Sorpresivamente, el
Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, revivió el martes a Monte
Alejandro Rubido. Nunca se alejó de Bucareli desde que fue removido como
comisionado nacional de Seguridad en agosto de 2015, tras el desgaste público
por la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del Penal de máxima seguridad del
Altiplano, que estaba bajo su protección, un mes antes. Osorio Chong lo nombró
el martes jefe de la Unidad de Gobierno, que depende de la Subsecretaría de
Gobierno, un cargo donde administrativamente lo degradó -de segundo a tercer
nivel en el escalafón administrativo-, pero que, en la estrategia electoral del
secretario, lejos de ser una caída, lo colocó en un cargo donde le será
altamente útil en su abierta lucha por la candidatura presidencial del PRI.
No importó que 48 horas
antes, el Presidente Enrique Peña Nieto advirtió a los priistas con
aspiraciones presidenciales, que contuvieran sus ansias. Osorio Chong realizó
de cualquier forma una jugada de ajedrez. No es la reivindicación de Rubido ni
el perdón por la vergüenza mundial que les propinó Guzmán. Colocado en una posición
estratégica, debajo de René Juárez, el subsecretario del ramo que no es parte
del establo político de Osorio Chong, tendrá la capacidad y jurisdicción para
que le ayude al secretario a tejer las relaciones políticas a nivel nacional
que le permitan afianzar su escalada al poder.
Osorio Chong no oculta sus
intenciones. Entre las atribuciones que tiene el jefe de la Unidad de Gobierno
están:
1. Apoyar al Secretario en
las relaciones del Ejecutivo con los poderes Judicial y Legislativo -salvo en
lo que se refiera a procedimientos legislativos o modificaciones
constitucionales-, así como el vínculo político con los órganos autónomos, con
el Tribunal Electoral, el Instituto Nacional Electoral o la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, por citar tres de ellos.
2.- Auxiliar al Secretario en
sus relaciones con los ciudadanos, con las organizaciones no gubernamentales y,
adicionalmente, atender y buscar soluciones a los problemas que se den en los
estados.
El cargo es totalmente
político e interactúa con todos los actores sociales y políticos. El antecesor
de Rubido era David Garay, quien se encontraba bajo la dirección de Luis
Miranda, actual Secretario de Desarrollo Social, y que, como Subsecretario de
Gobierno, era el responsable de las negociaciones con los grupos de interés y
presión en el país, y sobre quien caía la tarea de mantener la gobernabilidad.
Horas después de conocerse la designación de Rubido, el veterano periodista
Fred Álvarez, por años conocedor del entramado de las relaciones políticas y
religiosas, preguntó en su blog: “Quién es Monte Alejandro Rubido García?”.
Álvarez mismo respondió: “Es
Licenciado en Derecho por la UNAM con postgrado en la Universidad de París
(París IV, que es la famosa Soorbona). De bajo perfil, un hombre amable y
simpático, siempre es formal y reservado. Eso sí, un viejo Lobo de Mar, un
hombre que viene de la inteligencia mexicana; ha trabajado muchos años en esa
área desde que se fundó el CISEN en 1989; antes, estuvo en Investigaciones
Políticas de la Secretaría de Gobernación.
Ha sido desde analista
pasando a ser director de Análisis Estratégico y director de investigación en
el CISEN. Su último cargo en el CISEN -enero de 2007-, fue como Secretario
General, es decir, el número dos; inmediatamente asumió el cargo de Subsecretario
de Prevención del Delito, y luego se sumó la de Vinculación Derechos Humanos de
la Secretaría de Seguridad Pública”.
Rubido es un profesional de
la inteligencia, entendida como la capacidad para recopilar información,
procesarla, analizarla y formular opciones para la toma de decisiones.
Joven universitario, trabajó
como analista en la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, que era la
policía política del Gobierno mexicano durante los terribles años de la Guerra
Fría, y también trabajó en la Dirección de Investigaciones Políticas, que
dependía de la Secretaría de Gobernación, y por donde también pasó Eugenio
Imaz, actual director del CISEN. Las versiones periodísticas de que fue
entrenado por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, y las agencias
estadounidenses FBI y CIA, son imprecisas. Rubido nunca fue un operador de
campo, sino un hombre de gabinete y análisis estratégico.
Su llegada a la Unidad de
Gobierno, si se analiza en términos de diseño electoral, le resolverá a Osorio
Chong lo que ha perdido con la larga enfermedad del director del CISEN, quien
ha estado más ausente que presente en su trabajo en el último año. La llegada
de Rubido dota al Secretario de Gobernación de un experto en el análisis
político y en la prospectiva, así como el conocimiento adquirido a través de
los años en las diversas áreas de inteligencia federal de cómo funcionan,
operan y están detrás de los grupos de interés y sus vinculaciones en el
extranjero.
El perfil del nombramiento
refuerza la línea de acción del Secretario, que ha utilizado ilimitadamente la
información de inteligencia para socavar a sus enemigos. Uno de los últimos
afectados por ese trabajo, por ejemplo, fue el jefe de la Oficina de la
Presidencia, Francisco Guzmán, cuyas fotografías realizando proselitismo en el
estado de México se filtraron a la prensa, y afectó el respaldo que le estaba
dando al Gobernador Eruviel Ávila, cuyos apoyos en el gabinete no se encuentran
en el campo de Osorio Chong, sino en los hacendarios. Rubido le permitirá ser
más sutil en esas acciones, más discreto y más eficaz. Lo necesita ahora que,
como nunca, corre hacia la candidatura presidencial.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/
Raymundo Riva Palacio/ 01/12/2016 | 01:03 AM)
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