sábado, 25 de junio de 2016

LOS PODERES FÁCTICOS Y EL SISTEMA POLÍTICO

La Viña del Señor
En su libro “El Poder: los genios invisibles de la ciudad” Guillermo Ferrero, publicado cuando su autor se encontraba en Ginebra en su huida del régimen nazi que arrasaba Europa, abarcó los factores que comprenden la legitimidad del poder, esos mismos que en la elección del 5 de junio, dejaron maltrechos a algunos contendientes y a otros bien empoderados.

Como es sabido la corrupción fue uno de esos factores que marcó el voto de castigo en las urnas. Otros factores fueron inducidos desde los grupos de presión en algunas regiones del país sujetas al escrutinio público utilizando a los partidos en contienda como instrumento.

Por algo se dice que Enrique Peña Nieto es un neto producto del poder de la televisión. Televisa lo difundió en sus pantallas como bolsa de papitas o coca-cola desde que era gobernador del Estado de México.

Esos poderes fácticos se achacan haber influido sobre el electorado para forzar el resultado, lo que deja mal parados a los partidos como contendientes de la jornada. De paso se llevaron entre las patas a los candidatos independientes.

Si tal tesis es cierta, tenemos entonces que los partidos y sus candidatos fueron instrumentos de la capacidad desplegada por dichos grupos para castigar o apoyar a quienes quisieron. Luego entonces, el acceso al poder estuvo determinado por esas fuerzas invisibles del sistema político mexicano, cuyas dos piezas identificaba Daniel Cosío Villegas, eran la presidencia y el PRI, cuando este era el partido hegemónico, organizado como una extraordinaria maquinaria electoral ideada por Plutarco Elías Calles, “El Turco”, para frenar la pugna entre los caudillos revolucionarios y permitir el traspaso pacífico del poder.

LAS INOPERANTES PIEZAS DEL SISTEMA POLÍTICO

Luego de la elección ambos pilares terminaron maltrechos. La presidencia muy debilitada y con reducida fuerza para imponer decisiones, de ahí la mano dura mostrada con quienes identifica como sus contrapartes, en una aplicación puntual de conceptos del “Derecho penal del enemigo” y a quienes desde el poder y sus aliados trata de presentar como un peligro al orden establecido, tal como lo detectó el filósofo francés Michel Foucault en su texto “Los Anormales”.

El ejemplo es el de la CNTE y sus líderes encarcelados en el Cefereso de Hermosillo, junto a José Manuel Mireles, exlíder de las autodefensas michoacanas, lo que ha llevado a denunciar al dirigente estatal de Morena, el exsecretario particular de Luis Donaldo Colosio y Vicente Fox Alfonso Durazo, que la capital se está convirtiendo en un gulag o una especie de prisión de San Juan de Ulúa, en donde Stalin y sus herederos soviéticos o Porfirio Díaz encerraban a sus enemigos políticos.

Carlos Salinas, al asumir la presidencia bajo el estigma del fraude perpetrado en 1988, buscó legitimarse con medidas espectaculares como el encarcelamiento del líder del sindicato petrolero Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”. En 1994 el levantamiento del EZLN lo hizo temer el fin de su proyecto económico y el resquebrajamiento de su legado, cosa que si logró la ejecución de Colosio.

En el 2000, el modelo priista hizo agua con la alternancia, aunque en los doce años de gobierno panista pocas cosas variaron, el modelo económico se profundizo y con ello sus males y con Calderón, su guerra contra el narco –otros de los poderes fácticos—inundó de sangre al país, llegando actualmente a 150 mil muertos y más de 27 mil desaparecidos, según cálculos moderados.

El PRI luego de su triunfo de 2012, en cambio, perdió votos en comparación del 2015 y quedó sumido en una crisis interna. No por nada es gratuito que su dirigente Manlio Fabio Beltrones, convoque a iniciar una etapa de reflexión, es decir de sobarse el chipote que le propinaron las urnas, mientras viejos dinosaurios como César Augusto Santiago, reconocido alquimista tricolor se haya ido duro y a la cabeza.

No hay que confundir, una cosa es que el partido oficial haya recibido un severo golpe electoral y otra que no pueda ser competitivo para el 2018 con su 25% de la votación.

EL PODER DEL CAPITAL EN ACCIÓN: EL MALESTAR SOCIAL
Así como a partir de la nacionalización de la banca en 1982 por José López Portillo, detonó el paso a la oposición de un sector del empresariado, quienes nutrieron las filas del PAN, los llamados “neopanistas”, dicho partido entró de lleno a la competencia electoral, siendo su primera prueba de fuego la elección local de Chihuahua en 1984, de donde emergió la figura de Francisco Barrio. Gracias al arribo de esa camada encabezado por el sinaloense Manuel Maquío Clouthier el albiazul agarró fuerza en algunas entidades federativas y se le vio con mayor capacidad competitiva, cayendo las primeras gubernaturas para el partido en Baja California y Guanajuato.

