Como muchos otros, Efraín González García fue contratado para hacer el
“trabajo sucio” en campañas electorales a favor del PAN en 2010.
Daba lo mismo
repartir despensas, arrancar propaganda de otros partidos, amedrentar a priistas
-incluso golpearlos-, conseguir facturas falsas o simplemente servir como
“antena” y espiar a los rivales de partido. Recibía órdenes directas de Cuéllar. “Le fui fiel”, afirma. Hoy, Efraín se siente defraudado por el ex regidor, según dijo a ZOOM POLÍTICO.
Corría el mes de febrero y las elecciones internas del Partido Acción
Nacional (PAN) comenzaban a calentarse.
Se preparaban para reñir por las
diputaciones locales y las alcaldías de los cinco municipios en el estado. La
pelea era entre los grupos internos del partido.
Para esos tiempos, Efraín González ya era un viejo simpatizante del
blanquiazul, residente de la colonia Libertad de Tijuana. Ayudaba como podía en
el Subcomité 12.
Según declara González, el entones regidor Alejandro Cuéllar se le acercó
mientras instalaba un equipo de sonido en la colonia Tomás Aquino. Se conocían
desde antes.
Efraín trabajó en la campaña para diputado de Enrique Méndez
Juárez, hoy actual dirigente del PAN.
Cuéllar lo invitó a jalar para la campaña interna a favor de Alejandro Monraz
(aspirante fracasado en dos ocasiones) y su grupo político. Aceptó. Además, el
ex regidor le prometió una plaza en el Ayuntamiento. Iba a gozar de un
sueldo.
Así, cuenta González, empezó a recibir las instrucciones de Cuéllar y en
ocasiones de Enrique Méndez.
Para poder otorgarle el sueldo, el ex regidor explicó a su “empleado” que
necesitaba su documentación, incluyendo la credencial del Instituto Federal
Electoral (IFE).
La promesa fue que lo colocaría como aviador en Servicios
Médicos Municipales, entonces dirigido por la tía de Alejandro Cuéllar, María de
los Ángeles Ochoa Virgen.
La ex encargada había resultado electa como regidora en la administración de
Jorge Ramos, días antes de asumir el cargo en la dirección de Salud. Sólo que su
posición fue únicamente para completar la cuota de género.
La muestra fue que en
la primera sesión de Cabildo, la señora Ángeles Ochoa Virgen solicitó licencia y
en su lugar quedó el suplente, Alejandro Cuéllar, su sobrino, una pieza
identificada con el quipo de Enrique Méndez y Jesús González.
Tiempo después la tía del ex regidor fue puesta en el fideicomiso municipal
Mi Crédito, donde hubo manejos en créditos durante un solo año, por más 7
millones de pesos en apoyos financieros, los cuales eran otorgados, según se ha
denunciado, sin mucha rigurosidad.
La versión de Efraín González es cierta: Una copia de la nómina del 22 de
mayo al 4 de junio de 2010 en manos de ZETA, exhibe entre los
empleados del Ayuntamiento a González. Le aparecen cifras de 5 mil 791 y otras
similares, hasta sumar 16 mil 645 pesos.
Esa cantidad se trató de los pagos desde febrero hasta la fecha que no se
habían expedido para Efraín González. Fue el retroactivo. Es decir, las
catorcenas anteriores no le fueron “pagadas” y en ese mes “llegaron” de golpe.
Supuestamente el servicio que prestó fue el de “estafeta”, palabra para designar
a los mensajeros nominalmente.
Los nombres que aparecen como encargados del reporte de nómina, son los de la
ex tesorera Martha Alicia Fuentes; del titular de departamento de Nóminas, José
Mario Hernández y el subdirector de Recursos Humanos, Luis Ernesto Cuenca,
además del ex alcalde Jorge Ramos.
El detalle es que González nunca cobró su “sueldo”. Pero alguien más sí: “Yo
jamás puse un pie para trabajar en Servicios Médicos, ni conocía a nadie ahí”,
confiesa.
Mientras los embrollos burocráticos se enredaban para dar de alta en la
nómina, Efraín González seguía trabajando para la campaña y bajo las
instrucciones del regidor Alejandro Cuéllar.
Recuerda que en varias ocasiones el ex regidor le dio órdenes de ir a comprar
electrodomésticos y facturarlos a nombre del Ayuntamiento, sólo que todas las
adquisiciones que en teoría deberían haber sido para la gestión del edil, Efraín
y otros compañeros la iban a almacenar en lo que él recuerda era la casa de la
suegra de Cuéllar, en la colonia Lomas Taurinas.
Entre otras actividades, Efraín repartía a distintos puntos de la ciudad,
según su testimonio, despensas durante las noches, en mayor cantidad al distrito
del ex candidato Raymundo Vega.
“Nosotros no sabíamos cómo las repartían, únicamente las llevábamos a donde
nos decían, sólo nos advirtieron que nos cuidáramos porque era algo ilegal.
Movíamos hasta cinco mil despensas en una sola noche”, relata el hoy
defraudado.
Semana tras semana Cuéllar le pagaba solamente 500 pesos a Efraín, y le
prometía que su “alta” como aviador en el Ayuntamiento tenía algunos problemas
que pronto se resolverían. Bajo ese engaño González trabajó durante siete meses
para las órdenes de Cuéllar.
Por cierto, a mediados de la campaña interna, Cuéllar y el equipo de Jesús
González Reyes y Enrique Méndez apoyaron a Carlos Torres en vez de Alejandro
Monraz, a quien inicialmente impulsaron.
Cansado de las largas de Cuéllar, Efraín González acudió al Departamento de
Servicios Médicos Municipales, preguntó si había cheques a su nombre y le dieron
una respuesta afirmativa. Era un cheque de 2 mil 311 pesos, correspondiente a la
catorcena.
Ya habían pasado las elecciones en el mes de julio y los candidatos panista
habían perdido en su mayoría; cobró el cheque que correspondía a la quincena de
agosto. Ahí se enteró que durante meses sus cheques habían sido cobrados.
Obviamente, no por él. Ese día presentó su renuncia en Servicios Médicos
Municipales.
El 30 de junio de este año, González dio parte a Sindicatura y solicitó la
copia de los cheques y de la nómina; Sindicatura consiguió los documentos
solicitados, pero rechazó la queja.
En la respuesta que se le dio a Efraín, supuestamente la investigación que él
solicitó “no es posible aseverar… toda vez que en las pruebas recabadas no
muestran evidencia faltas de carácter administrativo”. La contestación oficial
la firmó el 6 de julio Alfonso Islas, director de Contraloría.
Lo que no se tomó en cuenta por parte de Sindicatura es que el cheque, cuando
menos el de 16 mil pesos, se cobró en Banamex; Sindicatura y Efraín González
tienen una copia (en manos de ZETA), ahí aparece el domicilio
de otra persona y el número de la credencial del IFE.
Según Efraín, corresponde a Julia Ramírez Padilla quien aparece en la nómina
del Ayuntamiento como subjefe de Sección, mientras que en el directorio del
Ayuntamiento aparece como asistente de Cynthia Lorena Sierra Morales,
administradora de la Tesorería de la actual administración.
El enredo de fraudes y de aviadores tendrá que ser aclarado por la síndico
Yolanda Enríquez (pues su antecesor Héctor Magaña tuvo conocimiento y no lo
solucionó). Según cercanos a la funcionaria, ya tuvo un primer acercamiento con
el afectado y se acordó ir contra los responsables de tanto saqueo en tiempos
del PAN.
Isaí Lara Bermúdez
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