viernes, 20 de enero de 2017

HAY INCERTIDUMBRE GLOBAL; “¡TODO EMPIEZA HOY!”: TRUMP | MÉXICO DEBE DAR LECCIÓN DE DIGNIDAD: KRAUZE


Resulta imposible saber por dónde empezará Trump, en función de todo lo que dijo durante su campaña –en la que violó todas las normas tradicionales– y de las promesas que hicieron él y su incipiente equipo de asesores durante el periodo de transición. Trump ha convertido en un activo el misterio sobre sus intenciones, y sus asesores han reprendido en ocasiones a los periodistas por tomarse “tan al pie de la letra” todo lo que dice su jefe. “El Congreso mexicano debe darle al mundo un ejemplo de dignidad exigiendo al próximo Presidente de Estados Unidos que ofrezca una disculpa pública por haber dicho que los mexicanos somos ‘violadores’ y ‘criminales’”, dijo Enrique Krauze en un artículo para NYT.

…Un gabinete frágil, débil y gris para enfrentar el momento más sombrío del México moderno




Washington/Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo/AP) — Justo antes de mediodía, Donald Trump se pondrá en pie ante el Capitolio de Estados Unidos, colocará su mano sobre la Biblia de Abraham Lincoln y jurará el cargo de presidente de Estados Unidos.

Y el mundo contendrá el aliento.

¿Seguirá adelante Trump con su propuesta original de vetar temporalmente la entrada de musulmanes en Estados Unidos y de construir un muro con México, o se atendrá a la revisión de “filtrado extremo” de los posibles inmigrantes? ¿Presentará un plan para dar seguro médico a todos los estadounidenses, o se aliará con los republicanos en el Congreso que tienen la más modesta aspiración de sustituir la ley de seguro médico de Barack Obama? ¿Emprenderá una carrera armamentista con Rusia, o intercambiará el alivio de sanciones con un acuerdo para reducir el arsenal nuclear de ambos países?

Resulta imposible saberlo en función de todo lo que dijo Trump durante su campaña, en la que violó todas las normas tradicionales, y de las promesas que hicieron él y su incipiente equipo de asesores durante el periodo de transición. Trump ha convertido en un activo el misterio sobre sus intenciones, y sus asesores han reprendido en ocasiones a los periodistas por tomarse “tan al pie de la letra” todo lo que dice su jefe.

El jueves, el vocero de la transición, Sean Spicer, dijo que Trump emitiría pronto dos órdenes ejecutivas sobre comercio. En su lista del primer día, Trump dijo que declararía formalmente la intención de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) de 12 naciones, un pacto comercial al que se opuso enérgicamente durante su campaña, al considerarlo en detrimento de los negocios y trabajadores estadounidenses. Prometió además declarar su intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, de 23 años de existencia, o de retirarse del acuerdo.


El Presidente Barack Obama y Primera Dama Michelle Obama reciben al Presidente electo Donald Trump y su esposa Melania Trump en la Casa Blanca este viernes 20 de enero. Foto: Van Vucci, AP

“Pienso que veremos ocurrir eso muy pronto”, dijo Spicer.

Otros asuntos a los que presumiblemente se les dará prioridad son: proponer una enmienda constitucional para imponer límite a los períodos de los congresistas, congelar contrataciones de empleados federales y comenzar a deportar a inmigrantes que sean delincuentes y vivan en el país sin permiso.

La lista incluye “cancelar cada acción ejecutiva inconstitucional, cada memorándum y orden emitida por el presidente Obama”. Dadas las objeciones de Trump a muchas políticas de Obama, esa categoría podría involucrar algunos cambios drásticos.

Entre esos estaría la cancelación de la suspensión temporal de las deportaciones de jóvenes que residan sin autorización legal y que llegaron a Estados Unidos siendo niños, la cual protege a aproximadamente 750 mil jóvenes. El programa ofrece además a esos inmigrantes permisos de trabajo.

