domingo, 25 de agosto de 2013

MILLONARIO YACIMIENTO EN BAJA CALIFORNIA

En Punta Colonet

El potencial de la mina asciende a 700 millones de toneladas de fierro y 300 millones de toneladas de titanio

Javier Cruz

Ensenada, B.C. - ¿Qué tan importante es, comercialmente hablando, el yacimiento de titanio en Punta Colonet? El oceanólogo Pablo López Domínguez, de la empresa Tecnoplades, S.A. de C.V., responde:

“Se sabe que el yacimiento de titanio es de 15 kilómetros de extensión, pero en la plataforma en Baja California se habla de 150 kilómetros. Empieza delante de la bahía de Colonet y se va hacia el sur y el norte, muy cerca de la Bahía de Ensenada. Y hay riqueza explotable todavía rentable”.

El Grupo Minero Lobos, que representa el ensenadense Gabriel Chávez Aguirre y quien sostiene una larga disputa jurídica por hacer valer la concesión minera que la Secretaría de Economía le otorgó en septiembre del año 2005, para luego rescindirla por los intereses económicos y políticos que se concentraron en Colonet, donde consorcios trasnacionales desean construir un megapuerto comercial, identificó así la importancia del sitio:

En 2006 el grupo presentó al gobierno federal, incluida la Presidencia de la República, un proyecto integral de desarrollo industrial en Colonet aprovechando su potencial minero como detonador económico y en el contexto de materia prima para la integración de “cadenas productivas”.

En el Manifiesto de Impacto Ambiental que Lobos presentó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de una de sus empresas subsidiarias -BC Puerto Enterprise, asociada en un 50 por ciento con el gigante portuario estadunidense StevedoringServices of America (SSA), dueño al 100 por ciento de las concesiones portuarias de Manzanillo, Veracruz, Cozumel y Progreso, y propietario del 49 por ciento de la concesión de Acapulco-, se afirmó que el potencial de la mina asciende a 700 millones de toneladas de fierro y 300 millones de toneladas de titanio.

También informa que el valor del depósito minero tiene un potencial estimado en 60 mil millones de dólares para un periodo de aprovechamiento de al menos 200 años, generando una economía interna de 600 mil millones de dólares

Revela asimismo que la inversión del proyecto integral, ya con su socio StevedoringServices of America y durante su primera etapa, sería de mil 200 millones de dólares (10 mil millones en 10 años), generando 70 millones de dólares en impuestos (700 millones en 10 años), mil 500 empleos directos (15 mil en 10 años) y 10 mil indirectos.

“Lo cierto es -afirmó Pablo López-, que del banco de titanio inicialmente sólo se conocía que existía tierra adentro, pero los estudios científicos, entre ellos los de la gente del Cicese, han demostrado que lo que vemos en tierra es apenas la punta del iceberg, que lo grueso del yacimiento se encuentra en el mar”.

La mano negra
Para el consultor ambiental “hay al menos tres políticos que no han dejado a la empresa (Grupo Minero Lobos) desarrollar la mina”, generando incluso que las dependencias del gobierno federal tengan sus propias expectativas del sitio.

“Lo que pasa es que al no existir nada en nuestro país que regule la concesión de un yacimiento minero dentro del mar, todas las dependencias federales interpretan a su antojo”.

Fue hasta el año 2005, en que las empresas que representa Chávez Aguirre se interesaron en explotar el yacimiento de titanio luego de una disputa con otra compañía, de la cual es socio el ex gobernador de Baja California Ernesto Ruffo Appel, que el gobierno federal hizo modificaciones a la Ley Minera para poder concesionar los depósitos mineros en la plataforma continental del país.

“Pero esta regulación simplemente es para dar concesiones; no regula los impactos ambientales, los permisos, los cambios de uso de suelo, la obtención de licencias, y es ahí donde todas las dependencias de gobierno empezaron a intervenir con intereses propios, con terceros o gente ajena a la minería, y empezaron a trabar todo”.

Lo cierto es, afirmó López Domínguez, que los litigios jurídicos están vigentes, en un constante “estira y afloja” que impide explotar ese enorme yacimiento y que frenan al mismo tiempo otras inversiones frente a las costas de Colima y Chiapas, donde existen grandes depósitos de acero para los cuales la autoridad federal no encuentra una forma que permita su explotación legal y armoniosa.

“Definitivamente falta voluntad política y madurez para entender a cabalidad el concepto de desarrollo social sobre el interés particular. Con esto el problema se resolvería, no con litigios, que hoy sabemos que están por llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación luego de seis o siete años de disputas legales”.

La controversia
Esta visión del oceanólogo López Domínguez choca de frente con la versión que, en septiembre de 2007, proporcionó el entonces coordinador general de Minería de la Secretaría de Economía, Norberto Roque Díaz de León, en el sentido de que la concesión al Grupo Minero Lobos estaba cancelada.

El motivo principal de la cancelación de la concesión, explicó entonces el funcionario, fue que la empresa no obtuvo los permisos en materia de ecología de la Semarnat.

Díaz de León reconoció, sin embargo, que no existía un tiempo concreto para que se anulara la concesión, “pero lo que sí puedo decir es que está perfectamente sustentado el proceso de cancelación”.

