Ciudad
de México, 13 de julio (SinEmbargo).– El gobierno de Enrique Peña Nieto ha
dicho que Joaquín “El Chapo” Guzmán se fugó del penal de máxima de seguridad de
El Altiplano, en el Estado de México, por un túnel de 1.5 kilómetros que iba de
la regadera su celda a una casa en construcción. Pero académicos, especialistas
en seguridad, analistas e incluso periodistas e intelectuales no lo creen. Han
puesto en duda la versión del segundo escape del capo mexicano más conocido en
el mundo.
La
duda empieza por el túnel. Muchos señalan que no es creíble y aventuran: se fue
por la puerta principal.
Mientras
tanto, el Gobierno mexicano apenas da algunas respuestas.
“No
tengo ninguna duda de que había un túnel, pero dudo que de verdad ‘El Chapo’
salió a través de él. Al menos sin ayuda. Si se trataba de una área de ducha,
¿pues qué hizo? ¿Pararse frente a la regadera y gritar a los guardias: ‘¡Miren
para allá!’, levantar una reja y desaparecer mientras nadie se enteraba que
faltaba el preso que en un tiempo fue el hombre más buscado del mundo (después
de Osama bin Laden)? Por otra parte, ¿qué hacía un preso de una cárcel de
máxima seguridad con una ducha privada en su celda?”, dijo Don Winslow en un
artículo publicado hoy en CNN.
Winslow
es autor de 19 libros, incluyendo “The Cartel”, de reciente aparición.
“¿Esperan que creamos que un túnel de 1.5 kilómetros con iluminación,
ventilación y vías fue cavado bajo una prisión de máxima seguridad y nadie vio
ni escuchó nada?”, agregó.
The
Economist, por su parte, planteó: “El escape arrojará dudas sobre la seguridad
en general de la prisión del Altiplano, donde muchos de los capos mexicanos de
la droga capturados durante el mandato de Peña son encarcelados. Curiosamente,
han sido capaces de comunicarse entre sí, a pesar de que muchos de ellos son
rivales mortales. Este año, más de 135 presos, entre ellos Guzmán, enviaron una
carta a una organización de derechos humanos en la que se quejan de malos
tratos y mala comida en el Altiplano. Para los ricos reclusos de esa cárcel,
esa libertad debe saberles particularmente buena”.
Jorge
Chabat, experto mexicano en seguridad, dijo a la agencia AP que la fuga se
trata de un punto culminante “de una administración que lucha en otros frentes,
incluyendo una economía mediocre y los escándalos sobre la desaparición de 43
estudiantes universitarios, así como la compra, por parte de la esposa del
Presidente, de una mansión conocida como la ‘casa blanca’ a un contratista del
gobierno”.
“Esto
hace un gran daño. Es un gobierno que ya tiene una gran cantidad de problemas
de imagen, con escándalos sobre los estudiantes y el de la ‘casa blanca’, y
ahora esto viene y los pinta como una administración con serios problemas de
ineficiencia y corrupción”, agregó Chabat.
Phil
Jordan, director de la DEA en El Paso, dijo a la periodista Diana Washington
Valdez de El Paso Times, que Guzmán Loera pagó mucho dinero para el exitoso de
escape del sábado, y comentó que el capo tendrá que compensar la pérdida
económica con la venta de más medicamentos para los mercados de Estados Unidos
y Europa.
El
ex funcionario de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA
por sus siglas en inglés) dijo que “algo como esto no puede suceder sin la
complicidad de funcionarios de prisiones u otros en el gobierno mexicano”.
“Yo
sabía que iba a ser puesto en libertad de nuevo, o en este caso, a escapar de
nuevo, y fui criticado por decirlo poco después de su captura”, comentó. “A
menos que el gobierno mexicano vaya por los activos de estos señores de la
droga, la gente como ‘El Chapo’ Guzmán seguirán teniendo el dinero que
necesitan para comprar su salida de la cárcel”.
En
tanto, Héctor Berrellez, un funcionario de la DEA jubilado, dijo a El Paso
Times, que la construcción del túnel de 1.5 kilómetros tuvo que llevarse a cabo
con la complicidad de las autoridades mexicanas.
El
regreso a prisión. Foto distribuida por el gobierno de México
“Las
coordenadas del túnel desde la ducha de la prisión que Guzmán utilizó para
salir hasta la casa situada afuera fueron tan precisos que tuvo hacerse con la
complicidad oficial”, dijo Berrellez. “Alguien tenía que tener acceso a los
planos de la prisión de máxima seguridad”, cuestionó el ex funcionario de la
DEA.
“Hemos
visto un montón de túneles construidos en la frontera, y la mayoría de ellos
han sido atribuidos al cártel de Sinaloa”, dijo Berrellez. “¿Cómo es que
ninguno de los arquitectos e ingenieros involucrados en el diseño y la
construcción de los túneles nunca han sido identificados y detenidos?”,
insistió.