Esta mañana, Trump salió de Blair House para iniciar las actividades de la jornada de investidura. Trump y su esposa Melania salieron de la casa de huéspedes oficiales contigua a la Casa Blanca para ir en caravana de autos a la Iglesia Episcopal de San Juan. Luego del oficio se reunirán con el presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama en la Casa Blanca y juntos irán a la ceremonia de juramentación en el Capitolio.

Trump puso en marcha la jornada de su investidura con un tuit:

“¡Todo empieza hoy!”

También dijo: “Los veré a las 11:00 A.M. para la juramentación. EL MOVIMIENTO CONTINUA – ¡LA OBRA COMIENZA!”



Jueves 19 de enero. Manifestantes cubriéndose la cara tras recibir aerosol de pimienta luego de una escaramuza ante el National Press Club el día antes de la investidura de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos. Foto: John Minchillo, AP

LECCIÓN DE DIGNIDAD

La prensa, desde la norteamericana hasta la mexicana –y por supuesto la europea y la china– hablan de una gran incertidumbre. Lo mismo dicen medios como The Economist o analistas de los mercados o los empresarios. En el ambiente circulan las fórmulas para tratar al nuevo gobierno, pero la mayoría coincide en que los países, y en especial México, respondan a Trump con dignidad.

The New York Times resalta hoy en su editorial la ausencia de un gabinete capaz en Estados Unidos: “Los estadounidenses que votaron por el Sr. Trump, así como los que votaron en contra de él, sin duda debe haber visto que pocos presidentes entrantes han tenido una gran necesidad de un gabinete informado y funcionarios públicos con experiencia. Sin embargo, sus opciones han sido en gran parte un gabinete de ideólogos y plutócratas que pueden o no llevar a cabo las contradictorias promesas de campaña de Trump”.

En un editorial publicado por Enrique Krauze en The New York Times, el intelectual mexicano dice, por ejemplo:

“México necesita cambiar la fórmula de apaciguamiento empleada –con Estados Unidos– hasta ahora. El Congreso mexicano debe darle al mundo un ejemplo de dignidad exigiendo al próximo Presidente de Estados Unidos que ofrezca una disculpa pública por haber dicho que los mexicanos somos ‘violadores’ y ‘criminales’. Esta declaración sería la mejor señal de que las negociaciones, por duras que sean, se realizarán en un marco de respeto mutuo y buena fe. Otro punto no negociable es el muro. El Gobierno mexicano debe dejar absolutamente claro que, por supuesto, México no pagará pagar nunca, en forma alguna, por el muro. Si esas dos condiciones no se cumplen, no existen bases para negociar”.

Krauze agrega: “La prioridad del gobierno de Peña Nieto debe ser preservar las ventajas objetivas de nuestro comercio bilateral. En cuanto a las deportaciones masivas, México debe oponerse firmemente. No solo serían lesivas para ambas economías sino que atizarían aún más el odio racial, cuyo resurgimiento es indigno de la gran historia democrática de Estados Unidos. Finalmente, hay que advertir que una aguda crisis económica en México provocada por las políticas de Trump, ocasionaría una inestabilidad sin precedentes en la frontera y una inevitable ola migratoria que ningún muro podría detener”.

De acuerdo con el escritor e historiador, “la amistad entre dos naciones modernas es una relación de mutuo beneficio cuya armonía vale la pena preservar. Debe evitarse la confrontación. Pero México no es el país indefenso de 1846 –cuando fue invadido–. En caso de conflicto, cuenta con recursos legales para responder en el ámbito comercial, migratorio, diplomático, de seguridad, etcétera. Y no está solo, porque encontrará el respaldo de actores claves en la política, la economía y la opinión pública de Estados Unidos y el mundo. De su éxito depende el bienestar de decenas de millones de personas. Y esta es una batalla de un alto significado ético que vale la pena librar”.