Es obvio que el PAN no es un partido monolítico, sino que en su interior, como en el PRD coexisten las diferentes tribus de diverso origen en la izquierda, se mueven grupos con diferente fuerza y posicionamiento, reconocidos o no, como el Yunque, los tecos o los masones al lado de panistas puros o de familias de fuerte raigambre doctrinal como la Abascal, fundadora del movimiento sinarquista. El catolicismo o los movimientos de ese corte ha sido otro de sus bastiones de que se nutre.

En 2015 fue claro que detrás de la candidatura “independiente” de Jaime Rodríguez, “El Bronco”, en Nuevo León estuvieron poderosos empresarios de Monterrey y de influyentes medios de comunicación y políticos de derecha como Rodolfo “El Negro” Elizondo, su operador de cabecera. La reforma fiscal peñanietista fue el motivo del enojo de la clase empresarial.

Y si en 2015 el cobro de facturas al sistema priísta marcó la elección de ese año, el del 5 de junio fue peor.

Ante el madruguete senatorial, con motivo de la reforma anticorrpción, que obliga a los empresarios que hagan negocios con el gobierno a presentar su 3 de 3, la Coparmex ya alzó la voz y Emilio Gamboa, reviró afirmando que así como los hombres de negocios se encaprichan, ellos (la clase política) también. El frente quedó abierto.

LA CURIA AL ATAQUE: UN ATENTADO AL PLAN DE DIOS

Este 2016 la jerarquía de la Iglesia Católica, esa que Benito Juárez, el fundador del sistema político mexicano, con la presidencia, la suya obvio y el partido oficial, el liberal entonces, separó del Estado, para controlarlos ellos, los liberales claro, jugó su rol de poderoso medio de presión en contra de Peña Nieto y a favor del PAN, como dicen que sucedió en Aguascalientes.

Su coraje deriva de la propuesta de reforma que incluye los matrimonios igualitarios hecha llegar al Congreso por parte del presidente. Esa acción fue tomada como una traición a los principios del catolicismo, enarbolados por Francisco, definido en el programa “Sacro y profano” del canal Once del Politécnico como un papa pastor por Leonardo Boff, partidario de la teoría de la liberación y lo está demostrando al mandar a su rebaño y a su grey en contra del PRI y Peña, supuestamente un católico convencido al que el clero le perdió la fe.

En 2010 el entonces cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio arremetió contra la presidenta Cristina Fernández por el mismo tema y el peronismo en Argentina terminó derrotado en las urnas. La tregua pactada con motivo de su visita al país se acabó. El atentado al plan de Dios ya está dado.

CLIENTELA Y POLÍTICA: PATEAR EL BITACHERO

Se afirma que a Emilio Chauffet, cuando fungió al frente de la SEP nunca lo convenció la reforma educativa de Peña Nieto. Viejo zorro de la política, el mexiquense sospechaba lo que venía. El encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, aliada de Fox y Calderón y de muchos gobernadores que le debían el cargo, fue la gota que derramó el vaso.

Si en 2000 el PRI demostró que la clientela de sus sindicatos y sectores popular, obrero y campesino eran un fracaso, en 2016 quedó otra vez demostrado. En contraparte MORENA de 2015 a la fecha creció en votos –auténticos-- el 86%, un logró que ningún partido ha alcanzado por la capacidad del Peje de galvanizar la molestia ciudadana.

Si la guerra calderonista contra el narco disparó la violencia incontrolable en México, este año fue la CNTE, el otro poder fáctico, el que puso de cabeza al proyecto de reforma educativa de Peña y provocó la debacle tricolor en sus zonas de influencia, le aplica toda la fuerza del Estado y el derecho penal del enemigo, con la Iglesia el trato cambia. Mientras una del centro al sur del país y otra del centro al norte, socavan –o aprovechan su debilidad— lo poco que le queda de operatividad a su desgastada y desprestigiada presidencia.

En México cuando los extremos se juntan ¡aguas!

A Porfirio Díaz, le aconteció algo parecido y terminó embarcado en el Ypiranga y sus restos desde de su destierro, no han podido regresar al país a descansar en paz…


(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ LA VIÑA DEL SEÑOR/ COLUMNA INVITADA / 17 Junio 2016)

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