Este
día, la agencia norteamericana Associated Press asegura que de acuerdo con
documentos del gobierno de Estados Unidos, la DEA tuvo información de
inteligencia sobre al menos dos intentos previos para ayudar Joaquín Guzmán
Loera a escapar de El Altiplano.
“Documentos
internos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por
sus siglas en inglés) obtenidos por The Associated Press revelan que los
agentes antidrogas obtuvieron los primeros informes sobre planes de fuga en
marzo de 2014. Eso fue alrededor de un mes después de que Guzmán fue capturado
en Mazatlán, México”, refiere la misma información.
De
acuerdo con el medio, que fue el primero en informar sobre la recaptura del
capo en febrero del año pasado, los documentos muestran que en marzo de 2014,
agentes en Los Ángeles reportaron una posible operación de escape financiada
por otra organización del narcotráfico que opera bajo los auspicios del Cártel
de Sinaloa.
Para
el periodista estadounidense Jon Lee Anderson a “El Chapo” lo dejaron escapar
algunos desde dentro y también se escapó. “Un túnel de un kilómetro y medio
demuestra intención y planificación de un grupo leal con recursos y poder de
aglutinar fuerzas. Creo que ‘El Chapo’ cuenta con una red nacional de apoyo
afuera y dentro de las estructuras del Estado”, dijo en entrevista para
SinEmbargo.
Anderson
dijo que para él, la fuga de “El Chapo” Guzmán, representa “un hito más en la
acumulación de hechos y evidencias de un estado mexicano minado por el
gangsterismo, en donde es casi imposible descifrar con certeza que es lo
legítimo y qué no”.
En
este sentido se ha expresado gran parte de la prensa extranjera, que ha
cuestionado el que nadie sospechó, nadie vio, nadie escuchó la construcción del
túnel. Incluso han puesto en tela de duda que no se haya prestado atención a un
capo conocido por elaborar túneles para el trasiego de droga y para escapar de
las autoridades, como ocurrió en días previos en su captura de febrero de 2014.
“Que
este escape involucre un túnel es espeluznante pero no sorprendente. El famoso
‘Chapo’ tiene un gusto por los túneles: inventó el túnel narco, hace décadas, y
su cartel ha cavado cientos de estos pasajes debajo de la frontera
México-Estados Unidos para transportar drogas. Cuando los infantes de marina
mexicanos allanaron su casa de seguridad de Culiacán, donde fue encerrado en
febrero pasado, Guzmán escapó al sumergirse en un túnel secreto que se oculta
debajo de una bañera. Como un narcotraficante, Guzmán ha sido siempre ágil e
innovadora. Pero al escapar de la cárcel por segunda vez, no optó por diseñar
algo fuera de su repertorio, sino seguir con su predecible y eficaz modo de
operación”, refiere The New Yorker.
PROMO-CHAPO-TÚNEL
Para
Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development
Center e investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de
Columbia en Estados Unidos se trata de la ruptura del pacto con el Estado que
llevó a su entrega en febrero del año pasado.
“Hubo
una negociación para que ‘El Chapo’ fuera a la cárcel como el caso de John
Gotti, en Estados Unidos, esta gente se fuga cuando los términos que llevaron a
su captura no se respetaron y es factible que esta [fuga] responda a que no se
respetaron los términos del acuerdo”, dijo Buscaglía.
En
este sentido, Andrew Selee, vicepresidente del Instituto México del Woodrow
Wilson Center, aseguró que la fuga muestra la capacidad de infiltración que
tiene en este país el crimen organizado.
“Te
habla de que estos grupos tienen un poder de infiltrar al sistema. El Gobierno
sí tenía interés en mantener a ‘El Chapo’ bajo custodia, pero estos grupos
tienen muchas formas. No sabemos aún si hubo una buena planeación del cártel o
si lograron penetrar a quienes lo custodiaban, pero sí tienen un poder
multimillonario para hacer frente a las autoridades”, consideró Selee.
Lo
que es claro para el ex director del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional (Cisen) y quien recibiera al capo sinaloense cuando éste fuera
detenido en 1993 por autoridades de Guatemala, es que El Altiplano “es un
recinto cerrado, un espacio que está blindado”.
El
General Carillo Olea dijo a la revista Variopinto que al Centro Federal de
Readaptación Social Número 1 “es imposible penetrarlo, yo sé cómo está, yo
diseñé en mis tiempos esa chingadera, es inviolable. Pero es inviolable la
instalación más no las personas que ahí trabajan. Desgraciadamente, hay mucha
corrupción”.
Monte
Alejandro Rubido García, titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS),
dijo la mañana de ayer que 18 elementos de diversas áreas del Penal de El
Altiplano, en el Estado de México, fueron trasladados al Distrito Federal para
ser investigados por la fuga del capo.
