.
El programa de recompensas de
la antes conocida como PGR sostiene una oferta de 10 millones de pesos para
detener a José Antonio Cueto López, ex funcionario del ámbito de la procuración
de justicia coludido con los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva, cuando éstos
participaban juntos. Cueto fue subdelegado de apoyo de la Fiscalía
Especializada en la Atención de Delitos contra la Salud, posición desde la cual
supuestamente recibía sobornos de narcotraficantes para colaborar con
protección.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA/ LUNES, 31 DICIEMBRE,
2018 01:00 PM)
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