Preocupan a industriales restricciones
de uso del combustible y piden incrementar la infraestructura para seguir
importando y aumentar la producción nacional. Esta última requiere de una
inversión de 150 mil millones de pesos, pero el mayor obstáculo son las
precarias finanzas de Pemex
A 75 años del descubrimiento
del yacimiento Misión, con el que inició la producción de gas natural en
México, el país importa 63 por ciento del combustible que requiere para
abastecer la demanda interna de 7 mil 611.9 millones de pies cúbicos al día
(mmpcd).
Su utilización para generar
electricidad, en procesos petroleros y en la industria, hace que este
energético tenga un impacto relevante en la economía y la seguridad nacional.
Datos de la Secretaría de
Energía indican que para 2032 el consumo nacional de gas natural aumentará
30.3% con respecto a 2017. Año con el que culminó una década en que la demanda
creció 28.4% En contraste, la oferta de gas natural cayó 42% de 2015 a 2018
(14% a tasa anual), debido a la disminución de la producción nacional de gas
natural y la disponibilidad de gas seco.
En esta línea, Graciela
Márquez Colín, secretaria de Economía, reconoció el lunes 1 de abril que la
brecha entre el consumo y la producción de gas natural seguirá ampliándose, y
dejó abierta la posibilidad de que no se reduzca la importación del combustible
durante este sexenio, pese a la promesa de soberanía energética hecha por el
Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Especialistas consultados por
ZETA señalaron la necesidad de crear un plan estratégico de largo plazo que
defina el rumbo energético, y del que se ha carecido desde que se descubrió
Cantarell. Sobre todo, para decidir a qué sector se le invertirá, ya que “un
mal proyecto de energía es un mal dinero invertido”.
PREOCUPA A INDUSTRIALES RESTRICCIÓN DE USO DE GAS
NATURAL
Francisco Cervantes,
presidente nacional de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin),
expresó preocupación en torno a las cartas que empresarios en el Estado de
México, Guanajuato, y Veracruz, entre otros, han recibido para restringir el
uso de gas natural por algunas horas, toda vez que ese combustible y la energía
eléctrica son la principal materia prima del sector, y no contar con ella se
traduciría en pérdidas económicas muy grandes.
“Desde septiembre del año
pasado, nosotros ya veíamos que venía este tema de restricción”, señaló el
líder empresarial, quien abundó que cuando Petróleos Mexicanos (Pemex)
transfirió la administración de gasoductos al Centro Nacional de Gas Natural
(Cenagas), cambiaron algunas cosas. “Hubo siete versiones diferentes de por qué
iba a restringirse el gas o iba a haber menos cantidad de gas principalmente en
la industria. No lo sabemos con precisión”.
Aunado a ello, una nueva
restricción para la próxima Semana Santa debido al mantenimiento del gasoducto
NET que abastece al de Los Ramones, evidencia la necesidad de contar con más
infraestructura que abastezca de gas natural al país.
De ahí que Concamin esté
buscando adelantar el inicio de operaciones del Ducto Marino, previsto para el
segundo semestre de 2019. “Entendemos que ya tiene gas. Hay algunas voces de
los industriales que dicen que está al 30% la distribución, en el gobierno
dicen que está al 75%. Mientras sea uno u otro, lo que necesitamos es la
apertura de ese ducto que aliviará el tema del suministro”, afirmó el líder
empresarial a ZETA.
El ducto, con capacidad para
transportar 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios y que se conectará a los
gasoductos Nueces-Brownsville y el de Tuxpan-Tula, fue construido por las
empresas IEnova y TransCanada mediante una licitación de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) en 2006.
Pese a que su apertura se
programó para finales del año pasado, en febrero de 2019 la obra no había sido
terminada aun cuando la CFE siguió pagando 60 millones de dólares al año, según
denunció el mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Ante éste y otros contratos
que obligaron a la CFE a pagar 20 mil millones de pesos en 2018 por ductos que
aún no operan, el titular de la dependencia, Manuel Bartlett, inició un proceso
de renegociación con las empresas.
Sobre la falta de
infraestructura, Enoch Castellanos Férez, presidente nacional de la Cámara
Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), coincidió en que los
ductos que operan actualmente son insuficientes.
Abundó que se construyeron
siete nuevos ductos para surtir a las terminales eléctricas y para proveer a la
industria, sin embargo, no se han concluido. “Tienen un avance de 80% y esto
nos está generando un cuello de botella”, dijo.
Entre estos ductos se
encuentran el de Guaymas El Oro, Samalayuca-Sásabe, Tuxpan-Tula (Ducto Marino),
Laguna-Aguascalientes y Villa Reyes.
