domingo, 25 de agosto de 2013

MANIPULA PEÑA NIETO LA HISTORIA DE MÉXICO

México, DF.- Enfundado en un traje negro, Cuauhtémoc Cárdenas sube al templete colocado frente al Monumento a la Revolución, el lugar en donde se encuentra la tumba de su padre, el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río. En la explanada, cercada para que el PRD presente su propuesta de reforma energética, están el presidente nacional del partido, Jesús Zambrano, y los coordinadores parlamentarios en el Congreso, Silvano Aureoles y Miguel Barbosa; pero nadie opaca al ingeniero. Él es el único orador.

Están ahí Jesús Ortega, ex presidente del partido; Marcelo Ebrard, ex jefe de Gobierno del Distrito Federal; el diputado local, Manuel Granados; las senadoras Dolores Padierna y Alejandra Barrales, e incluso el comisionado para la reforma política del Distrito Federal, Porfirio Muñoz Ledo. Acuden a mostrar la unidad de la izquierda en torno a la iniciativa energética del fundador del PRD. El ingeniero desmenuza su proyecto: no a la participación privada en Pemex, sí a la modernización de la paraestatal.

Su discurso dura poco más de 27 minutos y en él hace una pausa para referirse a un tema que llevaba toda una semana eludiendo: el uso que el presidente Enrique Peña Nieto hizo de la imagen de su padre para ganar adeptos a su plan energético.

“Es falaz la utilización que se hace del nombre de quien encabezó la lucha por el rescate y pleno ejercicio de la soberanía de la Nación en el siglo 20. Ofende a quienes verdaderamente se identifican con sus ideas y su obra”, enfatiza.

Con la imagen del general de fondo, Cuauhtémoc Cárdenas informa que dejará su cargo como coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno capitalino para abocarse personalmente a recopilar las firmas -un millón 600 mil- que se requerirían para echar abajo la reforma constitucional a los artículos 27 y 28, en caso de ser aprobada.

En ese momento, la comitiva sube al templete. Es momento de mostrar “la unidad de la izquierda” para encarar lo que Jesús Zambrano califica como “engaños mediáticos” de Peña Nieto.

Cárdenas, punto de partida

Entre el 31 de julio y el 19 de agosto el Ejecutivo federal, el PAN y el PRD presentaron sus iniciativas de reforma energética. Aunque cada una propone un esquema diferente para modernizar el sector, las tres coinciden en una cosa: retoman a Lázaro Cárdenas como el referente en la exposición de motivos de sus respectivos proyectos.

Las iniciativas del PAN y del Gobierno federal proponen la apertura de Pemex a la Iniciativa Privada a través de esquemas como las concesiones o los contratos de utilidad compartida, argumentando que la reforma al artículo 27 constitucional impulsada por Cárdenas en 1939 preveía mecanismos de participación del sector privado.

El PRD, por su parte, propone que Pemex siga monopolizando la explotación de hidrocarburos bajo el argumento de que la prohibición de las concesiones en la reforma del 39 tenía como objetivo que fuera la Nación la encargada de llevar a cabo la explotación de sus recursos naturales.

Para el historiador Ricardo Pérez Montfort, el uso de la imagen del general Cárdenas por parte de los tres partidos políticos se entiende por el hecho de que éste es el referente histórico en el tema. Al mismo tiempo, indica, es un ejemplo de cómo los partidos políticos manipulan la historia en función de sus intereses.

Opina que en el caso de Peña Nieto es una muestra de oportunismo. “El utilizarlo hoy en día de tal manera que se mediatice y se manipule es un signo del claro oportunismo que caracteriza al priismo contemporáneo: si de repente les funciona Cárdenas lo usan, si de repente les funciona el Papa, también lo usan”, señala.

En el caso del PRD, califica como absurdo que éste pretenda adjudicarse su legado. “Decir que tal o cual persona pertenece a tal movimiento es un anacronismo. El general Cárdenas tuvo mayores simpatías por la izquierda que por la derecha, pero decir que pertenece a la izquierda es un poco anodino, es banalizarlo”, sostiene.

La disputa

El 12 de agosto pasado, durante la presentación de su iniciativa, Peña Nieto aseguró que ésta retomaba “palabra por palabra” la reforma que en 1939 impulsó Cárdenas. Durante su discurso, el Mandatario hizo referencia al general en cinco ocasiones, todas ellas para referirse a la similitud de su proyecto con el del ex presidente.

El anuncio estuvo acompañado de una batería de “productos” propagandísticos: desplegados, rondas de entrevistas con el secretario de Energía en televisión y radio, y una página en internet en la que destaca un apartado titulado Reforma del Gral. Cárdenas. Información general de la reforma de 1939.

Ese mismo día se dieron a conocer dos spots, uno llamado El petróleo es nuestro y otro titulado Palabra por palabra, Cárdenas. Este último dura 43 segundos y en 24 de ellos se hace referencia al general, cuya imagen aparece como fondo del anuncio mientras un joven dice: “lo que busca la reforma energética es que el artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el presidente Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra”.

Horas después se transmitió un mensaje a la nación en el que Peña Nieto aparece en un salón del Palacio Nacional, diciendo: “hace 75 años, precisamente en este salón, el presidente Lázaro Cárdenas llevó a cabo la Expropiación Petrolera. Con el respeto que este lugar me merece, les informo que la reforma que hoy he enviado al Senado retoma palabra por palabra el texto del artículo 27 constitucional del presidente Cárdenas. El espíritu de esta reforma recupera el pasado para conquistar el futuro”.

