Los Ángeles— Cierta noche primaveral de la primavera del año pasado la actriz de películas para adultos, Sarah Shevon, se dirigía por la carretera de la Costa del Pacífico hacia un trabajo que su agente le había conseguido en una residencia enrejada de Malibú en Dume Drive.
Shevon dijo haberse presentado vestida de acuerdo a las instrucciones,
con una falda a cuadros de “colegiala” y blusa blanca amarrada en la
parte superior del abdomen, esperando ganar 300 dólares por actuar en
una escena de sexo ante las cámaras.
Después de estacionar su Toyota Tercel 1997 frente a la mansión mediterránea de cinco recámaras, dijo Shevon, entró y conoció al coprogatonista, un hombre bien vestido que pidió que le llamara “el señor Rich”.
El actor también hizo las veces de camarógrafo, agregó Shevon, pero no era profesional.
La actriz de 29 años cree que “el señor Rich” era Richard Nanula, quien hasta el mes pasado era director general de la productora Miramax y directivo del fondo de inversiones Colony Capital.
El 7 de julio Nanula, de 53 años, renunció a sus cargos a raíz de que dos sitios de Internet publicaran videos de un hombre a quien identificaron como Nanula sosteniendo relaciones sexuales con la actriz de películas para adultos Samantha Saint.
Ni Nanula ni sus representantes han negado públicamente que él sea quien aparece en las imágenes, mientras que Nanula no respondió a las solicitudes de comentarios.
La salida de Nanula de Miramax constituyó un giro sorpresivo en una carrera marcada por un ascenso rápido hasta los niveles más altos del mundo corporativo en Estados Unidos.
En el 2001, Nanula era padre de tres niños pequeños, y la familia vivía lujosamente.
De acuerdo a la declaración que Tracey Nanula hizo en el 2005 durante el proceso de divorcio de la pareja, Nanula le daba 75 mil dólares mensuales para los gastos de la casa.
Su residencia en Malibú tenía chef, asistente personal y niñeras.
Avido golfista y jugador de tenis, Nanula volaba en primera clase para vacacionar en Las Bahamas, Hawai y Cabo San Lucas.
Según la solicitud de divorcio interpuesta por Tracey Nanula, en el 2001 él admitió ante ella haber pagado prostitutas —llegando a gastar hasta 10 mil dólares por sesión— y ser adicto al sexo. En los documentos procesales Nanula no responde en rechazo a los alegatos.
En el 2003, después de pasar seis días en un centro de rehabilitación, Nanula dijo a su esposa que estaba curado de la adicción, de acuerdo a declaración de ella en el divorcio. Pero Tracey Nanula agregó en su declaración que “no pudo evitar darse cuenta de que durante cerca de 16 años Nanula había estado teniendo sexo con prostitutas y otras mujeres y mintiéndome sobre nuestras vidas juntos”.
Vía telefónica, Tracey Nanula se rehusó a hacer comentarios.
‘Brillante estratega y ejecutivo de finanzas’
A los 31 años, el funcionario con maestría en administración de Harvard se convirtió en director de finanzas en Walt Disney Co. y fue considerado posible sucesor del entonces director ejecutivo Michael Eisner, quien alguna vez lo calificó como “un brillante estratega y ejecutivo de finanzas”.
“¿Puede imaginar que seis años después de obtener su maestría era director de finanzas de Disney?”, dijo el veterano reclutador de ejecutivos Stephen Unger, quien en el transcurso de los años recurrió a Nanula para conocer su opinión sobre candidatos a empleos.
“Se trata de un ejecutivo muy dedicado, muy listo, con muy buenas referencias y decidido”.
En Disney, Nanula contribuyó a rescatar de apuros financieros a Euro Disney Resort restructurando su deuda y negociando la venta a un príncipe saudita de una participación en el parque temático.
Nanula llegó a ser director de Starwood Hotels & Resorts Worldwide, que maneja el Sheraton, el St. Regis y otras cadenas mundiales.
Posteriormente fue nombrado director de finanzas en Amgen Inc. –percibiendo ocho millones en el 2006— y formó parte del consejo directivo de Boeing Co.
Como parte del equipo que adquirió Miramax en el 2010, se esperaba que trajera nuevamente los días de gloria que la compañía gozó con sus fundadores Bob y Harvey Weinstein, cuando produjo ganadoras del Oscar como ‘Pulp Fiction’ y ‘Sakespeare in Love’.
Pero Miramax rara vez ocupó los encabezados, hasta junio. Fue cuando se anunció que Nanula pidió permiso por “razones personales”.
Hijo de madre afroamericana y padre blanco, Nanula se crió en Pasadena, asistió a la Universidad de California en Santa Bárbara y fue a la Facultad de Administración de Harvard, donde avanzó “pronto, bien y con eficiencia”, recuerda su amigo y compañero de grupo Greg Maffei.
Nanula también logró divertirse, desde la última fila del aula, que los alumnos de Havard llamaban la “tribuna del cielo”.
En 1991 fue nombrado director de finanzas, siendo uno de los más jóvenes en la historia de alguna compañía que apareciera en las 500 de Fortune.
Era asimismo uno de los ejecutivos afroamericanos de más alto nivel en el país.