Rubido
García explicó en una conferencia de
prensa que la noche del sábado transcurría normal e incluso “El Chapo” recibió
su dosis diaria de medicamento.
En
la revisión posterior a la fuga, dijo, se encontró un hueco en el área de la
regadera de su celda de 50 por 50 centímetros, donde se halló un conducto
vertical de 10 metros de profundidad habilitado con una escalera, que conducía
a un túnel de un kilómetro y medio de distancia. Éste estaba equipado con
tubería de PVC –para facilitar la ventilación– y también con alumbrado. Además
se encontró una motocicleta que deducen sirvió para extraer la tierra en la
perforación.
De
acuerdo con el Comisionado, el túnel cuenta con tubería para ventilación y para
alumbrado, una motocicleta adaptada sobre rieles como mecanismo de tracción
mediante el cual se extraía la tierra producto de la excavación y transportaba
las herramientas y maquinas utilizadas para la perforación. El pasaje llevaba a
un predio de la colonia Santa Juanita, ubicado al suroeste de la instalación
penitenciaria.
Al
respecto, la periodista Sanjuana Martínez cuestionó que las detenciones no
hayan ido más allá. “Custodios detenidos y el director de la cárcel también…
¿Cuándo detienen a los que verdaderamente pactaron la fuga de #ElChapoGuzman?”,
escribió este día mediante su cuenta de Twitter.
Carillo
Olea cuestionó: “¿dónde está la tierra producto de la excavación? Hay una gran
mentira en el fondo. De acuerdo con las normas con las que se construyó el
penal, no hay un minuto en que estés fuera del alcance de cámaras. No hay
ninguna celda que tenga su propia regadera. ¡Qué caso tan más complejo! ¿Qué
tipo de suelo tienen las celdas? Porque si es suelo calizo no hay quién lo
penetre sin una herramienta. ¿Y el ruido? Si es un suelo inestable, hay
posibilidad de derrumbes; un solo hombre en un espacio de 50 por 50 centímetros
realiza un túnel de más de un kilómetro, ¿con qué ventilación?”
Este
día, el periodista y académico Ricardo Raphael plantea en su columna en El
Universal, que la primera fuga de Guzmán Loera ocurrida en 2001 del penal de
Puente Grande, en Jalisco, fue para que ayudara “a meter orden” en el mapa del
crimen organizado, e indica que el escape de este sábado no es diferente:
“Durante
el último año, el CJNG ha ganado mucho terreno. En mayo esa empresa criminal
hizo una demostración logística para presumir superioridad frente a cualquier
otro competidor, el Estado mexicano incluido. El CJNG opera hoy en geografías
que antes eran gestionadas por los empresarios sinaloenses [...]. Justo en este
contexto, Joaquín Guzmán Loera es excarcelado por segunda ocasión. La historia
del operador libre se repite sin que sorprenda demasiado la coincidencia”.
En
Reporte Índigo, el periodista mexicano J. Jesús Lemus Barajas, quien estuvo en
Puente Grande sin que se aportara una sola prueba en contra, por un periodo de
más de tres años, fuentes cercanas a la investigación de la fuga de “El Chapo”
le dijeron que es posible que el capo sinaloense haya salido disfrazado de
visitante, con la complicidad del personal de custodia de esa prisión.
“Guzmán
no se fugó por un túnel, advierte esta teoría. Por normatividad, las cárceles
federales se construyen sobre una plancha de concreto de más de dos metros de
grosor, lo que hace imposible la construcción subterránea. La salida de ‘El
Chapo’ de la cárcel del Altiplano tuvo que haber sido por el área de visitas.
‘El Chapo’ se fugó como un visitante más de esa cárcel federal”, escribió
Lemus.
Para
la periodista Anabel Hernández, autora del libro “Los Señores del Narco”, “no
es verosímil en lo más mínimo esta historia que ha contado el gobierno. Diría
que es de primaria la mentira. Yo estuve en la conferencia que dio Monte Rubido
porque había varias preguntas que hacer. Lo que dice es literalmente imposible,
es imposible que haya pasado”.
En
entrevista con el diario Debate, Hernández dijo que “cuando ‘El Chapo’ o
cualquier otro se baña ahí lo están mirando los compañeros o lo están mirando
las cámaras, porque todos duermen con el foco prendido las 24 horas del día. Un
foco fluorescente. Y son monitoreados por cámaras de video las 24 horas del
día. Cuando Monte Rubido dice “lo perdimos de vista”, ¿cómo puedes perder al
preso número uno, al más importante de todo el penal en una pequeña área de
tres por cuatro cuando no hay cortinas, ni biombos, ni divisiones, ni nada que
te lo oculte?”
(SIN
EMBARGO.MX/ Redacción / julio 13, 2015 - 14:50h)
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