Un juez federal de Guadalajara encontró
responsable de delito electoral al ahijado del político Jorge Hank Rhon e hijo
del homicida material del periodista Héctor Félix Miranda. Cuando fue detenido
en 2012, Gerónimo Javier mostró una credencial para votar con el falso nombre
de Sergio López López. Tarde, pero el asunto fue consignado y, tras un lustro,
le fue impuesta una pena de tres años de cárcel. Alegó que no pudo apelar porque
nunca fue notificado de la sentencia y el plazo para hacerlo expiró
Luego de ser sentenciado a
una pena de tres años de prisión y 70 días de multa por delito electoral,
Gerónimo Javier Vera Ayala, hijo del asesino material del periodista Héctor
Félix Miranda, codirector fundador de ZETA, perdió el juicio de amparo directo
en un tribunal de Guadalajara, Jalisco, por lo que su condena quedó firme.
Vera Ayala, ahijado del
político y empresario Jorge Hank Rhon, fue encontrado penalmente responsable en
la comisión de delito electoral en la hipótesis relativa a quien por cualquier
medio altere el registro federal de electores, de la Ley General en Materia de
Delitos Electorales, por hechos ocurridos en 2012 cuando fue detenido por
agentes federales para investigarle por otras conductas.
El Primer Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito resolvió negar el amparo y protección de
la justicia de la unión a Vera Ayala en contra de la condena que le fue
impuesta el 4 de junio de 2018 en el Juzgado Noveno de Distrito de Procesos
Penales en el Estado y que no pudo ser apelada, debido a que el sentenciado no
se dio cuenta de la notificación y pretendió impugnar extemporáneamente.
Los hechos juzgados se
remontan al 22 de febrero de 2012, cuando a las cuatro de la tarde, agentes
federales detectaron a Gerónimo en los momentos en que ingresaba a un gimnasio
localizado en una plaza comercial del municipio de Zapopan, Jalisco. Para
entonces, su padre, Antonio Vera Palestina, aún se hallaba preso en el penal de
máxima seguridad de Puente Grande por el homicidio del “Gato” Félix.
Cuando los policías
pretendían cumplimentar una orden de localización en contra de Gerónimo Javier,
le preguntaron su nombre, a lo que respondió llamarse Sergio López López. Le
pidieron identificarse y lo hizo con una credencial para votar expedida por el
entonces Instituto Federal Electoral (IFE), hoy Instituto Nacional Electoral
(INE). Pese al ardid, los agentes lo detuvieron y más tarde comprobarían que
tenían al sujeto correcto, quien fue procesado por el delito de delincuencia
organizada.
La Procuraduría General de la
República (PGR, ahora Fiscalía) tomó en consideración el dictamen pericial en
materia de identificación fisonómica emitido por un perito oficial, en el que concluyó
que sí tenía correspondencia y se trataba de una misma persona. Se cotejaron
los formatos únicos de actualización del IFE de fechas 11 de diciembre de 2002
y 2 de agosto de 2011; el primero estaba a nombre de Gerónimo Javier Vera
Ayala, y el segundo, al alias de Sergio López López.
Además de las fotografías que
correspondían al mismo individuo, fue concluyente un dictamen pericial en
materia de dactiloscopia fechado el 27 de septiembre de 2013, emitido por un
perito de la ahora FGR, en el que se determinó que al realizar la confronta
dactiloscópica contra la base de datos del Sistema Automático de Identificación
de Huellas Dactilares, encontró correspondencia e información entre la
impresión dactilar que se observa en el apartado “HUELLA” de ambos formatos del
padrón electoral.
La averiguación previa del
caso fue iniciada en una agencia ministerial federal de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) el 28 de mayo
de 2012, en específico por el delito que se refiere a la alteración del
registro federal de electores, de los listados nominales o la expedición
ilícita de credenciales para votar.
Sin embargo, el 11 de
diciembre de 2012, la SEIDO declinó competencia en favor de la Fiscalía
Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la cual tardó hasta el
26 de agosto de 2014 para ejercitar acción penal sin detenido en contra de Vera
Ayala y solicitar la correspondiente orden de captura, pues para esas fechas,
el imputado ya había recuperado su libertad, exonerado por delincuencia
organizada.
La orden de aprehensión fue
dictada el 31 de octubre de ese año por
el Juzgado Noveno de Distrito de Procesos Penales Federales, dentro de la causa
penal 216/2014, cumplimentada el 8 de agosto de 2017.
Gerónimo Javier se enteró
sorpresivamente de su sentencia semanas después de vencido el plazo para
interponer el recurso de apelación. A pesar de ello, intentó presentar la
impugnación, pero le fue rechazada por extemporánea. Al tramitar el amparo
directo, el condenado alegó que la notificación del fallo fue realizada en el
domicilio de una de sus anteriores abogadas, al que ya había revocado, por lo que
se violaron sus derechos fundamentales.
“Reclamo que dicha sentencia
nunca me fue notificada personalmente, ni siquiera en el domicilio que señaló
mi abogado particular para recibir notificaciones, y aun así la autoridad
responsable desechó mi recurso de apelación al considerarlo extemporáneo,
aunado al hecho que mi abogado defensor interpuso el recurso de denegada
apelación, el cual fue también desechado por el Cuarto Tribunal Unitario del
Tercer Circuito”, firma el quejoso en su escrito.
De igual forma, argumentó que
entre el tiempo de la comisión material del delito, la consignación de la
averiguación previa, la expedición del mandamiento judicial de captura y la
fecha de cumplimentación del mismo, transcurrieron un total de cinco años,
cinco meses y seis días, por lo que consideraba que la acción penal ya había
prescrito en su favor.
Finalmente, los magistrados
del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal estimaron que en ningún momento
se violaron los derechos humanos del recurrente, como el principio de igualdad
entre las partes, el debido proceso y defensa adecuada, por lo que la expresión
dramática del condenado, que dijo “es evidente que he sufrido un proceso
Kafkiano”, no tuvo sustento legal.
Pese a la sentencia, Gerónimo
Vera, hermano gemelo de Jorge Mario, no tendrá que ingresar a prisión, pues se
trata de un delito que le permite el beneficio de la condena condicional.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA /LUNES, 22 ABRIL, 2019
01:00 PM)
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