Fotos: Cortesía
El Cártel Jalisco Nueva Generación, la
primera célula en disputar el control que Sinaloa mantuvo durante años en el
Pueblo Mágico, ha sido desmantelada por la PGJE tras cometer una serie de
secuestros y homicidios. Entre 2016 y 2018, Jalisco mantuvo la pugna por la
venta y distribución de droga, principalmente cristal. Así llenó la ciudad de
ejecutados, calcinados y cabezas cercenadas; los asesinatos llegaron a cifras
históricas, con 228 homicidios dolosos en ese lapso
El modo de operar era casi
siempre el mismo. Llegaba por sus víctimas en un vehículo, las obligaba a subir
y al llegar a un camino poco transitado, las ejecutaba con un cuerno de chivo.
En otros casos, los asesinados terminaban calcinados o decapitados.
Junto a sus sicarios,
Fernando Rada Paco cometió en dos años por lo menos 26 homicidios en Tecate,
según información de autoridades. El líder de la célula del Cartel Jalisco
Nueva Generación (CJNG) estaba a cargo de supervisar la venta y distribución de
droga en el municipio, bajo las órdenes de Javier López Ríos “Torbellino”, pero
también de asesinar a aquellos que eran sus rivales, así como a quienes habían
robado paquetes o cargamentos de enervantes.
Por uno de estos secuestros y
homicidios, la Subprocuraduría General de Justicia del Estado Zona Tecate logró
una de las más altas sentencias en el fuero común en Baja California, de 83
años y nueve meses en prisión en contra de Rada Paco, además vinculado a proceso penal por otro
homicidio. Mientras la fiscalía le integra otras carpetas de investigación por
muertes y secuestros, su condena podría aumentar de 20 a 50 años.
Los seis integrantes de su
célula de sicarios, “El Felipillo”, “El Chato”, “El Chabelo”, “El Nata”, “El
Coyac” y “El Vaca”, purgan también condenas que aunadas a las de “El Fer”,
resultan en 214 años de prisión.
Las audiencias públicas que
se desarrollaron durante casi dos años en los Juzgados penales de Tecate
permitieron conocer de la voz de testigos y del Ministerio Público, como ocurrió
uno de estos homicidios y saber más de la forma de operación del CJNG.
EL ROBO DE UNOS TAMBOS LLENOS DE METANFETAMINAS Y UN
ARSENAL
La mala racha por la que “El
Neto” atravesó durante días terminó con su muerte. Su padre fue brutalmente
golpeado, policías decomisaron su vehículo y las discusiones con su novia se
volvían cada vez más frecuentes.
Pero la raíz de estos
problemas se remontó a casi tres meses antes de su asesinato, perpetrado por
Fernando Rada Paco el 3 de marzo de 2017.
Acompañado por un cómplice,
Ernesto Zatarain Cisneros ingresó a un domicilio de la colonia Rincón Tecate,
que era usada como bodega por el CJNG.
Foto: Cortesía.- El lugar donde la
víctima fue secuestrada. / Ernesto Zatarain Cisneros
Juntos robaron varios tambos
llenos de metanfetaminas, así como dos cuernos de chivo, un revólver calibre
22, una escopeta y una pistola 9 milímetros.
Los delincuentes vendieron
parte de la droga y las armas. Con el dinero que obtuvo, el joven de 27 años
compró un automóvil Honda Accord 1990, pero casi todas las ganancias se fueron
a la compra de onzas de cristal que rápidamente consumía con su pareja y
amigos.
Sin embargo, la casa donde se
encontraban la droga y las armas tenía instaladas cámaras de vigilancia y
captaron el momento del hurto. Para los traficantes fue fácil identificar a
Ernesto. Tenía un gran lunar en la frente, casi en medio de las cejas.
La célula a cargo de Rada
Paco comenzó a preguntar entre los delincuentes de la zona si conocían a
alguien con esa característica, así fue cómo surgió el apodo de “El Neto”.
Esto llevó a los sicarios al
domicilio de Ernesto Zatarain Altamirano, el padre de su objetivo, adonde “El
Neto” se había mudado tras separarse de su esposa y perder su trabajo.
Los sicarios llegaron hasta
la casa ubicada en la colonia XIII Ayuntamiento. Comenzaron a golpear al hombre
de 46 años y a preguntarle por la droga robada y por su hijo. El padre dijo no
saber nada, pero los sicarios encontraron los tambos con la droga y se los
llevaron. Con un brazo fracturado, el hombre logró escapar, no sin antes ser
advertido que su hijo quedaba debiéndole “a la Nueva Generación”.
“El Neto” también escuchó la
amenaza, pues llegó a la vivienda mientras su padre era torturado. Tras oír
golpes e insultos, se asomó por una venta y observó al comando armado y
encapuchado, prefirió huir para salvar su vida.
Ernesto no volvió a pasar una
noche en esa casa. Uno de sus amigos, de apodo “El Nelo”, le rentó un cuarto en
su casa, en la calle Cuitláhuac de la colonia Cuauhtémoc, donde vivió durante
unos meses con su novia.
Días previos a su muerte, “El
Neto” intentó vender su carro, pero terminó en una pelea con el potencial
comprador. Luego sufrió una persecución con su novia, por lo que empezó a
cargar con una navaja para defenderse.
Sin embargo, el 28 de
febrero, policías municipales lo detuvieron en su vehículo por no respetar un
alto. Ernesto no solo perdió su vehículo, los agentes le encontraron la navaja
al revisarlo, lo remitieron a celdas municipales, de donde salió hasta el 3 de
marzo de 2017, el mismo día en que fue asesinado.
Versiones no oficiales
indican que desde el interior de la corporación se dio aviso de su salida a
quienes lo buscaban.
La madrugada del viernes 3 de
marzo, “El Neto” llegó al cuarto que rentaba y tras pedirle un par de zapatos a
su novia, se fue y regresó en la tarde. A la una de la tarde, mientras Ernesto
comía una sopa que su novia le preparó, una camioneta Honda color blanco se
estacionó frente al domicilio.
Descendieron dos hombres. La
novia de “El Neto” reconoció a “El Fer”, quien iba acompañado de dos hombres
más, uno que no descendió del carro y otro que con un arma larga se quedó en la
banqueta vigilando.
Con un rifle AK-47 en la
mano, “El Fer” abrió la puerta de la reja, caminó por el patio y llegó hasta la
pareja. “¿Tú eres ‘El Neto’?”, recordó la novia de la víctima -quien fue
testigo en el caso- que el sicario le preguntó.
Ernesto dijo que no, pero “El
Fer” insistió hasta que obtuvo un sí. “Te pasaste de vergas”, le respondió Rada
Paco y se llevó a la fuerza a su víctima.
El cuerpo de Zatarain
Cisneros fue encontrado a 17 kilómetros de distancia de donde se lo llevaron de
forma violenta, a espaldas del Rancho Ojai en el Ejido El Encinal. Tenía la
mitad de la cara desfigurada por los once disparos que recibió. Sus familiares
lo reconocieron en las instalaciones del Servicio Médico Forense, al escuchar de su novia cómo había sido
secuestrado.
LAS VÍCTIMAS DE FERNANDO RADA PACO Y SU CÉLULA
El 10 de junio de 2017, la
Policía Estatal Preventiva cumplimentó la orden de aprehensión contra Fernando
Rada Paco en el fraccionamiento Villa Fontana en Tijuana, donde vivía.
La Subprocuraduría General de
Justicia del Estado Zona Tecate había obtenido la orden de aprehensión desde el
30 de mayo de 2016, tras reunir testimoniales y datos de prueba para comprobar
la participación de Rada Paco en el secuestro y asesinato de “El Neto”.
Lo que siguió fue un proceso
de un año y nueve meses hasta la condena del sicario. A pesar de contratar
distintos abogados particulares para su defensa, Rada Paco fue encontrado
culpable del delito de secuestro agravado.
