Agencia Reforma
Distrito
Federal— En 2008, durante el operativo que llevó a la captura de Jesús
Zambada, “El Rey”, un elemento de la AFI fue quien tiró y sometió al capo, pese
a lo cual fue despedido de la corporación a finales del año pasado porque
“tiende a actuar de manera impulsiva ante la necesidad imperante de lograr
resultados”.
Esto, según los registros de un examen de control de
confianza aplicado al agente por el Centro de Evaluación y Control de Confianza
(CECC).
El policía, menor de 30 años y cuya identidad se omite por
motivos de seguridad, es uno de los más de 300 agentes que fueron separados del
cargo por reprobar las evaluaciones del Centro de Evaluación.
Y es que,
de acuerdo con psicólogos, el perfil del oficial tiende a ocasionar resultados
no esperados y poner en riesgo el trabajo en equipo.
“Su actitud
dominante, arriesgada, que le permite mostrar coraje, iniciativa y decisión en
situaciones operativas (...) aunado a la influencia que tuvo en la infancia al
lado de su padre y abuelo, puesto que proviene de una familia de policías, lo
lleva a imitar la conducta temeraria de su padre, comentó que es igual de
‘entrón’ que su figura paterna”, se lee en la evaluación.
En Monterrey,
el año pasado, este policía se enfrentó a 'Los Zetas'. Durante la refriega
recibió un impacto en el pecho, pero no le pasó nada ya que portaba su chaleco
antibalas e incluso dijo que en el enfrentamiento “no le tembló la mano” para
derribar a los sicarios.
El documento refiere que en tres ocasiones le
ofrecieron dinero para dejar libres a traficantes, pero lo rechazó; salió
negativo en los análisis toxicológicos vive en una casa de Azcapotzalco, acorde
con sus ingresos, no tiene inmuebles ni vehículos y como policía nunca ha tenido
accidentes con armas.
Sin embargo, la Procuraduría General de la
República no le cree cuando dice que no es parte del crimen
organizado.
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