Fernando Villa Escárciga
Los primeros efectos sobre la potencial renuncia de Marco Antonio Ulloa Cadena al PRI se advirtieron hoy desde
temprano en la mañana.
Más allá de las
reacciones de los medios y de la gente en general, en los partidos políticos
también se produjeron reacciones.
Marcos no es un
“mesías” ni mucho menos, tampoco monedita de oro. Pero amigos le sobran, respeta
y se gana el respeto.
Tiene también la
congruencia y la voz completa de un guaymense que pone la dignidad por delante.
Eso es de valer.
Marcos hoy recibió
en su teléfono varias llamadas de personajes vinculados a uno y otros partidos.
Quieren saber qué pasa, qué puede suceder.
Cambió el escenario
político, es un hecho. Y se analizan las consecuencias de una potencial
candidatura de Marcos con Morena.
Donde puede haber
más preocupación es en el PRI. El diputado y ex secretario de Gobierno
Bulmaro Pacheco vino a platicar con él.
No pudo convencerlo
Bulmaro de que no abandone el tricolor.
Eso se sabe en el
PAN y hay azules que promueven la idea de atraerlo a sus filas, de hacerle
alguna oferta atractiva.
Al margen de sus
pláticas iniciales con el Movimiento Ciudadano, también desde el PRD se mira con
simpatía a Ulloa
Cadena.
La mayor parte de
los precandidatos de todos los partidos son débiles o cuestionables o nomás no
pintan.
Ulloa Cadena, en
cambio, tiene arraigo, presencia y simpatías entre la gente. Está posicionado,
pues.
De postularse por
uno u otro partido, ¿Quiénes resultarían favorecidos o afectados? ¿Podría ganar
él mismo?
Las especulaciones se acompañan con cálculos
en votos, los números se esgrimen.
Son muchas las
variables, es mucho lo que está en juego.
Y
esto apenas empieza.
fdovilles@hotmail.com
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