Sobre ello, Gabriela Muñoz
Meléndez, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), expuso
que el principal factor por el que no se han terminado es por el cambio de uso
de suelo, pues no se ha logrado el consentimiento de las comunidades para ello.
De acuerdo con la Cuarta
Revisión Anual del Plan Quinquenal de Expansión del SINTRAGAS, en 2014 la
longitud de la red de transporte era de 12 mil 463 kilómetros y se previó que
crecería 43% para 2019; sin embargo, en 2018 alcanzó una extensión de 18 mil
877 kilómetros, lo que representó un crecimiento real de 29%, “14 puntos
porcentuales por debajo de la meta”.
Respecto a la opción de
importar gas natural mediante terminales de regasificación en Manzanillo y
Altamira, Castellanos Férez declaró que ésta representa un costo elevado, ya
que la importación por los ductos hacia Estados Unidos cuesta 3.70 dólares el
millón, mientras que por barco se eleva a 9.
POLÍTICA PÚBLICA, VOLCADA A LA IMPORTACIÓN
Desde la década de 1980
comenzó a disminuir la producción de gas natural en México, pero fue hasta 2005
cuando el entonces Presidente de México, Vicente Fox Quesada, tomó la decisión
de dejar de invertir en el Programa Estratégico de Gas, que pretendía detonar
23 desarrollos, recordó Fabio Barbosa Cano, investigador del Instituto de
Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
Agregó que en 2008 el
descubrimiento de la cuenca Pérmica, en Estados Unidos, generó una producción
“gigantesca” de gas natural que abarató los precios del combustible en América
del Norte.
Ante ello, en el sexenio de
Felipe Calderón Hinojosa se diseñó una estrategia para convertir a nuestro país
en un gran importador de gas natural de Estados Unidos, reconvirtiendo las
plantas generadoras de electricidad de combustóleo o carbón a gas natural, como
una medida contra el calentamiento climático.
Y es que, según explica
Ramsés Pech, asesor de energía y economía, “el uso de gas natural genera 343
kilogramos de dióxido de carbono por cada Mega Watt Hora producido, mientras
que el carbón genera 750 kilogramos. Es decir, si una carboeléctrica produce
electricidad durante diez horas generará casi siete toneladas de dióxido de
carbono, mientras que la de gas natural, 3.5 toneladas”. Además, el costo del
gas natural es casi 30% inferior al del carbón.
SIN CONSENSO INCREMENTAR PRODUCCIÓN DE GAS NATURAL
Esta semana, Héctor Moreira,
integrante de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), consideró que debe
ser una prioridad nacional aumentar la producción de gas natural en México, ya
que se ubica entre los diez países con mayores reservas de gas natural. No
obstante, datos de la Secretaría de Energía indican que las naciones con
mayores reservas probadas son Rusia, Irán, Qatar, Estados Unidos y Arabia
Saudita, situando a México en el lugar 35.
Sobre ello, Pech se pronunció
a favor de reactivar la cuenca de Burgos en Tamaulipas y continuar la
explotación de cuencas de gas húmedo en el sureste. Refirió que actualmente, de
la zona del Golfo de México, Estados Unidos produce más de cien mil millones de
pies cúbicos, mientras que nuestro país son 3.8 mil millones.
La razón de que la Unión
Americana tenga una producción tan alta se debe a que ese país ya pasó de un
auge de gas Shale (no convencional) barato al boom petroquímico de largo plazo,
cuyo mercado está valorado en 539.3 mil millones de dólares.
En México, dijo, el Gobierno
Federal anunció que no se invertirá en petroquímica, industria que produce plásticos
y solventes, entre otros artículos, con lo que en el futuro habrá un
encarecimiento de éstos al tener que ser importados.
La gran producción de la Unión
Americana ha sido posible gracias al fracking, técnica a la que se ha opuesto
AMLO y que generó la cancelación de la tercera licitación de la Ronda Tres al
ser considerada como una amenaza para el medio ambiente.
No obstante, el fracking está
comenzando a sustituirse con una nueva técnica llamada estimulación en
formación de baja permeabilidad, misma que México podría emplear y que consiste
en inyectar agua residual de las ciudades, a la que previamente se le separaron
los residuos de los hogares.
Cuestionado sobre la promesa
presidencial de incrementar la producción de los energéticos, el presidente de
Concamin expuso: “Hacemos votos porque seamos autosuficientes en materia
energética, pero llevará años”, de ahí que es importante seguir creciendo en
infraestructura para seguir importando gas.
Agregó que durante el Foro de
Gas del lunes 1 de abril, las autoridades mostraron disposición para crear
ductos en el sureste, como el de Salina Cruz, Chiapas, con el fin de que al
producirse gas natural en esa región también se instalen las cadenas
productivas de los industriales.
