jueves, 21 de julio de 2016

CERESO DE LA PAZ, SIN CONTROL


FOTOS: Ines Garcia / cortesía

En los últimos años, la CNDH ha alertado sobre focos rojos en el penal de La Paz, el más importante de Baja California Sur, tanto en los procedimientos de seguridad interna como en las condiciones de autogobierno. Sin proyectos para dotarlo de equipo de tecnología o mejorar la infraestructura, los programas actuales se enfocan al deporte

La falta de infraestructura, equipamiento, personal y las condiciones de autogobierno en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz, lo convierten en uno de los peores calificados en el país de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Con un puntaje casi reprobatorio, de 5.35, según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 realizado por la CNDH, la calificación bajó algunas décimas respecto a 2014 cuando el análisis de los distintos aspectos del centro penitenciario alcanzó los 5.49 puntos de una escala del cero al diez.

Tres hileras de rejas, cada una con un custodio que carga un arma larga, separan el interior de la cárcel de uno de los dos puntos de accesos.

Por éste, en específico, ingresan las visitas y parte del personal administrativo.

Son cerca de las 2:00 de la tarde y una mujer con tres menores de edad se acerca a la reja para pedir su acceso a la cárcel.

En el CERESO de La Paz, habitan 786 internos, de los cuales solo 47 son mujeres y el resto, hombres; de acuerdo con las cifras del director del penal, César Gómez Ríos, quien antes de asumir el cargo operaba el Patronato para Liberados.

Cuando la CNDH realizó las visitas a las prisiones del país, más de 900 internos llenaban las celdas pensadas para un límite de 650 internos. Desde entonces, los números han disminuido notablemente. A pesar de ello, las cifras de reincidencia se mantienen altas, con un porcentaje del 35 por ciento.

De los casi 800 internos contabilizados, solo 209 se encuentran sentenciados, 332 en calidad de procesados y otros 245 como indiciados.



 Según el director del penal, el 35 por ciento de los internos se encuentran ahí por el robo en distintas modalidades, lo cual lo convierte en el delito con mayor incidencia. Seguido de homicidio con un 15 por ciento.  

FOCOS ROJOS

El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 de la CNDH, detalla que durante las visitas de supervisión, personal de la Comisión detectó los principales focos rojos en los criterios de sobrepoblación, hacinamiento, servicios de salud e insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos, entre otros.

También detectaron la falta de prevención de violaciones a derechos humanos y atención en caso de que sean detectadas, insuficiencia en los procedimientos para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos, la nula atención a internos en condiciones de aislamiento, es decir los sancionados y sujetos a protección.

De igual forma, hallaron la inexistencia o insuficiencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del establecimiento, bajas condiciones materiales e higiene de las instalaciones para alojar a los internos y para la comunicación con el exterior, así como deficiencias en la alimentación.

En cuanto a condiciones de gobernabilidad, es decir, la normatividad que rige al Centro como es su reglamento, sus procedimientos y difusión de los mismos, encontraron en una primera instancia la insuficiencia de personal y deficiencias en el proceso para la imposición de sanciones disciplinarias.

Uno de los aspectos más preocupantes es el ejercicio de funciones de autoridad por parte de internos del Centro y actividades ilícitas, aunado a la insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria.

Desde 2014, el organismo protector de Derechos Humanos había advertido las calificaciones más bajas –cero– en cuanto a procedimientos de ingreso, de traslado de internos, protocolos en caso de motín.

Al igual que en la separación de hombres y mujeres tanto en el área de ingreso, como en el Centro de Observación y Clasificación, en talleres, área escolar, servicio médico, comedores, áreas de visita familiar, áreas de visita íntima ni en actividades deportivas.

Prácticamente, en todas las áreas excepto los dormitorios y patios. No solo la CNDH alertó sobre estos focos rojos para la población penitenciario.

Familiares de internos han denunciado el cobro de piso por parte de los grupos dominantes entre los reos.



BASQUETBOL, CERESO LA PAZ

Al respecto, el director de la penitenciaría asegura “no tengo conocimiento que a la fecha estén sucediendo esas lamentables situaciones. Estoy completamente seguro que no es así. Todos los días asisto a las áreas”. 

 DEPORTE COMO MEDIDA DE TRATAMIENTO

En general, el director del CERESO evita hablar tanto de los grupos de internos que dominan la cárcel como de las carencias del centro penitenciario, el cual permite todavía que los internos mantengan dinero efectivo con ellos y no han instalado equipos inhibidores de teléfonos celulares para restringir el uso de estos equipos entre los reos.

Cuando se le pregunta sobre el presupuesto del centro penitenciario, responde “no tengo la menor idea…debe ser algo considerable” y justifica que los montos presupuestarios son ejercidos directamente por la Subsecretaría de Seguridad Pública.

