viernes, 8 de marzo de 2013

SSPE: FUNCIONARIOS ACUSADOS EN BCS



Gerardo Zúñiga Pacheco
Adonaí Carreón Estrada, encargado de despacho
Los tres principales cargos de la Policía Estatal Acreditable quedaron en manos de desacreditados jefes policiacos

En el nombramiento de Adonaí Carreón Estrada como encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de Baja California Sur, según un análisis de un integrante del Grupo de Coordinación, tres son los hechos que resaltan:

1. La mano del coordinador de Giras del gobernador, Irineo Collins Martínez, en la designación de funcionarios, porque todos, sin excepción, tienen un vínculo de amistad y están públicamente identificados con el ex encargado del despacho de la SSPE.

2. El regreso de jefes policiacos de cuestionable trayectoria, vinculados a escándalos de corrupción, robo de droga y organizaciones delictivas de narcomenudeo como la desmembrada banda de Los Zamudio en Comondú, y del asesinado jefe de la plaza de La Paz, Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco” o “El H”.

3. La presunta reestructuración de la institución, donde el único interés fue remover de sus cargos a la mayoría de funcionarios ligados al ex titular, Álvaro de la Peña Angulo, para despejar el camino a los irineistas.

El nombramiento de Carreón Estrada, ex Agente del Ministerio Público de la Federación de la Procuraduría General de la República (PGR) y ex coordinador del Centro de Operaciones Estratégicas (COE), ocurrido el 27 de febrero, incomodó a algunos integrantes del llamado Grupo de Coordinación, sobre todo por los antecedentes del encargado del despacho y algunos integrantes de su equipo de trabajo.

El nuevo encargado de la SSPE ofreció coordinación estrecha con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), principalmente con las fuerzas armadas, bajo “los principios de profesionalismo, lealtad, objetividad, honradez y respeto a los derechos humanos”.

Sin embargo, la designación de Adonaí Carreo Estrada es -desde la percepción de algunos integrantes del Grupo de Coordinación- “el regreso de Irineo Collins Martínez y el reinicio de la protección al crimen organizado desde las altas esferas de gobierno, particularmente desde la Secretaría Estatal de Seguridad Pública”.

En la toma de protesta no estuvo presente el gobernador Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor. En su representación acudió el secretario general de Gobierno, Armando Martínez Vega, quien expuso: “El equipo que se conforma hoy es en base a experiencia, conocimientos y la voluntad que mostraron, y la forma en que se van coordinar con el nuevo secretario de seguridad”.

A continuación, la lista de nuevos funcionarios de la SSPE:

Adonaí Carreón Estrada. Encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal. Fue Agente del Ministerio Público de la Federación en la PGR y coordinador del Centro de Operaciones Estratégicas (COE).

Jesús Rahgner Torres Moreno. Director del Centro de Reinserción Social de Los Cabos. Fue ratificado y estuvo como director del CERESO de La Paz desde el último tramo del sexenio de Narciso Agúndez Montaño.

Noé del Real Lizardi. Titular del CERESO de La Paz. Fue subprocurador de Control de Procesos de la PGJE durante el sexenio de Narciso Agúndez Montaño.

David Manuel Mcdon Flores. Director del Centro Estatal de Control y Confianza. Se desconocen sus antecedentes.

América de Jesús Carrillo Ureña. Directora de la Academia Estatal de Policía. Se desconocen sus antecedentes.

Martín Álvarez Savín. Subcomisionado de la Unidad de Operaciones de la Policía Estatal Acreditable. Fue comandante y hasta hace poco subdirector de la Policía Ministerial del Estado.

Álvaro Gerardo Orlado Cabanillas. Subcomisionado de la Unidad de Análisis Táctico de la Policía Estatal Acreditable. Fue director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Comondú, durante el trienio del ex alcalde Joel Villegas Ibarra.

Fernando Guadalupe Ramírez Martínez. Subcomisionado de la Unidad de Investigaciones de la Policía Estatal Acreditable. Fue director del Centro de Reinserción Social de Los Cabos, director de Servicios Periciales de la PGJE, director de la Academia Estatal de Policía y subcomisario en la SSPE.

Francisco Javier Camacho Manríquez. Subcomisario de la Policía Estatal Preventiva. Fue ratificado en el cargo y estuvo como director de la Policía Ministerial del Estado.

De la totalidad de la estructura de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, los únicos funcionarios no removidos de sus cargos son: Los directores del Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando, conocido como “C-4”; el del Registro Público Vehicular (REPUVE); el de Prevención y Readaptación Social; y el de Ejecuciones y Seguimiento de Medidas de Tratamiento para Adolescentes.