El 2 de abril de 2018, el
juez a cargo de la sentencia condenó al hombre de 33 años de edad, a 83 años y
nueve meses de prisión, así como a pagar una multa de 962 mil 497 pesos a la
madre de la víctima por reparación del daño. Desde entonces, se encuentra
internado en “El Hongo”.
Sin embargo, poco después que
“El Fer” fue detenido, el padre de “El Neto” fue asesinado.
El 7 de julio de 2017, el
cuerpo del hombre fue encontrado en la calle 13 de Septiembre de la colonia
XIII Ayuntamiento, donde residía. En la escena fueron encontrados ocho
casquillos calibre .223 y cinco casquillos 9 milímetros.
SEGUNDO EXPEDIENTE CONTRA RADA E INVESTIGACIONES
ABIERTAS
El otro proceso penal que
Rada Paco enfrenta actualmente es por el asesinato de Miguel Ángel Celaya
Guevara, encontrado sin vida el 5 de marzo de 2017, días después que “El Neto”.
El hombre de 40 años recibió
tres de seis disparos que fueron percutidos con un cuerno de chivo. Fue atacado
en la calle Mercedes de la colonia Rancho Sandoval, pero alcanzó a llegar con
vida hasta el Hospital General, donde murió.
Entre los homicidios en los
que se le relaciona a “El Fer”, destacan el del subcomandante de la Policía
Municipal, Aarón Reyes Herrera, y el de José Alfredo Pereira González, sicario
del Cártel de Sinaloa cuya cabeza fue dejada a diez metros de la casa del
director de Seguridad Pública de Tecate, Francisco Castro Trenti.
El primer crimen ocurrió el 3
de mayo de 2017. Reyes Herrera, de 34 años, fue acribillado con un cuerno de
chivo mientras conducía su vehículo en el Kilómetro 5 de la carretera libre
Tecate-Ensenada; fueron 17 casquillos percutidos, y siete los que dejaron sin
vida al subcomandante en su vehículo Suzuki Steam.
La cabeza de “El Churumbelo”
fue arrojada en la calle Primera de la colonia Encanto junto a una cartulina
con el siguiente mensaje: “AKI SE PELAN
LA VERGA AKI MANDA LA NEUVA JENERACION ATT. LLA SABES KIEN SIGUE MANDANDO JENTE
AKILES AYTA TU SICARIO VERGERO”.
El resto de su cuerpo fue
encontrado al día siguiente en la colonia Rincón. Había recibido varios
disparos y fue ultrajado sexualmente antes de ser decapitado.
La lista de víctimas es
larga, por ejemplo dos hombres calcinados en el Rancho La Carreta del poblado
Loma Tova, encontrados el 3 de junio cuando bomberos sofocaron lo que se
reportó como un incendio forestal.
LOS SICARIOS DE LA CÉLULA
En cuanto a sus cómplices,
Felipe Acosta Ramírez “Felipillo” y Héctor Iván Villegas Chaparro “El Chabelo”
fueron encontrados culpables por el secuestro de Luis Alberto Barrera Barrera,
cometido en 2016.
El juez sentenció a
“Felipillo” a 62 años y once meses de prisión por el delito de secuestro
agravado, mientras que “El Chabelo” recibió nueve años de prisión por homicidio
calificado en grado de tentativa.
Tres de los sicarios fueron
condenados por el homicidio de Omar Alejandro Soriano Sánchez, perpetrado
también en 2016: Viviano Tavarez Cedillo “El Vaca”, Carlos Alberto Soriano
González “El Coyac” y Víctor Manuel Álvarez Velarde “El Chato”, todos
condenados a 15 años de prisión.
Por su parte, Natanael
Martínez Flores “El Nata” recibió 15 años de prisión por el homicidio de Simón
Aloy Cabrera Contreras, perpetrado en 2016.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES
ZETA/ LUNES, 22 ABRIL, 2019 01:00 PM)
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