martes, 3 de abril de 2012

LAS CAMPAÑAS: ENTRE LA RIJOSIDAD Y LA PRUDENCIA


La Viña del Señor



Y como no hay plazo que no se cumpla el arranque de las candidaturas a las senadurías y diputaciones federales ya inició con toda la carga que ello implica cuando nuestra clase política se encuentra ayuna de demócratas. 

En Sonora el PRI enfrentará un escenario inédito. Por primera vez en su historia irá al campo electoral en calidad de partido opositor. Eso no lo entienden todavía muchos priístas acostumbrados a remar con el viento a su favor. 

Durante el lapso del boursismo que abarcó de 2003 al 2009, ese instituto político fue manejado como el partido de una solo hombre, el entonces gobernador Eduardo Bours Castelo y a la militancia se le trató como meros súbditos de la élite en el poder repartida entre el Chino Juan Carlos Lam, Roberto Ruibal Astiazarán, el chico maravilla de esa administración, Bulmaro Pacheco Moreno, Wenceslao Cota Montoya y alfiles como  Ernesto de Lucas Hopkins, Manuel Maloro Acosta, Antonio Astiazarán Gutiérrez, Nathanael Guerrero, el Pitillo, Abraham Mendivil López, Epifanio Pano Salido, Otto Claussen Iberri y demás integrantes de la Sub 17, ese club de jóvenes frívolos y ambiciosos allegados al régimen del cajemense.  

El PRI-Sonora, por la revancha
Si bien es cierto las elecciones del 2009 abrieron paso a la alternancia en la gubernatura en la entidad, más no así en la legislatura local, la cual quedó bajo control de la alianza PRI-Partido Verde-PANAL, muchos pensaron que igualmente significaba el fin del boursismo como fuerza política real.

Efectivamente, la carta de defunción de dicho grupo hasta la fecha no ha podidos e extendida a cabalidad y ahora aparece vivito y coleando en algunos municipios como Hermosillo, Guaymas, Cajeme y Navojoa.

En Ciudad Obregón algunos de los suyos aparecen liderando la oposición de la construcción del Acueducto Independencia aglutinada en el Movimiento de la Defensa del Agua.

Adueñado del PRI-Sonora, como se llamó a ese instrumento del poder imperial del boursiato, en la actualidad gracias a su red de conexiones con el centro impuso candidatos a costa de la crisis que corroe al partido y va por el desquite en contra de todo lo que huela a Nuevo Sonora y PAN, llegando a extremos ridículos esa fobia cuando en el acto de inicio de campaña del Toño en el relleno los organizadores del evento  no permitieron tocar a los integrantes de la banda de Bellas Artes porque llevaban saco azul con el que momentos antes amenizaron el acto en la plaza de la Pistola en homenaje a Rodolfo Garayzar, pariente del capi Rogelio, quien fue dado de baja del Icreson por asuntos derivados del problema de los Uribes.  Los miembros del grupo previamente invitados se marcharon enojadísimos ante la intentona de descamisarlos. Al evento priísta concurrieron los porteños más con ansias de oír al cantante Yahir que a escuchar  el mensaje del exalcalde. El acarreo que es consustancial al priísmo también estuvo como en los viejos tiempos pero con magros resultados. De eso no quedó duda. 

Aunque es innegable que al interior del PRI pululan muchos priís que responden a diversos liderazgos locales, no puede ocultarse el peso de figuras como el empresario Ricardo Mazón y el exalcalde de Cajeme Ricardo Bours, que han hecho a su antojo en el partido demostrando que Rosario Rodríguez Quiñónez, es mero dirigente de oporel y ya perdió el control del partido en algunas regiones ante el empuje de los caciques y grupos políticos tradicionales que cohabitan en la organización partidista y como ejemplo está el tremendo agarrón por el XI distrito local cuya candidatura se disputan Trinidad Sánchez Leyva del sindicato Salvador Alvarado de la CNC y Javier Villarreal de la CTM.

A estas alturas del proceso comicial ni Claudia Pavlovich, ni Ernesto Borrego Gándara, pueden presumir credenciales de demócratas, la primera fue cómplice del cochinero al interior del PRI en Guaymas en beneficio de su comadre Susana Corella y el segundo de la represión a activistas con motivo de las protestas por la tala de árboles en el parque Villa de Seris en Hermosillo para levantar el Centro Cultural Musas.

En cuanto al Toño y al Alemán, quien sufre espantosa crisis y falta de recursos para la campaña, y ya el primero le impuso la planilla de regidores, ambos enfrentan procesos administrativos en curso por irregularidades cuando fungieron como servidores públicos. El “lonagate” dejó al Otto exhibido y golpeado y busca esquina con el Frank, su impugnador. 