El domingo 18 de agosto el PRI convocó a su Comisión Política para cerrar filas en torno a la iniciativa oficial, aunque con escasas alusiones al legado del general. Sólo Cristina Díaz, dirigente del sector popular, hizo referencia directa al prócer: “el Ejecutivo federal ha logrado algo profundo y significativo; oxigenar el debate político, ha desmontado el mito del patriotismo al demostrar que el general Lázaro Cárdenas fue más sensato y audaz que sus acólitos de hoy”.

Desde las filas priistas, el presidente de la Asociación Nacional de la Unidad Revolucionaria, Humberto Roque Villanueva, defiende el legítimo derecho priista de rememorar al general.

“Nosotros no creemos que esté abusando, ni el gobierno de Peña Nieto, ni nosotros. Recordar que en aquel entonces así pensaba el presidente de la República y autor de la Expropiación Petrolera no es ninguna ofensa”, señala.

Roque Villanueva, ex presidente nacional del PRI, niega que Cárdenas pertenezca a la izquierda, y recuerda que el general perteneció al Partido Nacional Revolucionario y al Partido de la Revolución Mexicana, abuelo y padre del PRI.

“Que nosotros sepamos, jamás renunció”, aclara.

También el PAN

Aunque el PAN se fundó en 1939 como una reacción al cardenismo, tampoco este partido se resistió a usar a Cárdenas como referente de su propuesta, y lo menciona en ocho ocasiones en la Exposición de Motivos de su propuesta de reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.

“La relevancia del decreto de expropiación emitido por el presidente Cárdenas radica en el hecho no sólo de la nacionalización de la industria petrolera en manos del Estado, sino del cambio en el marco jurídico prevaleciente en esa época. A pesar de que comúnmente se menciona que con la Expropiación Petrolera se dejó en manos del Estado de manera exclusiva todo el proceso de exploración y explotación petrolera, esto no fue así, pues derivado de dicho decreto se llevó a cabo la adición de un párrafo sexto al artículo 27 constitucional, así como la expedición de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo, abrogando la ley del petróleo de 1925 vigente hasta esa época, en los que se previeron mecanismos de participación privada en dichos procesos”.

El panista Juan José Rodríguez Prats, uno de los expertos de dicho partido en el tema energético, califica como un error que el blanquiazul lo retomara como punto de partida para justificar su iniciativa, obviando así el legado de su fundador Manuel Gómez Morin.

“En la iniciativa desafortunadamente no aludieron al argumento principal del PAN, no hay ni una sola reflexión doctrinaria e histórica, cayeron exactamente en lo mismo de Peña Nieto: ‘vamos a ver qué dijo el general’. No, señor, si ahí tienes lo que dijo Gómez Morin, que es el fundador. Eso es lo más dramático de esa iniciativa.

Dos momentos

El 9 de noviembre de 1939, unas semanas antes de concluir la administración de Lázaro Cárdenas, se promulgó una reforma al artículo 27 constitucional. La modificación prohibía el otorgamiento de concesiones en materia de petróleo e hidrocarburos, pero dejaba la puerta abierta a otros esquemas de participación de la iniciativa privada, al determinar que en la Ley Reglamentaria se establecería la forma en la que la Nación explotaría estos recursos.

Dos años después, en 1941, durante la Presidencia de Manuel Ávila Camacho, el Congreso aprobó otra modificación a la Ley Reglamentaria del 27 constitucional; esta vez para establecer de manera precisa la posibilidad de que el Gobierno federal pudiera celebrar contratos con particulares.

Las modificaciones a los artículos 6 y 8 de dicho indicaban que la nación podía llevar a cabo la exploración y explotación de petróleo a través de las instituciones que para ese efecto se crearan y de “contratos con particulares o sociedades”. Las formas de pago, indicaba la reforma, se realizarían a través de compensaciones en efectivo y un porcentaje de los productos que se obtuvieran.

En octubre de 1959, Adolfo López Mateos, envió al Congreso una iniciativa de reforma a los párrafos cuarto y quinto del artículo 27 y a los artículos 42 y 48 que no se referían al rubro petrolero; no obstante, durante la discusión, los legisladores incluyeron dicho sector.

Con dichas modificaciones se prohibió de manera definitiva el otorgamiento de cualquier tipo de permiso y concesión para la exploración o explotación de petróleo o hidrocarburos.

Para la especialista en el sector petrolero, Isabelle Rousseau, cada partido interpretó de manera subjetiva y parcial al general Cárdenas. El PRI tomó como referencia la reforma al artículo constitucional que éste promovió meses antes de que dejara la Presidencia; el PRD tomó como punto de partida los pronunciamientos que emitió a partir de que dejó el poder.

Autora del libro “América Latina y petróleo: Los múltiples desafíos de cara al siglo XXI”, Rousseau explica que, efectivamente, hay dos Cárdenas en materia petrolera: el que como Presidente impulsó modificaciones al artículo 27 constitucional que dejaban abierta la posibilidad de la participación privada, y el que, como integrante del partido en el poder, criticó el otorgamiento de contratos a empresas petroleras extranjeras en sexenios posteriores al suyo.

“No hay que negar que el cambio constitucional al artículo 27 en 1940 y la Ley Reglamentaria de 1941 sí contempla la participación de privados. Seguramente Cárdenas fue sumamente ideológico en 1938, pero es un hecho que en 1940 tuvo que atender toda la problemática que estaba viviendo en ese momento: México no tenía el conocimiento, el financiamiento, las piezas de reposición, los barcos, los ingenieros y las empresas petroleras afectadas lo estaban boicoteando y tuvo que ser pragmático ante eso”, explica.

Para no malinterpretar al general, sugiere, es indispensable no leer sus palabras y acciones como hechos aislados.
 
(ZOCALO / Reforma /25/08/2013 - 04:03 AM)

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