LA INCERTIDUMBRE

El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich dijo saber lo que hará Trump el viernes: ofrecer su discurso inaugural. Pero ni siquiera él, aliado y asesor informal del magnate, tiene idea de lo que hará después el presidente.

“No es un político tradicional. No va a ser un político tradicional”, dijo Gingrich el jueves ante entusiastas republicanos neoyorquinos llegados a Washington para la ceremonia. “Ninguno de los que lo elegimos quiere que sea un político tradicional”.

Pese a su victoria en las elecciones, Trump llega a la Casa Blanca como el presidente más impopular en cuatro décadas, según varios sondeos. Una encuesta del Pew Research Center publicada la víspera de la investidura determinó que el 86 por ciento de los estadounidenses cree que el país está más dividido en el plano político que en el pasado, la cifra más alta desde la primera vez que se introdujo la pregunta en los sondeos en 2004.

Incluso las celebraciones de la investidura se han vuelto polémicas, acabando con una larga tradición en la que ambos partidos celebran el traspaso pacífico del poder. Casi 70 representantes demócratas tenían previsto boicotear la ceremonia. Decenas de miles de personas protestarán en el National Mall al día siguiente. Las Girl Scouts se han visto criticadas por participar en el desfile oficial, un acto al que asiste el grupo desde hace más de un siglo.

Parte de esta incomodidad deriva sin duda de la incertidumbre sobre qué ocurrirá a continuación.

El equipo de Trump ha dado pocos detalles concretos sobre sus máximas prioridades: la reforma sanitaria, la legislación sobre infraestructuras y la reforma fiscal son algunas de ellas. El gobierno entrante no ha aclarado si Trump cumplirá su promesa electoral de tomar 18 importantes acciones ejecutivas en su primer día en el cargo. Aún no está claro si Estados Unidos aceptará una invitación para asistir a las conversaciones de paz sobre Siria del lunes en Kazajistán, auspiciadas por Rusia.

Aunque en general, los republicanos se han visto animados con el triunfo de Trump, algunos también se sienten frustrados por las dudas en torno a propuestas clave. “Veremos lo que hace”, dijo la presidenta del partido republicano en Massachusetts, Kirsten Hughes.

Cuando Trump dijo hace poco que trabajaría en un plan de cobertura sanitaria que dé “seguro a todo el mundo” —rechazando años de oposición republicana a ampliar el papel del gobierno en el sistema sanitario— causó revuelo entre los republicanos del Capitolio. El vicepresidente, Mike Pence, dio marcha atrás en la idea de cobertura universal cuatro días después, aumentando la confusión.

“Es posible que la información sea contradictoria, es posible que simplemente todavía no estemos acostumbrados a ver comunicarse al nuevo presidente”, señalo esta semana en CNN el senador republicano de Missouri Roy Blunt.

Ni siquiera está claro a quién tendrá Trump a su lado en los primeros días de su mandato.

Cuando Barack Obama asumió la presidencia en 2009, el Senado confirmó la candidatura de siete miembros del gabinete el Día de Investidura. Republicanos y demócratas siguen negociando los candidatos de Trump, y parece improbable que más de cuatro vayan a ser confirmados el viernes.

Según el Partnership for Public Service, una organización sin fines de lucro que ha asesorado la transición de Trump, su equipo ha nominado a personas para 29 de los 690 puestos de gobierno que requieren confirmación en el Senado. Miembros de su equipo anunciaron el jueves que Trump ha pedido a 50 funcionarios de alto nivel nombrados por Obama que sigan en sus puestos tras la investidura para garantizar la continuidad.

Sin embargo, pese a toda la inquietud en torno a su llegada a Washington, Trump parece no inmutarse por la situación. En el primer acto del fin de semana, una comida en su hotel de Washington con partidarios, futuros empleados y cargos nombrados, ofreció un mensaje sencillo:

“Sólo quiero que el mundo sepa que nos va muy bien juntos”, dijo.

(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / ENERO 20, 2017 - 9:00 AM)


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