En cambio, explica que mediante torneos de fútbol, básquetbol, box e incluso la realización de un maratón al interior de la prisión, ha logrado que los internos se interesen por su reinserción social y se mantengan ocupados en actividades recreativas.

En un escritorio contiguo al suyo, dentro de su oficina, se encuentran agrupados pares de guantes y demás equipo de box para una competencia próxima.

Sobre los operativos de revisión al interior del penal, el funcionario estatal detalla que en marzo, elementos de la Policía Federal, Policía Estatal, Policía Ministerial y elementos de la Procuraduría General de la República, hallaron 70 armas hechizas, pero “ni droga ni celulares” fueron localizados.

Esto a pesar de que dos de sus custodios fueron detenidos al ingresar al penal por posesión de droga. El primero de los casos ocurrió en enero y el segundo en mayo. Cuando sus propios compañeros, los revisaron en el Área de Aduana, les encontraron metanfetaminas y pastillas psicotrópicas en envoltorios.  

MÁS DETERIOROS QUE REMODELACIONES

Las instalaciones del CERESO de La Paz tienen más de 40 años de antigüedad. No solo se nota en lo visible como la falta de pintura en las paredes, también tuberías y otras instalaciones requieren mantenimiento continuo.


Para ello, explica el director, se asignan tareas a los propios internos para realizar reparaciones superficiales, en específico a aquellos con conocimientos de albañilería, plomería, herrería y electricidad.

Sobre las próximas remodelaciones, está la reubicación del área de cocinas de las internas, así como la mejora del área de Comandancia, esta última obra con un costo aproximado de 200 mil pesos.

Sin embargo, en términos de tecnología tampoco existe el equipo suficiente. A quienes ingresan al penal como visitas, pueden ser familiares o amigos, solo se les revisa de manera física. En cambio, pueden ingresar con comidas y alimentos para los internos.


A excepción de los miércoles, diariamente se permiten las visitas y cada interno puede recibir dos visitas a la semana. En domingo, el día más concurrido, el penal recibe hasta 350 visitantes.

A cada uno se le solicitan documentos de identificación como credencial de elector, comprobante de domicilio y CURP para sumarlos al registro. De forma adicional, a cada interno se le permiten cinco minutos al día para recibir a personas a través de locutorios, sin necesidad de que sean registrados como visitas.

“Es parte del proceso de reinserción, la familia”, explica el director al detallar que la familia inmediata es a quien se privilegia para el registro de visitantes.  

LAS CONDICIONES DENTRO

Si bien, los internos no son separados en celdas o edificios según el tipo de delito ni se protege a la población vulnerable como internos homosexuales o adultos mayores, la única separación que existe es por indiciados, procesados y sentenciados.

De igual forma, en el CERESO se encuentran tres internos con VIH, quienes fueron trasladados del penal San José del Cabo, ya que allá no existe una clínica para que reciban tratamiento. Uno de ellos sigue bajo proceso y los otros ya están sentenciados.

En el penal de La Paz se encuentran en otra área, separados de la población penitenciaria.

En la misma sección se encuentran otros internos con padecimientos como tuberculosis.

Una situación similar ocurre con mujeres, ya que en el penal de San José del Cabo tampoco hay área para mujeres, por lo que las detenidas allá son trasladadas a La Paz.

En su mayoría, las internas tienen entre 25 y 35 años de edad. Eso hace que las mujeres del municipio contiguo no reciban visitas tan frecuentes. Entre los artículos que se les permite tener consigo a los internos, está un radio analógico y dinero en efectivo.

A pesar de que el máximo es de 200 pesos, pueden tener hasta mil pesos en resguardo en la Comandancia, “ahí almacenan su dinero y se anotan las cantidades en sus libretas”, añade el director.

El dinero, el cual se ha sustituido por vales o transferencias electrónicas en otros penales del país para evitar la extorsión entre internos o la compraventa de droga y otros artículos, asegura el director es utilizado para adquirir en la tienda del penal otros productos como material de limpieza, comida e incluso ventiladores.

Por el momento, en las celdas duermen y conviven de cuatro a 17 internos, identificados con uniforme amarillo fosforescente.

Al hablar sobre la presencia de grupos criminales dentro del CERESO, las denuncias de cobro de piso por parte de familiares de internos y otros temas de la falta de control al interior, el director prefiere explicar los programas de deporte, religión y educación para la reinserción social.

Explica, por ejemplo, que dentro se llevan programas de alfabetización y educación básica como nivel y secundaria, mientras que se encuentra en proceso de validar la preparatoria.


(SEMANARIO ZETA BCS/  INÉS GARCÍA RAMOS/ MARTES, 19 JULIO, 2016 12:00 PM)

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