Los antecedentes

Tres de los cargos clave dentro de la Policía Estatal Acreditable, quedaron en manos de funcionarios considerados como desacreditables.

Datos recabados por ZETA exponen que los nombres de Martín Álvarez Savín, Álvaro Gerardo Orlando Cabanillas y Fernando Guadalupe Ramírez Martínez, fueron citados -de manera independiente y en casos diferentes- en expedientes relacionados a delitos del robo de droga y vínculos con narcomenudistas, sobre todo con organizaciones delictivas de la desmembrada banda de Inés Zamudio Beltrán “El Zamudio”, y del asesinado jefe de la plaza de La Paz, Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco” o “El H”.

En el caso del subcomisionado de la Unidad de Operaciones de la Policía Estatal Acreditable, Martín Álvarez Savín, en el año 2000, cuando era agente de Investigaciones de la Policía Ministerial del Estado, fue relacionado junto con un comandante y tres agentes de haber “robado” parte de un cargamento de droga que habían decomisado y entregaron incompleto a la Agencia del Ministerio Público de la Federación  de la PGR.

Junto con Álvarez, los otros involucrados, Enrique Willards Ramírez -comandante- y los agentes José de Jesús Nieves, Alfredo Zazueta Ramírez e Iván Márquez, tuvieron que recurrir al amparo cuando el Juez Primero de Distrito libró en aquel entonces una orden de aprehensión en su contra.

Un narcomenudista de la banda de Los Teresos fue quien lo inculpó, al ser consignado. En el interrogatorio expuso que la cantidad de droga señalada en el parte informativo era inferior al decomiso; tampoco aparecían dinero o armas, por lo que fueron citados y, sospechosamente, ya habían solicitado permiso para ausentarse de sus labores por tiempo indefinido. Con el tiempo el caos quedó en el olvido, aunque el antecedente se asentó en los archivos de la PGR.

En cuanto al subcomisionado de la Unidad de Análisis Táctico de la Policía Estatal Preventiva, Álvaro Gerardo Orlando Cabanillas, estuvo involucrado en varios escándalos cuando desempeñó el cargo de director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Comondú, en el trienio del ex alcalde Joel Villegas Ibarra.

Según la averiguación previa PGR/BCS/LP/OE-2/096/2011, en base a los testimonios de Inés Zamudio Beltrán “El Zamudio” y Obed Guereña Arvizu “El Obed”, ex jefe de la plaza del narcomenudeo de Comondú y lugarteniente de la banda, respectivamente, el jefe policiaco apareció en la lista de presuntos policías corruptos que cobraban cuota de protección y estaban al servicio de narcotraficantes de esa comunidad.

Según testimonios de los narcomenudistas, el entonces director cobraba entre 10 mil y 20 mil pesos semanales por “hacerse de la vista gorda” y permitir la distribución y venta de droga a lo largo y ancho de Comondú.

Asimismo, fue señalado directamente por los padres de Asael Valtierra Loya, asesinado el 31 de enero de 2011, de  proteger a un comandante y dos agentes bajo su mando, involucrados en el levantón, ejecución y calcinación del joven comerciante.

Los policías Felipe Rodríguez Higuera, José Guillermo Arípez Geraldo y Moctezuma Bareño Mayoral -según averiguación previa CST/32/TUR2/2011- fueron responsables de levantar a la víctima y entregarla al ex brazo armado de Los Zamudio, Amador Zamudio Chávez “El Yeyo”, para robarle 440 mil pesos.

El nuevo jefe policiaco no solo protegió a sus subalternos, hasta asignó a un asesor jurídico para que se defendieran, en vez de entregarlos y consignarlos, como señaló Jesús Valtierra García, padre de la víctima.

No solo eso. Según la Comisión de Rendición de Cuentas integrada por regidores y encabezada por el actual alcalde de Comondú, Venustiano Pérez Sánchez,  Álvaro Gerardo Orlando Cabanillas -en su calidad de director de la Policía comondueña- “vendía plazas” a agentes, jefes de sector y comandantes.

El ex jefe policiaco estaba tan bien organizado -según explicaron a ZETA- que hasta tenía un tabulador de precios en las cuotas. Era el siguiente:

- 6 mil 500 pesos por ocupar el cargo de comandante en Ciudad Constitución, Ciudad Insurgentes, Puerto Adolfo López Mateos y Puerto San Carlos.

- Mil 500 pesos por ocupar el cargo de jefe de sector en cualquiera de las citadas poblaciones.

- 700 pesos semanales por traer una patrulla con torretas y radio en cualquiera de esas poblaciones.

Lo anterior es solo una breve reseña del grado de descomposición y corrupción que se vivió cuando estuvo como director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Comondú.