Para Barbosa Cano, México
debe seguir importando ese combustible, pues resulta “mucho más barato”. A su
juicio, “tenemos que buscar acuerdos de largo plazo con los productores,
contratistas, empresas de Estados Unidos para que podamos disponer de este
abastecimiento con las importaciones, partiendo de que el gas es un recurso no
renovable, y que en este momento hay excedentes en el mercado de América del
Norte, pero esos excedentes van a ser de corto plazo”.
PRESIDENTE IMPONE A COMISIONADOS DE LA CRE
El jueves 4 de abril, el
Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, designó a Luis Linares
Zapata, Norma Leticia Campos, José Alberto Celestino y Guadalupe Escalante,
como comisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Todos alcanzaron mayoría no
calificada en la sesión del Senado del día anterior, en la que los legisladores
volvieron a rechazar las ternas enviadas por el mandatario tras considerar “un
fraude a la Ley” el que hubiera “reciclado” los nombres de los aspirantes, cuya
ignorancia fue exhibida durante sus comparecencias.
El 3 de abril, legisladores
de oposición (PAN, PRI, PRD y MC) también presentaron una demanda de amparo
indirecto contra la integración de las segundas ternas ante un juez de Distrito
en materia Administrativa de la Ciudad de México, ahondando así, la batalla
entre los poderes Ejecutivo y Legislativo por conformar la Junta de Gobierno de
ese órgano autónomo, el cual deberá resolver el Poder Judicial.
En las recientes comparecencias
de los doce aspirantes, hubo señalamientos ante su falta de preparación. La
senadora panista Xóchitl Gálvez se enfrentó con Paola Elizabeth López Chávez
por los prefijos eléctricos luego que le preguntara a partir de qué capacidad
las centrales eléctricas están exentas de permiso, y que la aspirante
previamente recriminara a la panista que sus interrogantes pretendían exhibir y
faltar el respeto a los candidatos.
En opinión de Ramsés Pech,
asesor de energía y economía, “no importa quienes sean” los comisionados,
mientras respeten la autonomía del organismo y “cumplan con los requerimientos
que pide el mercado y para que éste se regule”, evitando afectaciones a los consumidores.
En la terna para reemplazar a
Jesús Serrano Landeros, participaron: Jorge Amaya Mendívil, Luis Linares Zapata
y Paola Elizabeth López Chávez. En sustitución de Marcelino Madrigal Martínez:
José Alberto Celestinos Isaacs, Mario José Silverio García Yépez y Fernando
Juárez Martínez.
Para suceder a Neus Peniche
Sala contendieron: Norma Leticia Campos Aragón, Ángel Carrizales López y
Alfonso López Alvarado. Mientras que para relevar a Cecilia Montserrat Ramiro
Ximénez, los aspirantes fueron: Guadalupe Escalante Benítez, Edmundo Sánchez
Aguilar e Ignacio Vázquez Memije.
FALTA DE RECURSOS, EL DILEMA DE LA AUTOSUFICIENCIA
En opinión de Ramsés Pech,
México no cuenta con el dinero suficiente para invertir en la exploración,
producción, refinación y transporte de los combustibles como antes de 2014.
Advirtió que el país requiere
por lo menos 150 mil millones de pesos para incrementar la producción de los
energéticos, pero anualmente invierte 60 mil millones de pesos, y ante la
difícil situación financiera por la que atraviesan Pemex y CFE, consideró
indispensable que la iniciativa privada invierta.
Desde su perspectiva, dado
que la CFE es la empresa que más importa gas natural a precios preferenciales
podría proporcionar el combustible a otras empresas, de modo que ese negocio
fuera fructífero. Agregó que ante la alta ineficiencia que reporta la CFE, la
paraestatal debe permitir que empresas privadas generen electricidad.
Durante 2018, la CFE entregó
mil 548.8 millones de pesos por suministro gratuito de electricidad a 72 mil
420 trabajadores, de confianza y sindicalizados, conforme a la Cláusula 67 del
Contrato Colectivo de Trabajo, según la propia dependencia.
Para finalizar, citó que,
aunque la refinería de Dos Bocas respaldará la operación de las otras, el país
no será autosuficiente, ya que la demanda de diésel tipo UBA (Ultra de Bajo
Azufre) se ubica en 400 mil barriles pero México produce 80 mil. Del mismo
modo, la producción de gasolinas será inferior en 200 mil barriles diarios a la
demanda nacional.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / JULIETA ARAGÓN/
LUNES, 8 ABRIL, 2019 01:00 PM)
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