Saltillo, Coah.- Una nueva recomendación de la Comisión de Derechos Humanos evidenció la complicidad de la médico dictaminadora de la Policía Municipal en los actos de corrupción, abuso e ilegalidades cometidas por elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Según se narra en la recomendación 48/2014, a principios de noviembre de
2013 un hombre de edad avanzada fue detenido por policías municipales,
quienes lo agredieron física y verbalmente, despojándolo de su dinero y
ocho cachitos de lotería, para después trasladarlo a una comandancia,
donde fue golpeado, y después enviado a la cárcel municipal.
Ahí la médico dictaminadora realizó un reporte en que refiere que el detenido se encuentra sobrio, presenta dolor lumbar y padece de los nervios, por lo que no debería estar detenido, eso sin realizar ninguna exploración física al detenido, omitiendo arbitrariamente dar fe de las lesiones del denunciante.
El afectado dijo haber sido subido a una camioneta de la Policía y trasladado a la comandancia de las calles Melchor Múzquiz y Manuel Acuña, donde le cubrieron la cara con una bolsa negra, dejándole sólo un orificio para que respirara y que recibió golpes en su parte baja, en la espalda y en el abdomen, mientras se encontraba esposado.
Además de que sintió que le aplicaron inyecciones en ambos brazos y en el estómago, así como haber sido sujetado con una pinza en la parte posterior de las orejas, al tiempo de que lo amenazaron con matarlo, diciéndole que conocían a su hijo y su sobrino.
Al ser trasladado con la jueza calificadora y con la médico legista, a quien no manifestó sus lesiones en razón del temor que le infundió el agente policiaco que lo detuvo.
Sin embargo, según estipula la Comisión de Derechos Humanos, además del abuso policial, la médico dictaminadora fue omisa en el cumplimiento de sus funciones, ya que tiene la obligación de realizar la exploración física al quejoso para determinar el estado de salud y sus condiciones corporales al momento en que lo llevaron a la cárcel municipal, a efecto de precisar si presentaba o no alguna lesión.
Ahí la médico dictaminadora realizó un reporte en que refiere que el detenido se encuentra sobrio, presenta dolor lumbar y padece de los nervios, por lo que no debería estar detenido, eso sin realizar ninguna exploración física al detenido, omitiendo arbitrariamente dar fe de las lesiones del denunciante.
El afectado dijo haber sido subido a una camioneta de la Policía y trasladado a la comandancia de las calles Melchor Múzquiz y Manuel Acuña, donde le cubrieron la cara con una bolsa negra, dejándole sólo un orificio para que respirara y que recibió golpes en su parte baja, en la espalda y en el abdomen, mientras se encontraba esposado.
Además de que sintió que le aplicaron inyecciones en ambos brazos y en el estómago, así como haber sido sujetado con una pinza en la parte posterior de las orejas, al tiempo de que lo amenazaron con matarlo, diciéndole que conocían a su hijo y su sobrino.
Al ser trasladado con la jueza calificadora y con la médico legista, a quien no manifestó sus lesiones en razón del temor que le infundió el agente policiaco que lo detuvo.
Sin embargo, según estipula la Comisión de Derechos Humanos, además del abuso policial, la médico dictaminadora fue omisa en el cumplimiento de sus funciones, ya que tiene la obligación de realizar la exploración física al quejoso para determinar el estado de salud y sus condiciones corporales al momento en que lo llevaron a la cárcel municipal, a efecto de precisar si presentaba o no alguna lesión.
(ZOCALO / Redacción/ 10/07/2014 - 04:05 AM)
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