Años más tarde -marzo de 2010-, el licenciado en Derecho, Gerardo Sánchez Henkel, para entonces titular de asuntos jurídicos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), informó que el Tercer Tribunal Colegiado de Mexicali resolvió que el grupo empresarial de Chávez Aguirre “no tiene ningún interés jurídico” en el desarrollo portuario de Colonet, por lo que su proyecto no se podía desarrollar.

Meses después, en entrevista con Gabriel Chávez, éste dijo que las acciones del gobierno de Felipe Calderón en contra del grupo lo dejaban “en total indefensión jurídica”, por lo que recurriría incluso a instancias internacionales en busca de justicia.

¿Han tratado el tema directamente con Felipe Calderón?

“Sí -dijo entonces-. Él ya sabe y lo conoce. No hemos estado directamente con él, pero sí con gente que él ha señalado para atender esto, específicamente con el doctor Ibarra, que es el director de Infraestructura Tipo A de la SCT. Con él hemos platicado en Los Pinos.

“Pero debo decir que la dinámica hacia dentro de la Coordinación de Puertos (de la SCT) es una, en Semarnat es otra, en Economía es otra y en Los Pinos otra. Hay diferentes visiones: para la SCT es puerto únicamente; para Economía, ellos ya cumplieron su acto jurídico y no quieren tocar el tema del puerto; para Los Pinos es un proyecto político y social de gran impacto, que tiene que ver con la generación de empleos y con las cadenas productivas. Ellos no ven más”.

¿Cree que finalmente Los Pinos terminarán resolviendo el conflicto?

“Tengo esa confianza totalmente. No cabe duda que esto se resolverá con una decisión política del Presidente. De hecho, está en su escritorio en espera de resolución”.

¿Y qué pasa si el gobierno federal decide no resolver lo de su concesión?

“La Ley de Bienes Nacionales prevé el rescate de las concesiones federales que consideren necesario revocar. En el caso de la minería hay un reglamento específico. No hay tal figura de rescate, no existe, y le voy a explicar las razones.

“La Ley de Bienes Nacionales te puede aplicar el rescate sobre un inmueble de una escuela, una oficina de gobierno que se concesionó a un particular, una iglesia, pero no ves la figura de rescate de una concesión minera. Por ejemplo, en Hacienda no vas a revocar una concesión de bancos porque es estratégico. Tampoco la tiene Energía, porque no vas a revocar una concesión de una planta energética por la inversión, por la importancia y porque es estratégica. Lo mismo sucede en Minería.

“Ahora bien, muchas minas nunca llegan a producción, o pasan muchos años para que puedan hacerlo. Tenemos el caso de El Arco, del Grupo México, aquí en el Paralelo 28. Grupo México es el productor número 4 de cobre en el mundo y produce en varios lugares del planeta. Probablemente tarden muchísimos años antes de llegar a producir en El Arco, pero no puede llegar el gobierno y decir: ‘Te quito esas reservas’. ¿Entonces cómo quedaría la cuestión económica, la cuestión internacional, toda la cuestión de la inversión pública?”.

Es decir, ¿la cancelación de la concesión viola el Estado de Derecho en México?

“Completamente. Y por supuesto entramos a un litigio ante tribunales internacionales. Implicaría una serie de responsabilidades y procesos. En materia de Minería hay un reglamento muy claro y específico. Es como un contrato de adhesión. Tú te apegas a ese contrato y el Estado te garantiza. De eso se trata la Ley Minera: mientras tú cumplas no tienen por qué revocarte nada. La minería incluso tiene un factor de utilidad pública que además no necesitas probarlo y que además está por encima de cualquier otra actividad”.
 
¿Por qué el titanio?
El titanio fue descubierto, en 1791, en arena férrica con titanio, como dióxido, por el sacerdote inglés W. Gregor, en un valle de Manaccan, en Cornualles, Inglaterra, y recibió el nombre de su lugar de descubrimiento, Manacannit.

Es utilizado en la elaboración de prótesis y otros implementos médicos, así como en la aeronáutica espacial, en la química y en la construcción.

Odontológicamente está desplazando al oro en coronas y puentes dentales, y las prótesis de titanio se aplican con éxito en válvulas cardíacas, articulaciones de cadera y rodilla, así como en implantes médico-dentales y ortodoncias.

También es un mineral usado por la industria militar de defensa y el dióxido de titanio tiene mucha utilidad en la industria de la cerámica y pinturas.

Su precio internacional se triplicó en los últimos cinco años al pasar de siete dólares la libra (453.5 gramos) a 22 dólares en 2011, en tanto que una tonelada de hierro tenía en 2011 un precio en el mercado internacional que osciló entre los 225 a los 270 dólares americanos.

Según información de la Secretaría de Economía, “el tratamiento pos explotación del hierro, permite que por una tonelada de hierro que se extrae se obtengan 200 libras de titanio. Si una libra de este mineral se pudo vender entre los 20 y 22 dólares, las 200 libras de titanio pueden representar entre cuatro mil y cuatro mil 400 dólares.
Dicho de otra forma, un kilogramo de titanio valía en 2011 un total de 48.50 dólares. Es decir, una tonelada de titanio costaba ese mismo año 48 mil 500 dólares, algo así como 630 mil 500 pesos.

Esas son las cifras que realmente están detrás de la confrontación minera en Punta Colonet.

(EL VIGIA DE ENSENADA/  Javier Cruz / A los cuatro vientos / 20.03.2012 - 12:00)



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