El PAN-Gobierno, como en el ancien régimen.

Igual que el viejo PRI a Acción Nacional está sucumbiendo a las mieles del poder y su desgaste es evidente, cuando las prácticas que viene ejerciendo no dejan extrañar al otrora partido de estado.

En efecto, si Daniel Cossio Villegas, señalaba al partido (PNR, PRM y PRI) y a la presidencia de la república como dos pilares básicos del sistema político mexicano de entonces, ese fenómeno tiende a actualizarse en el estado, cuando el gobierno del Nuevo Sonora, busca por todos los medios a su alcance a mantener un control férreo sobre el partido blanquiazul con liderazgos como el de Juan Bautista Valencia y Adrián Espinoza y operadores tan movidos como el secretario de gobierno Roberto Romero López, el número dos en la administración padrecista. 

No por nada el viernes reciente John Swanson, luego de asistir a la tercera toma de protesta de la alcaldesa Mónica Marín, le cayó al dirigente panista y recién uncido como regidor Francisco López Lucero, a quien conminó apoyara a los candidatos del gobernador y si podía con los dos cargos.

Se sabía que la maniobra de llevar al Frank en cabildo tenía como tiraba sacarlo del PAN guaymense para colocar a alguien que aceptara las directrices del precandidato Manuel Aguilar Juárez, de quien se dice ya enseñó las uñas para preocupación del alto mando de palacio allá en la capital. 

La sentada de Alberto Albín Cubillas como preca a la diputación local debe verse dentro de esa lógica tendiente a allanar el camino a la candidatura a la diputación local a César Lizárraga Hernández. Igual de providencial fue la movida de tapete a Israel Quiroz por lo que su salida significaba para la consolidación de la alianza amarrada entre el PAN-PANAL en el estado y en el IV distrito y sus 39 municipios que lo conforman.

Y quien sin muchos aspavientos ni difusión mediática llevó a cabo buen acto de arranque fue el profesor Fermín Trujillo, quien llenó la cancha de Punta Arena, en una de mostración de músculo y de movilización del brazo electoral del PANAL, es decir del SNTE y sus secciones 28 y 54, que en anteriores procesos electorales operaron a favor  del PRI en el distrito.

Y mientras los panistas se adueñaron de consignas como Venceremos, identificadas con las luchas de la izquierda y echas famosas en la década del sesenta alrededor de la Revolución Cubana, el Che Guevara y el movimiento 26 de Julio de Fidel Castro y las movilizaciones estudiantes del 67 y 68, priístas como Antonio Astiazarán se cuelgan de la “popularidad” –que registran las encuestas— del abanderado Enrique Peña Nieto y con consignas propias de la CFE: Energía Sonora.

Al fondo y a la izquierda
Importante rol será el de las izquierdas en este proceso, pues es sabido que en 2009 su participación fue casi testimonial y  perredistas como Guadalupe Curiel se plegaron a la candidatura de Guillermo Padrés y posteriormente su colaboracionismo con su gobierno fue más que evidente.

Desaparecida su presencia y escasa su participación política que antes se constreñía a movimientos urbanos y del sindicalismo independiente, son pocos los municipios en que se le ve como amenaza y uno de eso caso de excepción es Empalme, en donde su alianza con Javier Caraveo Rincón que incluyó como funcionarios de primer nivel a militantes perredistas como Lulú Larrondo y Arturo Limón, en la secretaría del ayuntamiento rielero y en la tesorería por influencia del exalcalde Juan Manuel Sauceda, otro miembro de la cofradía rielera en el poder municipal y quien es mal visto por el jefe del perredismo nacional Jesús El Tragabalas Zambrano y anda calmando ansias entre Benjamín Benja Espiricueta y el doc Cosme Damián, para sacar al candidato a la alcaldía.

En Guaymas, la cosa no pinta bien de llevar las izquierdas dos gallos como en 2006, cuando el PRD-PT lanzó a Norma Castro y Convergencia a José Ordaz. Ahora esa aventura podría reeditarse con Lino Ruiz por el PRD y Librado Navarro por el Movimiento Ciudadano y esas no serían buenas noticias para el Cachorro Marco Antonio Ulloa Cadena el candidato a la diputación federal por los tres partidos y de quien se duda luego del “pacto de civilidad” convenido con el Toño. 

Así el panorama, la rijosidad y la violencia latente como la que empeña los procesos de selección priístas, pudiera hacerse presente si se ignora aquella máxima de Aristóteles que solía repetir el poeta Octavio Paz que decía: “La política es prudencia”

Y no echemos por la borda ese sabio consejo….

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