La especie marina protegida más cara que
la cocaína que atraviesa invisiblemente todo el mundo, mientras traficantes de
drogas se encargan de mantener ocupadas a las autoridades nacionales e
internacionales
A unos días que autoridades
de la República de China detuvieran en el continente asiático un contrabando
millonario de buches de totoaba procedentes de México, queda al descubierto el
atractivo principal para células del crimen organizado que opera en varios
países por la vía aérea, siendo este las ganancias millonarias que ofrece la
captura y el traslado de esta especie en peligro de extinción, que sólo se da
en aguas del Golfo de California y en su mayoría hacia el norte del Mar de
Cortés en el Golfo de Santa Clara, municipio de San Luis Río Colorado, Sonora.
Dentro del decomiso
importante de buche de totoaba, también se descubrió el cómo y por donde se
trafica el codiciado producto de las aguas sonorenses, siendo esta la misma
ruta aérea que se utiliza para llevar drogas al continente de Asia.
Por su parte un representante
de las fuerzas federales en la región de la costa de Hermosillo, comento que la
estructura que operan las organizaciones de alto nivel del tráfico de buche de
totoaba, utiliza redes establecidas con las mismas rutas corrompidas, que usan
los mismos contactos y mecanismos dentro de las células de la delincuencia
organizada por los mismos territorios, que ellos no han inventado otro modo de
operar y que tienen muy claro que son los mismos que trafican las drogas a
distintos países del mundo.
El tráfico de esta especie
marítima se hace especialmente a países asiáticos, donde el producto se logra
vender muy bien en el mercado negro, lo que lo hace muy atractivo para los
negociadores de lo ilegal en Sonora, ya que se utiliza como un producto
curativo y afrodisiaco que alcanza un precio de aproximadamente cincuenta por
ciento más que la cocaína, es decir dos kilos de buches de totaba equivale a
tres quilos de cocaína.
La expansión de este negocio
ilegal comenzó a incrementarse a partir del 2014 en el Golfo de Santa Clara,
debido por su valor en la compra-venta y la poca vigilancia que existe por las
autoridades, siendo estos los puntos que han recrudecido la pesca fuera de la
ley de esta especie, misma que se considera en peligro de extinción.
Lo preocupante en el sentido
de la preparación de las autoridades mexicanas es la falta de capacitación
sobre el tema y el reconocimiento de la especie al momento de tenerla a la
vista, aprovechando los traficantes que se encargan de introducir el
producto en el mercado asiático mediante
el camuflaje con otros productos pesqueros que sí cuentan con autorizaciones de
comercialización, como la curvina golfina que se captura en el Mar de Cortés,
así lo revelaron datos pertenecientes a la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat), siendo principalmente los encargados de las
Aduanas, los que no reconocen los buches de totoaba.
Por último cabe mencionar
algunos casos vividos en el estado de Baja California, donde elementos de la
Policía Federal y la Procuraduría General de la República han tenido que
recurrir a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) para que ésta
emita un dictamen de que lo que decomisan sea efectivamente totoaba y no
curvina, según datos publicados en el periódico El Mexicano en la ciudad de
Mexicali.
(DIARIO DEL YAQUI/ Ricardo López/25 DE
AGOSTO 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario