Ahora que el GIEI deja sus indagatorias
sobre el caso Ayotzinapa, se torna más difícil saber cuál fue la participación
de los militares la noche en que desparecieron los 43 normalistas. Más todavía
ahora que la PGR dio a conocer las contradictorias declaraciones de varios
oficiales y soldados que estuvieron en Iguala aquella ocasión.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Con la determinación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
de dar por concluida la asistencia técnica del Grupo Interdisciplinario de
Expertos Independientes (GIEI) para esclarecer la desaparición forzada de 43
normalistas de Ayotzinapa, aleja las posibilidades de establecer la
participación de las Fuerzas Armadas la noche del 26 de septiembre en Iguala.
Impedidos desde su primer
mandato para interrogar a integrantes del 27 Batallón de Infantería, los
miembros del GIEI fueron excluidos de las 50 comparecencias de militares ante
agentes del Ministerio Público adscritos a la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada. De ellas, 42 fueron declaraciones
ministeriales y ocho sólo ampliaciones de seis elementos.
Fuera de la investigación, el
GIEI está imposibilitado para aclarar por qué las ampliaciones de los
testimoniales de al menos dos elementos –el capitán José Martínez Crespo y del
soldado Eduardo Mota Esquivel, adscrito al área de inteligencia militar–
modificaron drásticamente su versión original sobre la presencia de las tropas
en las calles de Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de
2014.
De acuerdo con las
declaraciones originales del personal castrense a las que tuvo acceso este
semanario, no atendían precisamente una emergencia ciudadana; acudieron a
rescatar la motocicleta en la que se desplazó el soldado para documentar las
agresiones a los estudiantes de parte de los policías municipales. Esa fue la
coartada para explicar la presencia de los soldados ante el juez de barandilla,
que no fue consignada en sus primeras testimoniales.
Las declaraciones de los
militares aparecen censuradas en la versión pública de los nuevos tomos de la
indagatoria, subida al portal de la Procuraduría General de la República (PGR)
la semana pasada, lo que impide a los usuarios advertir las inconsistencias de
las declaraciones.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2059, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ GLORIA
LETICIA DÍAZ ,16 ABRIL,2016)
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