En el caso del subcomisionado de la Unidad de Investigaciones de la Policía Estatal Acreditable, Fernando Guadalupe Ramírez Martínez, fue señalado por un testigo protegido de formar parte de una red de corrupción que en su momento protegió al asesinado jefe de la plaza del narcomenudeo en La Paz, Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco” o “El H”.

Según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/237/2012, que derivó en el aseguramiento de seis propiedades y la captura de Roberto Salazar Monzón y su pareja sentimental, Blanca Estela Avilés Agúndez en la ciudad de La Paz, por parte de un grupo de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (hoy SEIDO), Ramírez, junto con Edgar Siqueiros Rojo y Luis Alberto López López y otros funcionarios, tenían nexos criminales con los delincuentes, recibiendo una cuota de protección de hasta 25 mil pesos semanales.

Carreón, el nuevo titular de la SSPE

El nuevo encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Adonaí Carreón Estrada, no fue un funcionario que destacara precisamente por sus resultados cuando se desempeñó como Coordinador del Centro de Operaciones Estratégicas.

— ¿Cuáles han sido sus logros o resultados?, cuestionó ZETA al nuevo titular de la SSPE de Baja California Sur.

“Calmados, calmados, vamos a esperar para darles una respuesta objetiva”, respondió.

ZETA solicitó una entrevista formal, sin embargo, el encargado “pidió la oportunidad de sentarse, revisar la situación y ver la información”.

No obstante, de acuerdo a un informe de resultados de destrucción de narcóticos de 2012, el Centro de Operaciones Estratégicas de La Paz logró detener en ese lapso a 285 narcomenudistas. En la lista no aparece ningún “pez gordo”.

La mayoría de los detenidos -en base a las porciones decomisadas- eran consumidores y algunos distribuidores, pero nadie relacionado a una organización criminal como las que en su momento encabezaron los ex jefes de la plaza del narcomenudeo de La Paz, Adelaido Soto Aguilar o Eduardo Salas Martínez “El Güero Layo”, y Héctor Antonio Salazar Monzón “El Oaxaco” o “El H”.

Aquí la droga decomisada:

- 76 kilos 430 gramos y 400 miligramos de marihuana

- 239 gramos y 740 miligramos de metanfetaminas

- 176 gramos y 10 miligramos de cocaína

- 162 unidades de psicotrópicos

- 124 gramos y 200 miligramos de marihuana

- 1 kilogramo con 47 gramos de sustancias negativas.

Desde hace tiempo, el ex coordinador del COE desempeñó el cargo de Agente del Ministerio Público de la Federación en los municipios de Los Cabos, Comondú y Mulegé, a excepción de Loreto, donde tampoco se detuvo a criminales plenamente identificados como jefes de la plaza del narcomenudeo.

De hecho, en casi dos años -de 2006 a 2008- que estuvo en Comondú, y donde dicho sea de paso, tuvo la oportunidad de conocer a Álvaro Gerardo Orlando Cabanillas, nunca persiguió ni detuvo a la banda criminal de Los Zamudio, como lo hizo en su momento el Ejercito Mexicano, entidad que se encargó de encarcelar a la mayoría de sus integrantes.

Sin embargo, Carreón Estrada se dijo conocedor de “la inquietud y necesidad de seguridad preventiva, y en esa base de conocimiento, nos vamos a enfocar, y vamos a tratar de acercarnos más a la gente y sensibilizarnos de lo que representa la inseguridad”.

— ¿Cuál es el diagnóstico que tiene Usted sobre seguridad?

“Afortunadamente, y en comparación a nivel nacional, somos un estado, aparte de bello y con grandes recursos naturales, todavía muy seguro; y claro, se está presentando el incremento de la delincuencia, sobre todo del robo, y en esa base y fenómeno jurídico delictivo, aportaremos nuestra función preventiva. Tratar de aportar nuestros elementos técnicos y jurídicos para que el Agente del Ministerio Público del Fuero Común pueda integrar bien cualquier averiguación previa y ejerza la acción legal en los tribunales técnica-jurídicamente, para que se pueda impartir justicia y poder sancionar al delincuente”.

Para concluir, el nuevo encargado del despacho no supo delinear su plan de trabajo, tampoco marcó sus prioridades: “Vamos a asumir el cargo, análisis de la situación de la Secretaría y programar la estrategia que debemos seguir coordinadamente con las dependencias municipales y federales, y estrecharemos la relación con la Procuraduría General de Justicia del Estado y contribuir a la procuración de justicia”.

(SEMANARIO ZETA BCS/ Gerardo Zúñiga Pacheco/ marzo 4, 2013)

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