En 1995, estando en Disney, Nanula se casó con una de las asistentes ejecutivas de la compañía, Tracey Hart. Más tarde ella pidió el divorcio.
En el 2001, Nanula volvió a estar en una empresa de las 500 de Fortune al ser nombrado director de finanzas en la empresa de biotecnología con matriz en Thousand Oaks Amgen.
Después de estacionar su Toyota Tercel 1997 frente a la mansión mediterránea de cinco recámaras, dijo Shevon, entró y conoció al coprogatonista, un hombre bien vestido que pidió que le llamara “el señor Rich”.
El actor también hizo las veces de camarógrafo, agregó Shevon, pero no era profesional.
La actriz de 29 años cree que “el señor Rich” era Richard Nanula, quien hasta el mes pasado era director general de la productora Miramax y directivo del fondo de inversiones Colony Capital.
El 7 de julio Nanula, de 53 años, renunció a sus cargos a raíz de que dos sitios de Internet publicaran videos de un hombre a quien identificaron como Nanula sosteniendo relaciones sexuales con la actriz de películas para adultos Samantha Saint.
Ni Nanula ni sus representantes han negado públicamente que él sea quien aparece en las imágenes, mientras que Nanula no respondió a las solicitudes de comentarios.
La salida de Nanula de Miramax constituyó un giro sorpresivo en una carrera marcada por un ascenso rápido hasta los niveles más altos del mundo corporativo en Estados Unidos.
En el 2001, Nanula era padre de tres niños pequeños, y la familia vivía lujosamente.
De acuerdo a la declaración que Tracey Nanula hizo en el 2005 durante el proceso de divorcio de la pareja, Nanula le daba 75 mil dólares mensuales para los gastos de la casa.
Su residencia en Malibú tenía chef, asistente personal y niñeras.
Avido golfista y jugador de tenis, Nanula volaba en primera clase para vacacionar en Las Bahamas, Hawai y Cabo San Lucas.
Según la solicitud de divorcio interpuesta por Tracey Nanula, en el 2001 él admitió ante ella haber pagado prostitutas —llegando a gastar hasta 10 mil dólares por sesión— y ser adicto al sexo. En los documentos procesales Nanula no responde en rechazo a los alegatos.
En el 2003, después de pasar seis días en un centro de rehabilitación, Nanula dijo a su esposa que estaba curado de la adicción, de acuerdo a declaración de ella en el divorcio. Pero Tracey Nanula agregó en su declaración que “no pudo evitar darse cuenta de que durante cerca de 16 años Nanula había estado teniendo sexo con prostitutas y otras mujeres y mintiéndome sobre nuestras vidas juntos”.
Vía telefónica, Tracey Nanula se rehusó a hacer comentarios.
‘Brillante estratega y ejecutivo de finanzas’
A los 31 años, el funcionario con maestría en administración de Harvard se convirtió en director de finanzas en Walt Disney Co. y fue considerado posible sucesor del entonces director ejecutivo Michael Eisner, quien alguna vez lo calificó como “un brillante estratega y ejecutivo de finanzas”.
“¿Puede imaginar que seis años después de obtener su maestría era director de finanzas de Disney?”, dijo el veterano reclutador de ejecutivos Stephen Unger, quien en el transcurso de los años recurrió a Nanula para conocer su opinión sobre candidatos a empleos.
“Se trata de un ejecutivo muy dedicado, muy listo, con muy buenas referencias y decidido”.
En Disney, Nanula contribuyó a rescatar de apuros financieros a Euro Disney Resort restructurando su deuda y negociando la venta a un príncipe saudita de una participación en el parque temático.
Nanula llegó a ser director de Starwood Hotels & Resorts Worldwide, que maneja el Sheraton, el St. Regis y otras cadenas mundiales.
Posteriormente fue nombrado director de finanzas en Amgen Inc. –percibiendo ocho millones en el 2006— y formó parte del consejo directivo de Boeing Co.
Como parte del equipo que adquirió Miramax en el 2010, se esperaba que trajera nuevamente los días de gloria que la compañía gozó con sus fundadores Bob y Harvey Weinstein, cuando produjo ganadoras del Oscar como ‘Pulp Fiction’ y ‘Sakespeare in Love’.
Pero Miramax rara vez ocupó los encabezados, hasta junio. Fue cuando se anunció que Nanula pidió permiso por “razones personales”.
Hijo de madre afroamericana y padre blanco, Nanula se crió en Pasadena, asistió a la Universidad de California en Santa Bárbara y fue a la Facultad de Administración de Harvard, donde avanzó “pronto, bien y con eficiencia”, recuerda su amigo y compañero de grupo Greg Maffei.
Nanula también logró divertirse, desde la última fila del aula, que los alumnos de Havard llamaban la “tribuna del cielo”.
En 1991 fue nombrado director de finanzas, siendo uno de los más jóvenes en la historia de alguna compañía que apareciera en las 500 de Fortune.
Era asimismo uno de los ejecutivos afroamericanos de más alto nivel en el país.
En 1995, estando en Disney, Nanula se casó con una de las asistentes ejecutivas de la compañía, Tracey Hart. Más tarde ella pidió el divorcio.
En el 2001, Nanula volvió a estar en una empresa de las 500 de Fortune al ser nombrado director de finanzas en la empresa de biotecnología con matriz en Thousand Oaks Amgen.
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